Era un domingo por la mañana, aproximadamente las nueve. Yoon Gi salió de casa sin hacer ruido ya que no quería despertar a su pareja, fue lo más rápido que pudo a una pastelería en la que había mandado a hacer un pastel para su minino.
Al recogerlo regresó bastante alegre. Subió hasta su habitación, se sentó en la cama y removió un poco al menor.
— Bebé...
— Mhm... — se quejó y se acomodó un poco.
— Despierta, bonito — acarició sus orejas.
— No, hyuuung — bajó sus felpudas orejas y pegó su rostro a la almohada.
— Despiertaaa — picó a lado de su estómago repetidas veces.
— Ayy — volteó a verlo con los ojitos entre cerrados —, ¿qué pasa? — murmuró con su vocecita ronca.
— Siéntate, lindo.
El menor hizo caso y al sentarse rascó su cabecita.
— ¿Qué? — bostezó.
— Feliz cumpleaños — acercó la caja con el pastel.
— ¿Eh...? — procesó un poco y captó —, ay, hyuuung — sus ojitos se pusieron llorosos.
El azabache sonrió enternecido — toma, es para ti.
Tomó la caja y miró el pastel, tenía un gatito y decía "Felices 21, bebé".
— Es muy bonitoooo, no quiero comerlo — dijo al mismo tiempo que con su dedo robaba algo del glaseado.
Soltó una risilla — Vamos a la cocina, preparé café y leche con chocolate.
Para suerte de la pareja, el pequeño Cha Min se encontraba en un sueño profundo y podían disfrutar plenamente de la cercanía del otro.
Ambos estaban recostados, abrazados y dándose tiernos besos. La pierna del rubio estaba por encima de la cadera del pálido y sus brazos rodeaban su cuello, por otro lado, Min lo tenía bien sujeto de la cintura.
— Hyung, ¿le he dicho lo muuucho que lo amo? — preguntó el menor a milímetros de los labios contrarios.
— Mm, no, creo que no — sonrió el mayor.
— Pues lo amo demasiado — le dio un piquito.
— Yo también te amo, bebé — plantó un beso algo más duradero.
— Hyung... — se removió un poco.
— No te muevas así...
Las respiraciones de ambos se agitaron en cuestión de segundos, se miraron directamente después voltearon a ver a Cha Min en la camita improvisada que le hicieron en el suelo y lo vieron plácidamente dormido. Estaban pensando en lo mismo.
— Aah, hyung — enterró una de sus manos en sus oscuros cabellos y la otra la mantenía en su pálida espalda. Sentía los besos y mordidas que el mayor le daba en el cuello y le encantaba.
— Ji Min — jadeó el mayor mientras sujetaba con fuerza su cintura.
Tenían la respiración tan agitada y estaban tan centrados en hacerlo que no podían hablar.
— ¡Ah! — echó su cabeza para atrás y justo en ese instante un chillido se escuchó.
Bufó y se enderezó un poco — Despertaste al niño — jadeó.
— L-lo siento.
Ni siquiera el mayor logró acabar, pues tuvo que ir a preparar el biberón de su pequeño.
Lo cargó y el menor comenzó a comer.
— Ya luego terminaremos tú y yo — miró a su pareja.
— Espero que Cha Min coma rápido — acomodó sus sudados cabellos.
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Calidad Minecraft 👌
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No sé por qué no me salía los dibujos así que, más o menos así luce Cha Min (de la jeta, obviamente no es tan grande).
