Capitulo 3 DESEOS OCULTOS

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Conocí a un hombre que me despertaba mi más bajos instintos sexuales, ya lo conocía de vista, por ser de mi mismo pueblo, y siempre me ha parecido un hombre muy atractivo, había imaginado en algunas ocasiones tener sexo con él, pero nunca me había acercado a conocerlo, hasta que un día me solicito amistad a través de la red social y la acepte ¡cómo no!

Al principio me dijo que era muy guapa, me comenzó a hablar de trabajo y de cosas insignificantes, poco a poco nos fuimos introduciendo en materia sexual ¡así como el que no quiere una cosa! hablamos abiertamente de sexo de una forma bastante respetuosa, a él le gusto que pudiera hablar con una mujer de este tema sin tabúes, y sin cortarme un pelo cuando me pregunto si yo me tocaba y le dije que sí, que era lo normal en una persona, le gusto el hecho de que una mujer reconociera abiertamente que se masturbara, cuando la mayoría de mujeres no lo hace, eso es lo que me dijo.

 Se llama Teo, nos intercambiamos los teléfonos, y fue surgiendo conversaciones cada vez más subidas de tono, a mi me encantaba.

En mi camino se cruzo también otros hombres que querían hablar conmigo y practicar sexo, entonces apareció José Ángel objeto de todos mis deseos ocultos, el cual se convertiría en una obsesión para mi.

  JOSE ANGEL, AMOR Y OBSESIÓN, sigo liberando prejuicios.

19 de agosto

—Gracias por aceptar la solicitud de amistad. Me pareces una mujer muy interesante –me dijo José Ángel, un hombre al cual en principio no le hice demasiado caso.

—Ah, ¿sí?

—Sí, eres toda una preciosidad.

—Gracias

—Siempre a ti... por compartir tu belleza. Eres un encanto.

—Muchas gracias por tus piropos.

Tras una conversación más extensa donde conocí a lo que se dedicaba, en la construcción como encargado, y que estaba en Murcia durante cuatro meses, me daría tiempo suficiente para conocerlo más a fondo. Es andaluz, vive en Roquetas de Mar, tiene dos hijas, y es divorciado ¡bien, vamos bien! Y además físicamente no está nada mal, me atrae, por lo menos en las fotos, luego ya veremos si lo conozco y me gusta. 

—Me encanta tu foto de perfil, estas en ella arrebatadora. Eres verdaderamente preciosa.

—Bueno hay muchas mujeres guapas por ahí, yo me considero normal, solo que es verdad que la gente me dice que soy muy sensual y tengo tirón.

—El guapo de una mujer es a razón de los ojos que la miran. A mí me pareces una mujer guapísima.

—Muchas gracias por verme así.

—Gracias a ti por tu tiempo y por tu simpatía.

—Tú también me pareces un hombre muy interesante.

—Gracias, pero que guapa que estas...jejje. No dejo de mirar tus fotos...jjejee disculpa que sea tan directo.

—Jajjaa, no te preocupes, me halaga que me digas esas cosas.

—Estupendo

Era el momento idóneo de pedirle una foto suya, aunque ya había inspeccionado su perfil quería ver como estaba actualmente, si las fotos coincidían con el ahora. Además que solo tenía dos fotos en su perfil. Me envió tres fotos, en las que había una cierta diferencia entre una y otras, aunque realmente me pareció un hombre muy interesante, sobre todo su mirada, sus ojos verdes eran penetrantes, no demasiado grandes, sino todo lo contrario, más bien pequeños, pero me calaron hondo. No pude evitar decirle que me parecía un hombre muy interesante tras ver sus fotos.

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