[Cαρíтυℓσ 50]

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Capítulo 50: ¡El equipo se ha reunido!
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Fue un momento inesperado pero acojedor, nunca esperó encontrarse con su primer amor tan repentinamente pero sin duda estaba más que feliz, sin embargo, aquel reencuentro fue interrumpido por la aparición un grupo de seres que obviamente no fueron...

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Fue un momento inesperado pero acojedor, nunca esperó encontrarse con su primer amor tan repentinamente pero sin duda estaba más que feliz, sin embargo, aquel reencuentro fue interrumpido por la aparición un grupo de seres que obviamente no fueron invitados, los peores enemigos del Clan Lobo lograron irrumpir y los ataques comenzaron. Un rayo de poder se estampó contra el techo abriéndole un enorme agujero y la batalla que por tanto tiempo los lobos trataron de evitar comenzó. Dos youkai con forma de ave gigante arremetieron contra el líder pero no contaron con que serían frenados por las flechas sagradas de una poderosa sacerdotisa del sengoku, Koga aprovechó ésto para hacer uso de las legendarias garras del lobo y destrozó a ambos youkai en segundos antes de que siquiera se le acercarán a Kagome.

Ginta y Hakkaku junto al resto de la tribu no tardaron en llegar para unirse al combate y defender su territorio, más y más aves sobrenaturales ingresaron con furia exigiéndole al jefe del lugar que entregue los fragmentos de Shikon de sus piernas. El fuego no tardó en hacerse presente, las aves tenían pensando acabar con el clan entero de ser necesario pero Koga y Kagome al unir sus fuerzas en combate les dificultaron las cosas, no sería fácil obtener aquellos trozos de Shikon y lo sabían, pero las Aves del Paraíso no venían solas, su elemento sorpresa estaba por venir.

—¡NOS LOS DEJARÉ AVANZAR! ¡LOS PURIFICARÉ A TODOS SI NO SE RINDEN!— aseguró Kagome a las aves youkai pero al ver que no tenían ninguna intención de retirarse, sin dudar disparo tres flechas al mismo tiempo que provocó una explosión celestial que eliminó a gran parte de los enemigos. Koga sonrió ante el poder de su acompañante.

Cuando todos pensaron que el peligro había pasado, un enorme remolino de viento ingresó haciendo pasados el sitio y del mismo dos seres inquietantes salieron, dos mujeres que obviamente no eran humanas, una tenía una sonrisa malévola en su rostro con un curioso abanico en manos y la otra mostraba un rostro carente de emoción sin soltar un extraño espejo. Ambas fueron reconocidas inmediatamente por los miembros del Clan Lobo, Koga en especial sentía un enorme odio por la mujer del abanico pues ella masacró a sangre fría a más de la mitad de sus camaradas y de la mujer del espejo ni se diga, ella estuvo a punto de matar a su prometida robándole sus almas con ese maldito espejo.

—Solamente quiero esos fragmentos, entréguenlos y ninguno de ustedes morirán en manos de mi compañera Kanna y yo— ríe con malicia.

—¿Toda esta destrucción por esos fragmentos? ¿Por qué hacen esto?— interrogó indignada Kagome, recibiendo la atención de las dos misteriosas chicas.

—Yo, Kagura de los vientos, no tengo porqué responder a las preguntas a una simple humana— avanza preparándose para atacar— mejor aléjate, no querrás ver como acabado con todos ellos.

El líder del Clan sin poder contener su ira, corrió hacia Kagura y haciendo uso de las garras del lobo lanzo un ataque poderoso que fue bloqueado en segundos por los vientos que protegían a su rival, los demás lobos se unieron para apoyar a Koga. Kanna finalmente decidió participar en la batalla, robo parte de las almas de algunos de sus oponentes pero antes de poder atacar al jefe del lugar, una flecha salió disparada hacia ambas, lo suficientemente cerca para purificar parte de sus energías demoníacas y lo suficientemente lejos para no matarlas.

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⏰ Última actualización: May 12, 2022 ⏰

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