[Cαρíтυℓσ 16]

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Capítulo 16: La máscara que come carne.
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Se apresuró a seguirla y en cuestión de segundos logró alcanzarla, a simple vista se podía ver que estaba enojada, además de que precisamente planeaba volver al sengoku

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Se apresuró a seguirla y en cuestión de segundos logró alcanzarla, a simple vista se podía ver que estaba enojada, además de que precisamente planeaba volver al sengoku. La buena noticia es que por lo visto la miko ya se sabía el camino de memoria y no corría el riesgo de perderse de nuevo.

-Kagome ¿Estás molesta?- preguntó el hanyou, mirándole de reojo.- mira, solo debes buscar un par de cristales por todo Tokyo, no le veo lo peligroso a eso.

-¿Un par? Son como mil fragmentos y a penas tenemos uno- agacha la cabeza y suelta un largo suspiro.

-¿Y qué tienen de especial aquellos fragmentos?- alza la ceja.

-Bueno, con uno solo de ellos puede aumentar el poder de cualquier youkai o humano a grandes escalas. Y cuando la Shikon no Tama éste completa, se dice que tiene la habilidad de conceder cualquier tipo de deseo a quién la tenga- explica llamando la atención de su acompañante.

-¿Dijiste cualquier deseo?- cuestiona sorprendido y la joven a su lado asiente.- eso cambia las cosas- lo último lo dice en voz baja, casi inaudible.

-Así es, además, según la antigua leyenda, la antigua miko que la custodiaba fue asesinada por uno de los youkai que quería la joya. Fue entonces que ella pidió ser quemada junto la perla...- añade, ésto último fue un dato extra que por el momento ambos le restaron importancia.

En menos de lo esperado ya habían llegado al templo Higurashi, como siempre fueron recibidos por ese hombre de avanzada edad, el cual les regalo un llevaro de la Shikon no Tama y después les permitió pasar. Inuyasha por su lado estaba más pensativo de lo normal y Kagome seguía observando con asombro el llavero.

-Oye Inuyasha ¿Ésta cosa de aquí es falsa?- interrogó curiosa.

-Claro tonta, es un amuleto que venden en éste templo- explicó y después de pensarlo mejor, se decidió a hablar- te voy a ayudar ¿Entendido?

-¿De verdad? ¡Gracias! Te prometo que no seré una carga para ti- esboza una sonrisa, entrando junto con él al pequeño templo, donde se ubica el pozo- ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

-¡Ket! ¿No es obvio?- esquiva su mirada- eres muy torpe y no sobrevivirás ni un día aquí, es lógico que me necesites.

-Que grocero ¡Abajo!- el peliplateado se estampó contra el suelo, provocando un fuerte estruendo- y otra cosa ¡No soy torpe, abajo! Nos vemos.

<<¿Qué demonios le pasa a esa mujer?>> se pregunta en su mente con fastidio, levantándose con dificultad del enorme hueco en donde se encontraba.

~o~

Al día siguiente el hanyou de la era actual, se alistó para volver a la escuela y ponerse al día, algo que por suerte no le resultaba tan complicado pues es uno de los más aplicados del salón. Como siempre se colocó su confiable gorra y se dispuso a irse después de terminar el desayuno, dejando a Tessaiga al cuidado de su madre, ya que lógicamente no podría llevarla al instituto.

El sєcrєtσ dє Nuєstrαs Épσcαs [Iηυγαshα γ Καgσmε]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora