o c h e n t a y s é i s

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Hola, ya voy a publicar como se debe 😎👊







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Era un catorce de febrero por la mañana y ambos mininos estaban durmiendo plácidamente, el azabache se levantó y fue a comprar y recoger algunas cosas que había encargado para su pareja.

Si bien Ji Min no entendía del todo la mayoría de días festivos que se celebraban, amaba hacerlo y eso Yoon Gi lo sabía muy bien.

Llevaba un ramo con rosas y un girasol en medio, un cheesecake y varios dulces que el minino amaba. También le había comprado una camisa y una sudadera que estaba seguro que el menor adoraría, lo conoce muy bien.

Regresó a su hogar, al entrar fue directo a su habitación (dejó los obsequios en la sala) y despertó con suavidad al menor.

— Hyuung, quiero dormir — abrió poquito sus ojos con cansancio.

— Ven, bebé. Tengo algo para ti — acarició sus rubios cabellos y sus felpudas orejas.

— Mm..., ¿es algo que puedo comer?

— Sí.

— Okay — se sentó con flojera y al ponerse sus pantuflas bajó con su mayor a lado.

Al llegar a la sala, el mayor le entregó el ramo junto con una caja envuelta (la cual tenía la camisa y sudadera).

— Aaaay, hyuung — sus ojitos se aguaron.

— No llores, amor — acarició sus mejillas.

— Lo amo mucho, hyuuung — dejó la caja en el sofá, paso su brazo por detrás del cuello del mayor y lo besó aun teniendo el ramo en su otra mano.

— Te amo mucho más — le dijo al separarse del beso.







Eran aproximadamente las ocho pm, la pareja se encontraba en un lugar de comida rápida cenando hamburguesas con tranquilidad, a ninguno de los dos les gustaba los lugares lujosos, así que era perfecto para su cita de San Valentín.

— Hyung, ¿puedo ir por más soda? — preguntó el minino.

— Claro, bebé.

El rubio se levantó con su vasito y fue al lugar donde estaban las máquinas de sodas.

Estaba llenando su vaso con tranquilidad cuando una chica se le acercó por atrás y tocó su hombro, era un poco más alta que él. La miró fijamente sin saber muy bien qué decir.

— ¿Necesitas llenar tu vasito?, ya voy a terminar... — habló bajito y con algo de nervios.

— Oh, no no. Es que mi amiga dice que eres muy bonito y quería saber si le podías dar tu número.

— ¿M-mi número?

— Sí, o sea, de celular, para hablar y eso...

— O-oh..., no, no puedo... No la conozco y mi hyung dice que no debo hablarles a extraños...

— ¿Tu hyung?

Un celoso Yoon Gi llegó y abrazó a Ji Min por la cintura haciéndolo para atrás.

— ¿Se te perdió algo, niña? — preguntó con su voz molesta.

— Pues no..., solo le pedía su número — la chica estaba algo confundida por la repentina aparición del pálido.

— Ji Min, ¿la conoces? — volteó a verlo.

— N-no, hyung...

Regresó su vista a la castaña — No te dará nada, buena noche — tomó la mano de su pareja y regresaron a su mesa.

— Hyung, eso me dio miedo, se me acercó d-de la nada y y y no yo no sabía no sabía q-qué hacer — habló con dificultad.

— Tranquilo amor, no es tu culpa ser hermoso y enamorar a todos — le sonrió acarició su manita.

El menor sonrió en grande y soltó unas risillas.













Estaban camino a casa, habían decidido ir caminando porque según el minino era más romántico.

Balanceaban sus manos juntas y conversaban trivialidades.

Al llegar a su hogar y subir a su habitación se sentía un aura diferente en el ambiente. Con las luces apagadas, el mayor abrazó a su pareja de la cintura y lo atrajo hacia su cuerpo.

El minino lo abrazó por el cuello y sonrió. No se veían del todo debido a la falta de luz, pero sabían perfectamente dónde estaba la cama, caminaron lentamente hacia ella mientras se besaban con lentitud. Yoon Gi lo recostó con suavidad y pasó sus manos por debajo de la sudadera del minino, la cual era la que le compró por la mañana. Se la quitó y la lanzó al suelo, hizo lo mismo con su camisa y procedió a bajar el bóxer y leváis del menor.

Al estar ambos desnudos el mayor tomó sus piernas por debajo de las rodillas y las alzó, haciendo que el menor soltara un leve gemido.

Con cuidado y sin previa dilatación introdujo su miembro en él.

— ¡Aaah, hyung! — apretó la almohada que estaba bajo su cabeza.

Min se movió con lentitud teniendo aún las piernas del menor sobre sus manos.

Al sentir al menor menos rígido se movió con un poco más de rapidez, haciéndolo soltar gemidos con cada estocada que daba.

— Ah, ah, ah, h-hyung — gemía mientras jadeada en demasía.

Un par de minutos habían pasado, el mayor tenía las piernas del minino sobre sus hombros mientras que sus manos estaban recargadas en la cama.

— ¡Aaah, hyung! — sus ojos voltearon hacia arriba, sus rodillas estaban literalmente a los lados de su cabeza. Estaba a nada de venirse.

Un par de estocadas más y se corrió entre sus estómagos. El mayor tenía un poco más de aguante, pues en realidad era la segunda vez que el menor se venía.

Dio una estocada fuerte pero lenta, la cual hizo que por fin se corriera. (Hola, soy su amigo el condón, no me usaron pendejos).

Jadeó con cansancio. Salió lentamente del menor sacándole un suspiro y se acostó a su lado.

Hizo sus sudados cabellos hacia atrás. Ambos tenían la respiración agitada.

— Creo que deberíamos bañarnos — habló entre jadeos el mayor.

— Me da flojeraaa..., ¿me baña?

— No necesitas pedirlo dos veces — se levantó rápidamente con el menor siguiéndolo detrás.

Y supongo que está demás decir que obviamente tuvieron un par de rondas más en la ducha, era algo que debía pasar.

Chim!; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora