043 Altschmerz

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n/a: les recomiendo escuchar Immanuel de Tony Anderson mientras leen...
¡disfruten! ^^

043Epílogo ;  Altschmerz

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043
Epílogo ;
Altschmerz

La mañana se avecina, como siempre soy yo quien la sorprende primero. Puedo ver desde mi ventana como el sol sale detrás de los edificios que ahora obstruyen la hermosa vista que tenía antes, el pequeño bosque de la ciudad que tanto me gusta. Lo único que daba un toque de alegría a mis mañanas.

La razón por la que elegí este departamento para vivir hace casi dos años fue la vista. Por alguna razón la naturaleza me trae una sensación de paz y serenidad, aun no puedo entender el porque pero me siento bien con tan sólo verla. E iba a necesitarlo ya que no suelo ser una persona mañanera, de alguna manera despertar provoca en mi sentimientos de una nostalgia interminable.

Desde hace pocos meses comenzaron las construcciones de un nuevo centro comercial, como si no hubiera suficientes en toda la ciudad, justamente frente a mi departamento.

Un día más en el que despierto con la misma sensación de melancolía y sabor agridulce, curiosamente mi estado cambia después del medio día. He querido asignar este sentimiento a la monotonía de mi vida y a esta rutina que me gané a pulso después de que regresé de... ese viaje.

Afortunadamente pude recobrar mi vida después del incidente, no fue nada fácil llegar a casa después de haber huido por varias semanas. La relación con mi madre fue la que más se fracturó, recobrar su confianza fue algo que me costó mucho trabajo pero una vez que llegué a casa, me dediqué específicamente a mis tareas del colegio. Sabía que si mejoraba en ese ámbito mi madre poco a poco comenzaría a creer en mí otra vez.

Y así fue, nunca antes había puesto tanto empeño para lograr un propósito pero de eso dependía la relación con mi madre, incluso con mis amigos pues si fallaba, no iba a poder ingresar junto con ellos a la universidad, íbamos a distanciarnos si yo llegaba a perder el semestre.

Todo fue una gran odisea, hablamos con los profesores e incluso el director del colegio. Dado que yo era uno de los mejores alumnos del grupo con un promedio bastante alto, hicieron una excepción conmigo.

Clases particulares, horas extra en el colegio, apoyo a mis profesores los fines de semana y más dos semanas extras a final de semestre bastaron para que pudiera recobrar mis perfectas calificaciones y con ello, no perder el semestre e ir a la par con mis amigos. Fue duro y agotador pero valió la pena.

Después de graduarnos, los tres ingresamos en la misma universidad. No fue cuestión del destino, se trató de sentarnos los tres a buscar una universidad donde estuvieran las carreras de todos, teníamos un rango amplio, podía ser pública o privada.

Eso sí, no tenía que ser muy costosa y lo primordial, queríamos que fuera en otro estado del país. Los tres necesitábamos espacio de nuestras familias.

Agridulces PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora