¿Qué pasaría si Inuyasha y Kagome cambiaran de épocas?
¿Qué sucedería si los personajes de la era antigua estuvieran en la actual y viceversa?
¿Qué pasaría si todo ocurriera al revés?
InuYasha Himura es un estudiante de tercero de secundaria, siem...
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Se miró al espejo, en mucho tiempo no había pensado en soltarse el cabello pero no tuvo de otra pues toda su rompa está lavándose y por lo visto la madre de Inuyasha le había dejado un conjunto de ropa muy extraño pero en éstos momentos eso era lo de menos. Miró el pequeño frasco de vidrio que colgaba por su cuello, el cual tenía un fragmento de Shikon. Ahora en verdad las cosas se habían complicado.
Aún podía recordar lo ocurrido ayer, sin querer la Shikon no Tama se partió en mil fragmentos por lo visto, pues lo único que encontraron perteneciente a la perla fue un diminuto fragmento en el piso. Obviamente el destino de esa joya es fácil de descifrar y como si eso no fuera suficiente, debía volver a casa pero ¿Cómo? Además tenía una misión, ya una vez Kaede le contó sobre la perla y es por eso que ella se siente responsable por ésto ya que de todas formas esa joya estuvo en su interior por muchos años.
Por suerte no estaba sola en éste extraño lugar, Inuyasha se había ofrecido a ayudarla hasta que regresará a su hogar y también estaba la señora Tamae, la madre del peliplateado, quién anoche fue muy hospitalaria con ella y le permitió quedarse pero obviamente la envió a otra habitación lejos de la de Inuyasha.
No estaba muy segura de salir con éstas ropas que le dieron, es un uniforme de falda verde, blusa blanca, un pañuelo rojo, medias blancas y zapatos negros. Curiosamente se sentía más cómoda usando eso y por fin se dignó a salir del baño topándose con Inuyasha, al parecer él esperó por varios minutos ahí.
-¿Qué tanto hacías ahí adentro...?- no termina de hablar al notar que Aome usaba el uniforme de colegiala de su instituto y además traía el cabello suelto, nuevamente le recordó a esa persona e inmediatamente desvía su mirada.- oye...
-¿Pasa algo?- le mira interrogante.
-Quítate eso...- la azabache le pega en la cabeza con la punta de su arco.- ¿¡Y eso a qué vino?!
-Por atrevido- frunce el ceño.
-¡Oye, no te dije que te desnudaras! ¡Quiero que te pongas esas ropas extrañas!- exige.
Aome da un suspiro.
-¿Acaso me parezco a alguien?- pregunta.
-¡Ket! No es eso tonta...- cruza los brazos mirando hacia otro lado.
<<No puedo creerlo, está peor que un niño>> piensa la azabache.
-Olvídalo, volveré por la tarde y mientras tanto, mejor no salgas- es lo último que dice, colocándose su gorra mientras bajaba las escaleras y sin más sale por la puerta principal.
~o~
De un momento al otro la casa estaba desierta pues Tamae salió con Yosuke hace varias horas, por suerte había muchas actividades que hacer en la casa, en la sala había un increíble artefacto que mostraba imágenes y en general habían muchas cosas sorprendentes que jamás había visto. Pero aún así no podía estar tranquila del todo, podía sentir algo peligroso en el aire y lastimosamente hasta ahora no podía saber de que se trataba.