Sé que puedo hacerte muy feliz. Sé de tu miedo, pero ven aquí. Dame tu mano así, cierra los ojos, sí. Siente que puedes confiar en mí. Quiero una vida nueva contigo, quiero volver a aprender a besar, a confiar, a acariciarte como la primera vez. Quiero una vida nueva a tu lado, que olvidemos juntos todo el pasado y darte lo que nunca di. Te estoy siendo sincero, lo único que quiero es una vida nueva junto a ti 🎶❤
POV MAGNUS
Max está cumpliendo el año.
Alexander se ve radiante. Es decir, él siempre se ve perfecto, incluso ese primer día en que yo realmente no lo vi porque mi atención se centró en el pequeño que me miraba como si yo fuera algo demasiado interesante, y aun así algo cambió en mi interior como si supiera que estos dos seres venían a transformar por completo mi vida...
Pero hoy, hoy Alexander de verdad se ve resplandeciente. Sus ojos tienen un brillo especial que en la mañana no estaba. Era como si, al despertar, estuviera triste por algo; pero después simplemente brilló.
POV ALEC
No pude evitar sentirme mal esta mañana. Sí, es el primer cumpleaños de mi bebé, de mi Max, de mi hijo, mi hermoso y amado hijo –¡Y no puedo creer que sea ya un año juntos! Y más de medio año con Magnus en nuestras vidas–; pero esto también significa que hace un año que, en aquel quirófano, Ella me pidió decirle que lo quería y que nunca lo dejaría solo. Hace un año que mi mejor amiga, y madre biológica de Max, murió.
Despertar en los brazos de Magnus ayudó un poco, no puedo negarlo. Sentir su pecho debajo de mí, el latir firme de su corazón, la seguridad y confianza con que me sostiene al dormir y no me suelta por más incómodo que se vuelva durante la noche.
Su cadera golpeando la mía cuando por fin él despierta también. Y ese fuego ardiendo lento en mi vientre, las chispas de deseo encendiéndose y corriendo por mis venas... Es algo nuevo para mí.
Hace algunos meses, cuando Max dio sus primeros pasos después de dos largos días extrañando a Magnus, fue la primera vez que dormimos aquí.
«En aquella ocasión fue muy diferente: estábamos cansados de verdad, los tres. La hora de dormir de Max ya había pasado, Magnus venía agotado de su viaje y yo tenía que levantarme temprano para terminar que revisar exámenes e ir al trabajo. Así que cuando Magnus me pidió que nos quedáramos, realmente se lo agradecí y acepté.
Ni siquiera creo que él haya descansado mucho porque estoy casi seguro que nos cuidó a Max y a mí.
Habíamos despertado en su cama. Envueltos en sábanas escarlata, suaves y cálidas. Yo estaba recostado de lado, un poco echo un ovillo; Max al lado mío, sus puñitos en mi pecho. Y cuando sentí algo tocar mi rodilla –una mano demasiado familiar– noté a Magnus medio dormido, en una silla junto a la cama.
Y creo que sólo la pena al imaginar cómo me veía a primera hora del día y el no poder creer que hiciera esto por nosotros, me impidió arrojarme a sus brazos y agradecerle por todo, no sólo por esa noche.
Entonces Max había lloriqueado entre sueños y Magnus, que sólo dormitaba, despertó de golpe. Se sacudió y sus ojos se abrieron; él se veía hermoso incluso con ojeras y maquillaje corrido, simplemente su sonrisa cuando nuestras miradas se encontraron eran belleza suficiente para mí.
Hubo un “¿Hola?” algo ronco mientras se acercaba a tomar a Max en brazos. Los deditos de Max se aferraron a mí hasta que reconoció la voz de Magnus, entonces aflojaron su agarre y fue tranquilo con él. Varios “Magus” llorosos mientras yo me sentaba en la cama y frotaba mis ojos, Magnus me señaló un biberón que estaba ya listo y, Dios, no podría haberlo evitado aunque hubiera querido: lo abracé con fuerza mientras él alimentaba a mi hijo y lo dije: —Te amo, te amo, Magnus. Gracias por llegar a nuestras vidas.
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Destiny (Malec Mpreg)
FanficTERMINADA» Todas las mañanas Alexander Lightwood y Magnus Bane se encuentran en el mismo vagón del metro. Todas las mañanas el pequeño Max, en brazos de su padre, mira al chico brillante frente a ellos. Todas las mañanas Magnus mira al pequeño ojia...