c u a r e n t a y n u e v e

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Me quedé dormida anoche y no terminé el cap, por eso lo publico tan tarde, ajdjajdj.

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Tae estaba bastante nervioso, pues al pequeño minino le entraron los dolores del celo y se había puesto caliente. Lo mantenía sentado en el sofá y le ordenó que no se moviese, lo único que pudo hacer el rubio fue poner sus manitas entre sus piernas y restregarlas nada disimuladamente contra su pequeño pene.

— Tae Hyungie~ — le habló Jeongguk de manera melosa —, ¿por qué Chimmy está así...?

— Porque...pues..., cosas de gatos.

Un rato después, el minino comenzó a llorar/maullar, cosa que hacía que el corazón de Tae se estrujara, pero sabía que si lo abrazaba sería peor, así que tomó la opción más razonable.

Encerrarlo en su habitación.

Eran aproximadamente las ocho de la noche y Yoon Gi no llegaba. Tae Hyung se moría por entrar y abrazar al minino, pero no debía.

Procedió a llamar a su hyung.

— Responda, responda..., ¡Hyung!

¿Qué?

— ¿Le...falta mucho por llegar?

¿A dón-? oh...mierda, ya voy.

Pasaron más o menos cuarenta minutos y el timbre sonó, el castaño casi voló hasta la puerta para abrirla.

— ¡Hyungie!, rápido, venga venga — lo jaló hacia la habitación donde tenía encerrado al rubio.

— ¿Qué sucede?

— Pues que Chimmy aún está en celo y no ha dejado de llorar — abrió la puerta —, ayúdelo.

Empujó a Yoon dentro y volvió a cerrar la puerta.

El azabache no se sentía cómodo, pues apenas ingresó a la habitación, el felino se le lanzó, y no quiso bajarse, era como un pequeño koala.

— Niño..., bájate para que podamos ir a casa...

— Mrrraw..., hyuuu, hyuuung — lo abrazó por los hombros y dejó mordiditas en el pálido cuello del mayor.

Bufó con molestia, tendría que llevarse cargando al menor.

Bajó, se despidió de los propietarios del hogar y se retiró de ahí.

Después de una tortuosa media hora finalmente llegaron. El minino seguía negado a bajarse, por lo que el azabache se recargó en la cabecera de su cama (sin estar completamente acostado) con el rubio pegado como garrapata. Cerró sus ojos para descansar, lo cual no duró mucho, pues sintió unos gruesos labios sobre los suyos. Abrió los ojos, el menor lo había besado, o algo como eso, pues sólo tenían sus labios juntos; ninguno se movía, debido a la falta de experiencia.

El menor al suspirar levemente movió un poco sus belfos con pena, pues no sabía qué hacer.

Yoon Gi se negaba a admitirlo, incluso se estaba odiando en ese momento.

Porque lo estaba disfrutando.

Los labios de ambos se movían de manera muy torpe, haciéndolo más tierno.

Las manos del mayor se fueron inconscientemente a la cintura del rubio, él no se daba cuenta de lo que hacía.

O tal vez sí, pero se hacía el imbécil.

No se dieron cuenta que de un momento a otro la lengua de Yoon Gi estaba en la boca del menor.

No quería que el beso con su hyung se terminara, pero no lograba seguirle el ritmo. Se separaron de manera lenta, ambos abrieron sus ojos y se miraron fijamente.

Chim!; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora