Quebrantada (TWD) (Daryl Dixon) [3]

Capitulo 36: Mapas

Último capítulo de temporada.
Narra Daryl.

Desde que salí de Alexandria con Aarón sentí el aire más ligero. Al fin no me sentía encerrado pero aún había algo que deseaba regresar a ese encierro.

"Jade"

Después de hablar con ella ayer, mi prisa por regresar se duplicaron. No quería que se angustiara y se sintiera mal de nuevo y salga de nuevo esa desconfiada Jade con la que no se como diliar.

Hoy Aarón me indico un lugar donde regularmente hay mucho movimiento y al llegar note que tenía razón.

-Alguien pasó por aquí hace un rato- le señalé el suelo

-Si lo vemos, lo seguimos, ponemos el micrófono, observamos y escuchamos- me indicó

-¿Por cuánto tiempo?

-Hasta que estemos seguros- contestó- debemos estar seguros

-¿Exiliaron a alguien?- pregunte con curiosidad

-Si

-¿Qué pasó?

-Fue al principio- comenzó- a tres personas. Dos hombre y una mujer. Su líder era un tipo brillante. Creí que se adaptarían pero no fue así. Yo los lleve, así que yo los tuve que echar. Un día....Aiden, Nicholas y yo los llevamos lejos en un auto, les dimos provisiones para un día y los abandonamos.

-¿Ellos no se opusieron?

-Teníamos sus armas- dijo con pena- no puedo cometer de nuevo ese error.

Asentí. No seguimos hablando. Después de un rato de seguir el rastro de esta persona, detuve a Aarón y lo empujé un poco hacia atrás.

"Ahí está"

"Un hijo de puta con un pocho rojo fosforescente"

Le señale a Aarón al hombre y él rápidamente sacó de su mochila unos binoculares, su micrófono y una clase de binoculares extraños para él. Me paso los binoculares normales.

El hombre caminaba por el pastizal muy quitado de la pena, viendo las hierbas a sus pies. En un momento tomó algo de la hierba lo cubrió en sus manos y luego lo puso en su cara.

-¿Qué hace?- me preguntó Aarón

-Puerros silvestres- dije bajando mis binoculares- el hijo de perra sabe cómo protegerse de los mosquitos

El hombre comenzó a avanzar.

-Vamos, no nos quedemos atrás

[...]

Nos quedamos atrás. No lo podíamos encontrar. Le perdí por completo el rastro, a lo máximo que llegamos es esta empresa de latas de comida.

-Revisamos el bosque, las calles, no lo encontramos- me dijo- a veces desaparecen. A veces pasa, pero no todos los días te topas con algo como esto- señaló la fábrica

-Si hacemos esto ahora, nos estamos riendo- argumente

-Estamos ya a 80 km de Alexandria- replica Aaron- es hora de volver. Necesitamos más personas y las hallaremos pero cuando las hallemos, necesitamos darles de comer.

Yo me giré a ver de nuevo la fábrica, que se encontraba a dos rejas de nosotros. Saque el cuchillo de mi cinturón.

-De acuerdo- concorde

Golpe el cuchillo contra la reja para atraer a todos los caminantes que había dentro. Cuando se acercaron lo suficiente Aarón y yo los comenzamos a derribar hasta que todos estuvieron en el suelo. Abrimos la reja y continuamos hasta la siguiente reja. En la siguiente reja nos dimos cuenta que no había ni un solo caminante.