- Ganó la lanza en un torneo, ¡no la abandonaría sin más! - Piedrecita le sirvió a Bastian tanto puré en su escudilla que casi se salía por los bordes.
Ante la imagen de la papilla gris amarronada que burbujeaba en el caldero colgado del fuego, al joven se le fue el apetito, a pesar de no haber comido nada en todo el día. Olía a... nada. Algo parecido a la harina quizá.
- Me preocupa, de verdad - murmuró Piedrecita.
A quién se lo vas a decir. Bastian se apartó un poco y fue comiendo de la primera comida de aquel día más por cordura que por hambre. Sabía igual que como olía. A nada con cereales adentro. Cuatro cucharadas y ya tuvo bastante; pero se lo comió todo. ¿Quién podía saber cuándo sería la próxima vez que comieran? Al acabar, se sintió algo mareado, notaba el puré en el estómago como si fuera una medusa muerta. Le dio vueltas una y otra vez a su conversación con Lars; dijo que silbaría si encontraba algo, pero no oyó ningún silbido. Ni tampoco ningún grito de socorro. Lars había desaparecido sin un solo ruido.
Lisbeth y Sandra se acercaron desde el bosque, y nuevamente empezaron a buscar el maldito medallón.
Bastian fue hasta ellas, evitó la mirada de desaprobación de Sandra y se agachó junto a Lisbeth.
- Quería disculparme por lo que dije antes - .
- Dicho, no; gritado - replicó Sandra con frialdad.
- Sí, también me disculpo por el tono. Es solo que... me preocupo muchísimo - tenía que hacerles entender que las cosas iban muy mal - . Ya no es solo Verruga el que ha desaparecido, también Lars.
Los ojos increíblemente hermosos de Lisbeth se abrieron de par en par.
- ¿Lars? - preguntó - . ¿Desde cuándo?
- Desde que nosotros llegamos de buscar a Verruga. Un poco antes lo vi, pero aquí no llegó nunca.
- Bueno, de eso no hace tanto - comentó Sandra.
¿Cómo podía mostrarse tan indiferente?
- Entonces, quizá me puedas aclarar dónde está. Hemos ido a buscarlo por si se hubiera hecho daño en los últimos metros y no hubiera podido continuar hasta aquí. Pero no, pista falsa. Simplemente ha desaparecido.
- ¿Hemos ido? - la sonrisa de Sandra era tan cortante como la hoja de un cuchillo.
- Iris y yo - .
- Bueno, qué bonito. Tienes suerte de que te quitaran los lentes, eso te ayudará seguro a poder soportar su aspecto - una ráfaga de viento hizo ondear un mechón de su frente e hinchó las mangas de su blusa ancha.
Evitó su mirada al seguir hablando—: Lamento haberte traído. Fue un error.
Al principio le dolieron sus palabras, después lo dejaron absolutamente tranquilo.
- Yo no - dijo, sorprendido él mismo de lo fácil que le resultaba hablar - . Pero los dos nos hicimos ilusiones sin motivo. Imagino que somos muy... distintos.
Vio un brillo en los ojos de Sandra.
- Tienes razón. Así que sé amable y déjame en paz - .
El sol de mediodía caía con tanta intensidad sobre el claro que todos se retiraron a la sombra del bosque, en grupos o solos.
Bastian estaba sentado con su escudilla medio vacía bajo un árbol, pensando. Tenían que ponerse en contacto con el equipo de la organización... ¿dónde demonios estaban? Paul siempre tenía un plan, esas habían sido las palabras de Lars. Eso esperaba. De todas formas tenían que ir a buscar ayuda externa. Nadie podía asegurar que Verruga sobreviviera una segunda noche, herido y solo.
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Saeculum
Mystery / ThrillerSaeculum promete ser un emocionante juego de roll, un inofensivo viaje al pasado. Cinco días en un paraje remoto sin estudios, sin trabajo y sin tecnología de ningún tipo. La aventura perfecta para desconectar y quizás conquistar a esa persona que r...