Hay días en los que crees que la vida no tiene nada importante para ti,
no lo ves, hasta que te sucede.
Esta es la historia de dos chicos que se conocieron por casualidad.
Jared; amante de las palabras, fiel a la realidad.
Ophelia; sueños y fantasí...
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Las palabras son, sin duda, el arma más poderosa que el ser humano puede tener.
Son nuestra herramienta para comunicarnos; para mostrar nuestros pensamientos y sentimientos, para luchar por lo que queremos y creemos que es correcto.
Sin ellas no seríamos nada.
Pueden hacer el bien como pueden dañarnos, tan profundamente que nos rompen en añicos, fragmentos... en mil pedazos.
Agridulces Palabras Son las que palabras que hemos dicho esta noche.
Que he dicho yo Y todas las anteriores. Todas cubiertas de sutil dulzura, Mentiras amargas y ácidos secretos.
A veces las palabras correctas no son siempre las mejores, ni las que todos quieren escuchar.
Porque pueden romperte, en añicos, fragmentos, en mil pedazos.
Ahora soy yo quien ve tu espalda, Estás tan decidido a irte que no te detengo.
Aunque quisiera ya es muy tarde.
Esta historia inició con las palabras Y son las mismas quienes la concluyen.
Tú más que nadie sabe lo importantes que son. Y aún así las usaste como armas. Me atacaste sin piedad.
Con tus agridulces palabras Firmaste nuestro Destino.
Y
Tal como me advirtió
...
Todo comienza a tornarse obscuro Todo pierde vida Y Color.
Excepto esa luz brillante, tan familiar.
Pero que, durante este tiempo no había extrañado en lo absoluto.
La luz turquesa no parece rendirse aún me insiste, me abraza me pide que me quede.
Pero sigo mi camino, la ignoro.
Por mucho que lo quiera ya no hay marcha atrás.
"Él tuvo el poder de traerte, Y sólo él será quien tenga el poder de Terminarlo todo."
Efectos colaterales o Un par de agridulces palabras
