—Te dije que te iba a proteger.
—¿Qué tal si nos cuidamos el uno al otro?
(E.Davies)
—¿Estás bien? —Magnus asomó su cabeza un poco dentro del baño donde Alec llevaba ya un buen rato.
Alec estaba preparándose para ir al trabajo mientras Magnus daba a Max de desayunar, habían pasado otras tres semanas, unos días más y cumpliría cuatro meses de embarazo. Estaba usando sólo en pantalón –uno especial ahora– y acunó la camisa contra su pecho cuando escuchó a Magnus. Abrazándola con fuerza como si necesitara anclarse a algo y también usándola como escudo, cubriendo que... Su labio inferior sobresalió: —Estoy gordo.
Magnus lo miró en silencio, sin entender del todo. Lo miró con atención: sus caderas un poco más anchas ahora, las tiras de piel pálida que quedaban descubiertas donde no lo cubría la camisa arrugada que abrazaba fuertemente, las clavículas marcadas, los hombros con esas constelaciones de pecas que Magnus quería acariciar y besar de nuevo... Tragó, a través del nudo en su garganta, e intentó concentrarse. —¿Q-qué...? —se encontró con la mirada de Alec en el espejo.
Alec lo miraba con esa frecuente mezcla de tristeza, ternura, confusión y amor.
Esos bonitos labios se separaron, como si fuera a decir algo, y luego Alec –con una expresión de sorpresa– abrió demasiado los ojos y gritó. La camisa cayó hasta el piso, una de sus manos se agarró con fuerza al tocador frente a él y la otra fue inmediatamente a su vientre ya abultado.
—¡¿Qué?! —Magnus medio tropezó dentro, asustado por el grito y la expresión de Alec—. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasa?
Magnus ya no se levantó, así que terminó de rodillas frente a él y Alec se dio vuelta lentamente para quedar de frente. Intentó sonreírle, pero sus labios temblaban y estaba... ¿llorando?
—¿Alexander, cariño, qué pasa? —Magnus preguntó de nuevo y estaba por levantarse cuando la mano de Alec se posó sobre uno de sus hombros y lo mantuvo ahí, de rodillas. Magnus miró hacia arriba, confundido.
Otra sonrisa extraña y temblorosa apareció y luego: —Creo que se me está moviendo —Alec se echó a llorar más cuando sintió las manos de Magnus tomar suavemente sus caderas y su mejilla acariciar su vientre desnudo. Apenas pudo hablar a través del nudo en su garganta—. ¿Lo sientes?
¿Realmente fue el bebé o ya estaba alucinando? ¿Podía ser ya el bebé? No recordaba en qué momento Max comenzó a moverse dentro de Ella...
Magnus, maravillado por la sensación y con las mejillas también húmedas, miró hacia arriba. Lentamente se puso de pie, sin soltar el agarre suave sobre Alec. —¿Nuestro bebé se movió? ¿Por qué estás llorando?
Alec sorbió y limpió descuidadamente su nariz. Sus labios temblaron y Magnus tomó su mano entre las suyas, la que acababa de cerrar en un puño. No pudo mirarlo a los ojos mientras hablaba, porque era la primera vez que se sentía lo suficientemente valiente para decirlo: —Cada que dices “nuestro” —y su voz se rompió un poco ante la palabra— no me siento digno —algunas nuevas lágrimas cayeron— de ti. Cuando te conocí me pareciste tan brillante, pero no por la misma razón que a Max —se congeló cuando escuchó la risa de Max y sintió una de sus manos en su mejilla, acariciando muy muy suavemente, apenas rozándolo—, tú sabes que eres fabuloso e iluminabas el lugar con tu presencia, incluso cuando ibas más dormido que despierto —Alec se encontró sonriendo, aunque dolía— y cuando me miraste no podía creerlo, porque yo soy...simplemente yo. Pero ¿que amaras a mi hijo?, Magnus ese fue el mejor regalo que pudiste darme. E incluso después —había un nudo en su garganta ahora. Magnus nunca preguntó y él no podía darle detalles—, cuando supiste que es mío por elección, que no es biológicamente mío, nunca hizo una diferencia para ti. Y te amo —parpadeó las lágrimas—, te amo por eso. Y ahora...ahora, con lo...lo... —estaba temblando, su cuerpo se estremecía y podía sentir la mirada preocupada de Magnus—, lo q-que s-suc-cedi-o, lo que...lo que me...hicieron... No sólo no me siento digno de ustedes, de ti y de Max... —se atrevió a mirarlo al final—, sino que además no siento que merezca la felicidad y el milagro de esto —señaló su vientre—, no cuando soy un despojo, alguien sucio y manchado, usado, ¿cómo puedo ser digno de algo tan puro?, ¿cómo puedo llevar vida dentro de mí cuando todavía no dejo de sentirme muerto yo mismo? ¿Cómo, Magnus, cómo podré ser buen padre así? ¿Cómo podré ser digno de ustedes otra vez? ¿Cómo le enseño a mis alumnos a ser valientes cuando yo me caigo a pedazos la mayor parte del día?
—Ay, cariño —Magnus lo abrazó con fuerza, confiando en que si se estaba abriendo aguantaría e incluso apreciaría un buen abrazo—. Tú no sólo eres valiente ya y digno, tú mismo eres un milagro. El mundo es una mierda muchas veces, más de las que no lo es, y lo triste es que no sólo castiga a los malos, a los buenos como tú también los golpea. Es injusto, pero es así. No voy a decirte que son pruebas que Dios o alguna deidad superior manda a quienes son fuertes, porque eso es una estupidez; pero es cierto que el hecho de que tú te hayas levantado dice mucho de tu fortaleza, que sigas sonriendo para Max aunque te sientes deshecho habla de un hombre mucho más que valiente... Y, Alexander, no estás gordo, cariño; estás lleno de vida y eres hermoso. Y eres digno porque tú mismo, aquí de pie alistándote para ir al trabajo cuando muchos seguirían llorando en la cama, eres un bendito milagro. Soy yo quien no soy suficiente para ti y aun así no voy a irme nunca porque te amo, y voy a seguir a tu lado cada instante que me regales para recordarte lo bueno y digno que eres y para intentar serlo tanto como tú. Te amo, Alexander. Por favor, no lo olvides.
Alec no dijo nada –no podía–, pero se quedó dentro del abrazo y eso dijo mucho más que mil palabras.
* ~ * ~ *
¡Hola! Acá en México hoy es día de la madre y quería regalarles un actualización, así que me decidí por esta historia –y quizá en un rato LITTLE STONY–, espero les haya gustado el capítulo ❤
Feliz día a sus mamás y a ustedes quienes ya lo son también 💙
Un último aviso. Ayer subí una historia nueva que no es en realidad una historia jaja, es poesía o un intento de... Si gustan pasarse y darme su opinión se los agradecería. Se llama FRAGMENTOS DE UN CORAZÓN ROTO 🙆❤
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Destiny (Malec Mpreg)
ФанфикTERMINADA» Todas las mañanas Alexander Lightwood y Magnus Bane se encuentran en el mismo vagón del metro. Todas las mañanas el pequeño Max, en brazos de su padre, mira al chico brillante frente a ellos. Todas las mañanas Magnus mira al pequeño ojia...