- ¿Crees que haya sido suficiente? - La muy exhausta Alpha acobijada con una sabana, mientras intentaba que no le temblarán las piernas miraba mal a Koen.
- He conseguido lo que quería. - Decía muy segura de si misma.
- ¿Qué tal que no ha sido suficiente? -
- Créeme, su semilla está aquí. - Murmuraba Anne, pues ella había sentido el extraño cambio en su cuerpo, y no era menos el monstruoso Alpha casi se desata en el proceso, y ella quizá no habría sabido que hacer.
- A los Alphas les cuesta procrear, me refiero entre Alphas. -
- ¿Estas dudando de mi ahora? -
- Sólo estoy considerando no dejar cabos sueltos... - Anne volteó a ver a las luz de la Luna, iluminando todo a su alrededor incluso, esa parte tan sola de ese bosque.
- Voy a intentarlo una vez más. - Pensó volviendo a caminar hacía las escaleras arruinadas del castillo. - ¿No saben si lo están buscando? - Sus protegidos voltearon a verse, pero negaron en ese instante.
- No lo creo. - Negó Koen. - No es escuchado nada. - Le pasó una bolsa con un par de galletas a su Alpha. - Alimenta al Alpha y recuerda que nos vamos luego de la media noche. - Annelien suspiró sabiendo que sí, casi había logrado su cometido, pero sería igual o más cuidadosa.
- Anne. -
- ¿Si? -
- El Antifaz. - Ria se lo pasó y ella dio gracias porque de verdad que lo había casi olvidado.
- Gracias. - Se lo colocó mucho antes de subir escaleras.
- ¿Crees que este bien? -
- La madre de Luna no mentía Ria, esos cachorros traerán buena fortuna a nuestra manada. - Ria asintió luego de suspirar, se recostó sobre el hombro de su hermano.
- Yo creí que había sido suficiente. ¿No sentiste su aroma mezclado con el de nuestra Luna? - Koen volvió a asentir, pues aquello era cierto.
- No creerás que no tengo buen olfato. -
- ¿Entonces porqué...? - Ria vio asombrada la sonrisa de su hermano.
- ¿Recuerdas aquellos cuentos donde decían sobre los felinos y los lobos conviviendo en paz? -
- ¿No creerás que...? -
- Sólo nuestra Luna será capaz de hacerlo, su madre lo vio justo antes de morir, y muy rara vez puede cambiarse el destino Ria. -
- Pero ¿Jerome? -
- Tienen un carácter muy similar, ya será eso, o los mismos cachorros los que hagan a ambos unirse. -
- Hubiéramos encontrado otras medidas. - Renegó Ria, porque sentía que la Alpha y su Luna amiga podría sufrir en el proceso. - Así ambos van a odiarse. -
- No hay otra opción supongo, o más bien yo no propuse otra. Sólo se que el destino de nuestra manada está sellado. -
- ¿En qué nos hemos metido? -
- De ahora en adelante dependerá de como juguemos nuestras cartas para que nuestra manada tenga un mejor futuro. -
•••
- No voy a rogarte que comas. Pronto vas a volver a tu vida y ya. - Decía Annelien alimentándose con calma aún frente a él, quien la observaba con verdadera ira y molestia.
- ¿Quién eres...? ¿Te conozco? -
- No vamos a volver a vernos en la vida, así que puedes olvidarte de lo que ha pasado hoy. Lamento haber sido brusca o haber tomado estas medidas. - Suspiró terminando sus galletas, comenzó a caminar a su alrededor como si evaluará la situación.
- No voy a matarte. - Ella sabía que mentía con sólo verlo a los ojos. Porque podía ver la furia a través de los ojos plateados.
- Cuando el suero acabé serás libre. Ahora creo que ya sabes, sólo quiero asegurarme... -
La Alpha tuvo que volverlo a someter a esa clase de humillación que ella entendía el estaba sufriendo, no era sólo el hecho de que estaba siendo a la fuerza sino que estaba haciendo todo lo que él no quería, un Alpha nunca estaría dispuesto a someterse por las buenas, así que ella entendía que tendría que ser por las malas.
Estando nuevamente en el regazo del Alpha, este ya ni siquiera se resistía, sabía que ella tenía más su propio aroma sobre sí, que el suyo a cerezas y fresas. Lo que quería decir que muy posiblemente su semilla germinaría en ella.
- Desátame. -
- Aún no... - Negó la linda carcelera. A punto de seguir haciendo lo suyo, y estimular al Alpha otra vez, sus palabras la dejaron helada.
- Voy a encontrarte. Lo sabes, y cuando lo haga. - Sonrió en su lugar colericó. - Vas a rendirte, y no vas a tener salida alguna. Vas a someterte ante mi. - El Alpha bramó con su grave voz de Alpha, ansioso por tener su libertad otra vez.
- S-Si claro. - Quiso reír la Alpha, ignorante de que quizás había escuchado con demasiada atención aquella orden.
ESTÁS LEYENDO
Last Pure Alpha ©
WerewolfEn la manada más pequeña del mundo, Lyyov, hay problemas, serios problemas. Como el hecho de que el Alpha y su Omega acaban de unirse a los dioses de la naturaleza para la eternidad. Su única hija y heredera, Annelien es la persona designada a cuid...