[Cαρíтυℓσ 17]

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Capítulo 17: La hermana de Sota.
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Salió del pozo y de inmediato se encaminó a su aldea

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Salió del pozo y de inmediato se encaminó a su aldea. Estaba verdaderamente molesta por lo que le dijo su amigo hanyou, pensaba que no era más que una chica débil y eso no le gustaba, odiaba que la llamaran "débil" solo por aparentar serlo. Todo su arduo entrenamiento como miko dice lo contrario, a pesar de que todavía le falta aprender más.

-Kagome, por fin regresaste- le da la bienvenida su mentora y la mencionada asiente con una pequeña sonrisa.- ¿Lograste encontrar más fragmentos?

-Sobre eso, a penas tengo uno. Aquí es...- se percata de que no tiene el pequeño frasco con pedazo de cristal, entonces recordó que lo había olvidado en la habitación de Inuyasha sin querer.- parece que lo olvidé allá, pero no se preocupe anciana Kaede, mañana volveré por el.

<<Después de todo Inuyasha no se interesa para nada en los fragmentos a pesar de tener un lado demoníaco, así que nada malo podría pasar si los dejo a su cargo...>> pensó la chica.

-De acuerdo, confío en que nada malo ocurrirá. Por cierto, hoy pienso llevar unas flores a la tumba de mi querida hermana ¿Gustas en acompañarme?- pregunta suavemente.

-¡Claro! Usted sabe lo mucho que admiro a su hermana, anciana Kaede. Después de todo fue la primera miko que se encargó de la Shikon no Tama- esboza una sonrisa.

Así se pasó el tiempo con rapidez, al atardecer Kagome ya se preparaba para ir nuevamente a la era actual, ubiera salido antes pero lamentablemente se quedó dormida. Se despidió de todos, finalmente entrando al interior del pozo devorador de huesos y en segundos apareció como de costumbre en ese templo.

-Hola ¿Tú quién eres?- preguntó un niño de aproximadamente nueve o diez años, desde la parte de arriba de la bodega.

-Ah, hola pequeño- sonríe, acercándose a él- lamento aparecer así, solo estaba de pasó y disculpas por irrumpir en tu hogar.

-Ya veo, no hay problema. Eres la turista de ropas extrañas que visita éste lugar a menudo con el chico de la gorra ¿O me equivoco?- aseguró.

-¿Turista? Bueno algo así- ríe levemente, extendiendo su mano- soy Kagome por cierto.

-Mucho gusto, me llamo Sota Higurashi- estrecha la mano de la miko- me agradas señorita de las ropas extrañas ¿Quieres pasar a comer algo?

-No veo porque no- acepta animadamente, aún sabiendo que estaba algo retrasada.

Se quedó sin querer por varias horas ahí, la casa estaba algo solitaria, ahí dentro solo estaban ella, el infante y el gato de nombre Buyo, con el cual no pudo evitar ponerse a jugar. Sota le explicó que por ahora debía quedarse solo en casa mientras su madre cuidaba a su abuelo en el hospital, todo originado por un misterioso incendio en uno de los templos.

El sєcrєtσ dє Nuєstrαs Épσcαs [Iηυγαshα γ Καgσmε]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora