- Interrumpiste. - Negó Annelien con molestia a Koen, porque realmente le parecía un buen Alpha para ella, tal vez si hablaban más se establecían citas o algo para conocerse.
- Créeme no quieres emparejarte con ese. - Negó Koen, él no era un idiota como para dejar que el Alpha pareja de la que sería su Luna fuera un narcisista rencoroso.
- ¿Cómo? -
- Es la mano derecha de Jerome. - Le comunicaba Koen, era una suerte que estuvieran en el jardín exterior porque podían comunicarse más tranquilamente.
- ¿Y qué con eso? -
- ¿Qué con eso? Créeme no vas a querer tener que lidiar con ese Alpha arrogante con el ego más alto que la Luna. -
- ¿Entonces? -
- No te emparejes con nadie de esa manada. Sé lo que es mejor para ti. - Annelien estaba segura que había escuchado esa frase antes.
- ¿Sabes algo que yo no Koen? - Lo escuchó tragar, pero negó de inmediato queriendo parecer seguro. - Habla ya por favor. - Pidió otra vez.
- No es... - A pesar de ser más pequeña Annelien era lo suficientemente fuerte como para tomar del cuello a su protegido, y levantarlo lo suficiente como para intimidarlo, los tacones no hacían estorbo para levantarlo del suelo por el cuello.
- Habla ahora. - Pidió utilizando su voz de Alpha, viendo seriamente a Koen.
- Tu madre, la Luna... - Respiró fuerte.
- ¿Qué pasa con ella? -
- Ella vió tu futuro... -
- ¿Y? - Apretó más su cuello para que hablará.
- Cachorros sangre pura, dijo que tendrías cachorros sangre pura, con uno de esa especie... Por eso no dejaré que te juntes con... - Tosió fuerte y Annelien tuvo que soltarlo para que hablará bien. - No te dejaré emparejar con cualquier Alpha... -
- Sólo con un sangre pura. - Annelien se abrazó a si misma ante la información que había adquirido, creía en su madre, sabía que ella siempre tuvo razón. - ¿Y me lo dices hasta ahora? - Lo miró mal de brazos cruzados. - Hubieras enviado cartas sólo a los sangre pura.
- Sólo hay dos solteros. - En este continente. Ella frunció el ceño y le presto atención.
- Jerome y su tío Hanns. -
- ¿Qué? Jerome no está soltero. -
- Hasta que no marque a su Omega lo va a estar. -
- Hanns va a morir más temprano que tarde, ese viejo... -
- Podemos emparejarte a Hanns. - El rostro de desagrado que tenía Annelien era una joya completa.
- ¿Tengo que casarme con un viejo? -
- Lo más seguro... -
- Y debo dejar que me embarace. - Se lo decía más a si misma para asimilar la bendita situación. - Luna dime que es una broma. - Suspiró molesta. Koen suspiró también y arreglo su corbata que estaba desaliñada.
- Estuve hablando con él hace un rato sobre la situación, y dijo que estaba bien por él, que se haría cargo de ti como tú pareja, aunque no se haría cargo de tu manada. -
- ¡Perfecto! - Exclamó Annelien molesta. - Ya que... Hagamos el contrato o lo que sea. Me lo hubieras dicho desde un principio para no venir vestida así. - Murmuró ella muy molesta.
- Era para atraerlo. -
- ¿En donde está? -
- Dentro con sus parientes. - Decía Koen, y ella tuvo que suspirar recoger paciencia de donde no la tenía, para cuidar de su manada, así que a paso seguro se dirigió otra vez a la entrada del gran salón, efectivamente estaba con el resto de sus familiares tan guapos enfundados en su carísimos trajes de diseñador que lo hacían no sólo ver elegantes sino irresistibles.
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Last Pure Alpha ©
WerewolfEn la manada más pequeña del mundo, Lyyov, hay problemas, serios problemas. Como el hecho de que el Alpha y su Omega acaban de unirse a los dioses de la naturaleza para la eternidad. Su única hija y heredera, Annelien es la persona designada a cuid...