15. El pasado del entrenador

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Shawn PDV:

- Era un sábado normal y corriente hace unos... 15 años. Volvía de jugar un partido de fútbol, venía en el coche con mi padre, mi madre y... Aiden, mi hermano.

*FLASHBACK*

- Gran partido, chicos. ¡Habéis estado impresionantes! - Dijo mi padre mientras conducía. Mi padre era un humilde oficinista; y, como ya te dije, también era socio de el antiguo director del Alpino.

- Me encanta veros jugar. Si os sincronizáis más, llegareis a ser perfectos. - Dijo mi madre. Mi madre trabajaba de camarera en la cafetería más famosa de la ciudad en la que vivíamos, pero al nacer Aiden, dejó el trabajo temporalmente. Hasta que nací yo y entonces si dejo el trabajo completamente para encargarse de nosotros.

A mi lado, estaba Aiden, él y yo eramos iguales físicamente. Pero completamente opuestos en personalidad. Él era muy activo y extrovertido, mientras yo era tranquilo e introvertido. Él jugaba de delantero y yo de defensa. Decían que eramos las estrellas del campo "los hermanos Froste".

- ¡Vaya golazo que he metido! ¿Lo habéis visto? - Siempre chuleándose de sus hazañas futbolísticas...

- Si hijo ¡una pasada! ¡No hay quien te pare! - Le dijo mi padre.

- ¡Y tu Shawn también has estado muy bien! - dijo mi madre.

En mi familia había como dos tribus: Aiden con mi padre y yo con mi madre. Aiden y mi padre siempre estaban de parte de los delanteros y yo y mi madre, en cambio, de los defensas. Siempre era debate en las comidas familiares.

Íbamos en coche de vuelta a casa, había mucha niebla, llovía y encima hacía mucho frío así que fuimos despacio y muy atentos al frente. Pero la naturaleza no quiso que llegásemos a casa. Una avalancha de nieve cayó sobre nosotros, nos sacó del carril y caímos hacia el vacío. No eran muchos metros, pero nos dimos un buen golpe. Salí disparado de la puerta y caí lejos del coche. Cuando recuperé la conciencia estaba de nieve hasta la cintura y unos bomberos que nos habían encontrado me rescataron. Pero, Aiden y mis padres quedaron bajo la nieve, muriendo así, de frío bajo kilos y kilos de nieve.

- ¡¡¡Nooooooooo!!! - grité mientras me alejaban del lugar del accidente.

*FIN DEL FLASHBACK*

- Al día siguiente desperté en el hospital, me dijeron lo que pasó. Y como comprenderás, no fue fácil de superar el que mis padres y mi hermano murieran siendo yo tan joven. Estuve días, incluso semanas sin apenas probar la comida, fue un golpe muy duro.

- Dios mío... - dijo Njord casi llorando.

- Lloré muchísimo. Me sentía solo y perdido. No tenía tíos, ni abuelos, ni parientes lejanos, a nadie...

A los pocos días del accidente, me llevaron a un sitio para decirme lo que iban a hacer conmigo. Me dijeron que mis padres pidieron que si les ocurría algo, el director del Alpino sería mi "Tutor legal".

- ¿Y entonces que pasó? - me dijo Njord muy concentrado en mi historia.

Me llevaron con el director y éste me dio esta habitación en la que estamos ahora, aparte de otras indicaciones. Pero claro, era un niño de 9 años ¿que iba a entender?

- Claro. No sabrías ni lo que estaría ocurriendo realmente. - me dijo Njord.

Claro. Hice mis estudios de secundaria y bachillerato en el Alpino hasta cumplir los 18 años. Yo hasta entonces, ya era un chaval independiente, básicamente me crié solo. Me explicaron lo que no supieron explicarme a los ocho años. Era muy solitario y no me gustaba mucho los grandes grupos de personas, prefería estar solo.

- ¿Y entonces la bufanda? - me preguntó Njord curioso.

- El día siguiente a instalarme en el Alpino, vino el director a donde mí para darme esta bufanda. Me dijo que los bomberos la encontraron tirado entre los escombros y me la dieron a mí.

- Joe, vaya bonito recuerdo. - dijo Njord irónicamente.

- Ya, yo al principio también pensé lo mismo, un horrible recuerdo...

- ¿Y por qué no se deshizo de ella?

- Básicamente, por el simple hecho de que podía conectar con mi hermano a través de ella.

- ¡¿Cómo?! - dijo Njord asombrado.

- Al ponerme la bufanda y girar la posición de ésta, cambiaba mi ser con el de mi hermano. Era completamente bipolar. Recordaba que mi padre nos decía que al estar unidos, seríamos perfectos. Ese pensamiento me lo hizo pasar muy mal, solo pensaba en "ser perfecto" y nada más que eso. Pasaba el tiempo, y Aiden se hacía cada vez más poderoso hasta el punto de coger mi cuerpo cuando él quería.

- Que siniestro... - Njord se empezó a asustar.

- Si, la verdad es que me lo hizo pasar bastante mal...

- ¿Y por qué no se deshizo de la bufanda cuando tuvo la oportunidad?

- Si me deshacía de ella, perdería lo único que tenía, a mi hermano.

- ¿Y cómo lo superó? - me preguntó Njord.

- Gracias al Raimon. El equipo en el que jugaba en esa época. Con la ayuda de Mark Evans, Axel Blaze, Byron Love y todos los demás conseguí controlar mi ser haciendo que dejara de lado mi pensamiento de perfección. Se lo debo todo a ellos. Sigo conservando la bufanda para hablar de vez en cuando con Aiden, como viste el otro día.

- Se ve que Mark Evans fue una leyenda del fútbol. Y sí, le noté diferente cuando tenía la bufanda. - me dijo Njord.

- Es por el cambio de almas, cuando está Aiden, se me eriza el pelo y los ojos se me vuelven naranjas como los que tenía Aiden. Pero ahora ya sabemos controlarnos. - le dije a Njord.

- Vaya historia más... Épica. - Me dijo Njord mientras bostezaba.

- Ya... No todos tenemos una vida perfecta, pero en fin... Creo que... (bostezo) deberías irte a dormir. Ya es tarde y deberías estar acostado ya...

- Sí... Me voy. - Njord se levantó, me dio la chaqueta, me dio las gracias  se estiró y se fué. No sé por qué, pero hay algo en él que me hace sentir diferente, me hace sentir bien.

Njord PDV:

La historia del entrenador Froste me conmovió mucho. Que vida más difícil tienen algunos... Bajé a la puerta de abajo del pabellón para respirar un poco de aire fresco. Hacía mucho frío asi que estaba tiritando, pero ya sabéis que esa sensación me encanta.

Me quedé embobado mirando los insectos rodear y chocarse constantemente contra la lámpara de la entrada, cuando un señor me habló:

- Perdona - me asusté y miré a el que me habló. Era un señor de edad aproximada a los 26, pelo rojo, ojos verdes hermosos con gafas y bastante alto.

- ¡Uy! ¡Perdon! No quería asustarte, ¿me podrías decir donde está el despacho de el director? - me preguntó el señor pelirrojo.

- Ahí mismo. - le señalé la puerta.

- Gracias chico. - el señor pelirrojo se fué. Me sonaba de que ya lo había visto antes. Bueno, ya lo veré, si eso.

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Wiiiiiiii!! Vaya historia la de Shawn! Que mal... :'( ¿Ya sabéis quién es el nuevo personaje? No, no es Aiden jajaja. Vale ya sé que lo sabíais, pero bueno :D Mañana profundizaremos más en el personaje nuevo. A ver que se cuenta...

Un saludo! Aaaaaaaaaaaaaagggurrrrrr!!!!

~Icenazuma~

Pasaros por shiro_fubuki y Eleniita-1D ;-D

Una Fría AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora