El sєcrєtσ dє Nuєstrαs Épσcαs [Iηυγαshα γ Καgσmε]

[Cαρíтυℓσ 9]

Capítulo 9: La verdad salió a la luz
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Tanto el hanyou como la miko ingresaron nuevamente al pozo después de despedirse de los demás, una luz violeta los envolvió y cuando está desaparece ya se encontraban en la era actual.

-¿Piensas hablar con tu madre, Inuyasha?- pregunta Aome terminando de salir de pozo.

-Si, necesito saber porque ella me ocultó la verdad sobre mi y mi padre.

Así ambos comienzan a caminar lejos del pozo y en eso un hombre de edad avanzada llega hacia ellos.

-¿Todavía sigues aquí muchacho...?- posa su vista en la azabache- parece que ya encontraste a tu amiga, me alegro.

-Dispcúlpenos por entrar sin permiso a sus terrenos- se disculpa Aome haciendo una reverencia.

-No te disculpes niña, de todas formas éste es un sitio turístico- sonríe.

-Si, bueno, ya nos vamos- dice el peliplateado tomando a la joven del brazo, caminando apresurádamente.

<<Esa chica se parece mucho a... No, debió ser mi imaginación>> piensa el abuelo mientras les veía irse.

Aome echó un último vistazo al templo, sintiendo como si ya lo ubiera visto muchos años atrás y después se apresuró para alcanzar a Inuyasha. Era evidente que él estaba demasiado apurado por llegar a su casa y no era para menos, tenía demasiadas preguntas por ser contestadas.

-Oye Inuyasha...- lo llama captando su atención- hay algo que nunca entendí ¿Qué es exactamente éste mundo?

-No sé si lo entiendas, por lo que pude analizar tú vienes de una época antigua más conocida como el sengoku y yo vengo cómo quinientos años aproximadamente en el futuro...- supone y la joven le mira impresionada.

-¿¡Entonces vienes del futuro?!- abre los ojos como platos- eso explica porque aquí hay tantas cosas extrañas y nuevas.

-Y mi origen está relacionado con tu época, lo único que no me queda claro es como podemos viajar entre dos eras distintas por un simple pozo viejo- se queda pensando.

-Yo pienso que todo es posible en éste mundo- comenta.

-Así parece...- mira hacia el cielo.

~o~

Al llegar ya había anochecido por completo, entraron en silencio pero al prender las luces vieron a la madre de Inuyasha sentada en uno de los sofás y por lo visto los había esperado durante horas.

-¡Inuyasha Sekai Himura! ¿Por qué llegas a estás horas? Me tenías muy preocupada- se acerca a él abrazándolo sin previo aviso- oh y Aome viene contigo, hola linda.

-Buenas noches señora Tamae- saluda con una reverencia.

-Deja las formalidades querida, me alegra tenerte aquí de nuevo- sonríe ampliamente.