4. Alivio y Asco.

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Después de esa fiesta ridícula y de haber llegado sana y salva a su propia manada, estaba segura que  de alguna manera entregaría su mando a alguien más de su familia que lo mereciera porque no cumpliría el plazo para casarse, de eso estaba segura.

Al menos hasta que haciendo su trabajo en su bonito despacho blanco con algunos tonos de gris y rosa, encontró en la enorme mesa fina de su escritorio, entre su correo una carta con un aroma familiar, un Alpha, pero no cualquier Alpha sino un Alpha sangre pura. Olía a la familia de Jerome, aquel hombre que ciertamente si le daba pesadillas.

Su ceño se frunció realmente curiosa por leer lo que decía la dichosa carta.

Poco tiempo después la puerta del moderno despacho se escuchó, la puerta se abrió dejando ver a Koen, con su traje impecable de siempre que venía a ayudarle con su trabajo como siempre.

- ¿Qué dice? - Preguntó Koen extrañado a Annelien que tenía una sonrisa en el rostro mientras terminaba de leer.

- Básicamente que me casaré con el viejo sangre pura. Un peso menos de encima. - Se encogió de hombros. Porque no era que tuviera sed de poder, sino que había sido criada para eso, para cuidar de su pequeña manada.

- Al parecer le asombró la manera en que maneje las cosas y que no actúe como una Alpha hubiera actuado. Dice que la boda será en un par de semanas. - Koen sonrió, aunque aún se sentía culpable por no haber cuidado de ella como debería.

- Me alegra que las cosas vayan bien para nuestra gente. -

- Lo sé. - Admitió con un poco de nostalgia, no sabía si sería feliz, pero estaba dispuesta a arriesgarse por los suyos sin siquiera titubear. - ¿Quieres que haga los preparativos de la boda? -

- No malgastes tiempo y dinero en algo que no valdrá la pena, sólo firmaremos, me morderá y asunto arreglado. - Se encogió de hombros Annelien, mientras intentaba ahora trabajar más duro por su pequeña manada.

La puerta se escuchó de repente, como sonaba fuertemente.

- Adelante. -

- Al parecer tú primo más cercano ha venido a la ciudad con su pareja, me preguntaba si los invitaba para cederles el mando de la manada. - Comentó Ria, y su hermano Koen sonrió mientras negaba.

- Asunto solucionado. Se va a casar en un par de semanas. - Río no ocultó su asombro.

- ¿Como? ¿Con quién? ¿Jerome? Es el único sangre pura que... -

- Su tío. - Negó Annelien y sacará de asco de Ria tampoco se pudo ocultar haciendo reír a Anne. - Morirá pronto con suerte. -

- Él es como 4 siglos mayor que tú. - Decía Ria con completo asco. - Ni siquiera es tu tipo. Sigo pensado que tú madre se refería a Jerome no a él. -

- Él ya tiene a su Omega, y él tampoco es mi tipo. Demasiado arrogante y en cambio al otro Alpha difícil de llevar. -

- Como quieras, pero aunque tenga sangre pura él también es una persona asquerosa como el resto de su familia, vas a tener que tomarte muchas posiones si lo que tu madre dijo del embarazo era cierto. - Annelien río un poco.

- Podemos pedirle simplemente que done su esperma y ya está. - Los dos hermanos se voltearon a ver y rieron un poco por la ignorancia de la Alpha. - ¿Qué? -

- Es un Alpha sangre pura. -

- ¿Y eso que? -

- Ellos a diferencia del resto de Alphas tienen nudo. -

- ¿Ah? - La Linda Alpha aún no entendía.

- No malgastan su semilla si no es como naturalmente debe ser. - La sonrisa en el rostro de Annelien se transformó en asco.

- Aunque busquen a los mejores doctores, pero encuentra una solución a eso que no involucre el apareamiento. - Negó con verdadero disgusto. Ella no iba a tener sexo con un vejestorio de siglos ya que estaba segura que ni siquiera llegaría a terminar lo que empezaba.

Last Pure Alpha ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora