Capítulo 13 TRAS LA TEMPESTAD VIENE OTRO POLVO

109 6 0
                                    


No supe nada de Jorge durante quince días, de todos los días a hablar conmigo y prácticamente desde que nos conocemos por la red social hasta ahora habíamos mantenido sexo virtual a diario, de pronto tras esa conversación no supe nada absolutamente, si que una semana desapareció y luego lo llame por teléfono y resulto ser que tenia gripe y por ello no hablo conmigo, y durante unos días en otra ocasión había dejado de hablarme, pero tanto tiempo seguido era la primera vez, y claro a tener en cuenta esta conversación me dio que pensar, aunque no me acordaba todo el tiempo, pues en mi cabeza rulaba otros pensamientos, ahora estaba más tranquila en cuanto al corazón se refiere, mi marido estaba más tranquilo conmigo, ya parecía no meterse tanto conmigo, y podía tener más libertad en casa.

Entonces dedique mi tiempo ahora que estaba mas relajada a seguir pintando para realizar otra exposición en la galería de Otis, el me lo volvió a proponer y yo encantada de la vida, aproveche que Tomas estaba mas sereno conmigo para pintar sin que me dijera nada.

Así que tuve preparados unos cuantos cuadros para exponer, pusimos fecha. Y de nuevo a hacer promoción para que acudiera gente al evento. En esta ocasión no tuve que rogarle a Tomas que asistiera Lola al evento.

Mande las invitaciones a quienes realmente se lo merecían de mi familia y amistades, y a los que no también, de nuevo daba oportunidades a aquellos que me habían fallado, pero lo hice por tener mi conciencia en paz, pues pensé que si enviaba esas invitaciones es porque ya no tenia nada en contra, y había sabido perdonar, de forma que estaría también en paz conmigo misma. Y bueno tengo que confesar que lo hice porque también quise que vieran que yo estaba feliz y no los necesitaba para nada en mi vida. Así que me dispuse a enviar por mensaje las invitaciones tanto a José Ángel, como a Teo, como a Jorge, etc... Incluso al fantasma de Eros.

—Cariño estas maravillosa, ojala vengan todos a esta exposición y se derritan al verte.

La verdad es que estaba espectacular, con aquel vestido entallado de color negro brillo.

Otis había empezado a salir con un chico guapísimo, de su estilo, tipo gimnasio, toda fibra, todo músculo. Al principio muy simpático, pero comencé a sospechar de ese chico en cuanto me echo ciertas miradas.

Me salían nuevas solicitudes por la red social, un chico joven que no llega a los treinta estaba loco por mi, Cristo. Tipo de hombre que le gusta a Otis. Realmente ya me había pedido solicitud de amistad hacia un tiempo, pero como siempre me sucedía, pasaba de aceptarlas de forma inminente, no lo hacia a cosa hecha, solo que se me pasaba. Este chico ojos azules, rubio, alto, de gimnasio, no estaba nada mal y no hacia más que tirarme los tejos.

Lola estaba muy feliz y yo al verla en la galería no cabía de orgullosa madre, Tomas también vino, últimamente desde que me pidió la oportunidad estaba más cercano a mí e intentaba acompañarme a todos los sitios que antes no lo hacia, como ir de compras, y ya esto de venir a la exposición me pareció lo máximo, aunque por otro lado tendría que andarme con mas cuidado si se le antojaba de venir alguno de mis amantes, por lo pronto aun no habían aparecido ninguno.

A media noche Otis desapareció, y me extraño muchísimo puesto que siempre se encargaba de todo y más estando la galería llena de gente, el solía atender a los clientes, y a los artistas, lo sabia hacer como nadie, yo había aprendido algunas pautas de Otis pero como él nadie.

Luego Lola me dijo que había visto a un chico guapo entrar e irse con el. Seguramente seria su nuevo novio, un tal Roni, así que deje de darle importancia a la repentina desaparición de Otis. Pero uno de los artistas invitados, un pintor reconocido que me gustaba muchísimo Peter Postion, pregunto por Otis, y si se iba sin hablar con el, le daría un yuyu de los suyos a mi amigo, así que me imagine que si no estaba Otis, ni tampoco Roni, ¡pues elemental, seguramente estarían echando un polvo!, primero pensé en mandar a Lola a buscarlos, pero luego recapacite, y no quise que mi hija de doce años viera tal espectáculo, así que subí al despacho de Otis, y efectivamente, estaban dándose bien por culo.

―Lamento la interrupción, pero Peter Postion ha preguntado por ti.

Otis se subió los pantalones como un rayo, y me dijo –¿porque no me has avisado antes?

Roni que no era de mi devoción me miro con una cara primero de enfado, entiendo que por la interrupción, después no pude evitar mirarle lo que le colgaba, aun no se había subido los calzoncillos, entonces se dio cuenta, y me insto para que entrara al despacho de Otis, yo como un imán sin pensarlo entré.

―¿Te gusta lo que ves?

―Muy bonito, deberías taparte un poquito –le dije sin apartar mis ojos de aquello.

―¿No te gustaría probarlo? Mira como me has dejado –tenía su miembro como un palo.

Me excite, no puedo negarlo... la verdad, hacia tiempo que no tenía sexo carnal, solo virtual, y eso al final crea un cierto vacío.

Roni era un chico muy guapo y andaba bien calzado, me propuso esto, y no pude negarme, cuando de pronto me agarró la cintura y me acercó a su miembro erecto de 20 centímetros ¡no era como el de Eros, pero si bien reconocido!

Comenzó a besarme en el cuello al mismo tiempo que a restregarse con su pene, luego metió su lengua en mi boca a lo que no pude resistir seguirle con la mía, subió mi vestido hasta mi cintura ladeando mis bragas con maestría y me penetro sin más, me subió para arriba un palpito de placer y ardor, que no hice más que moverme al compás del movimiento de caderas de Roni, enganche su culo prieto con mis manos para profundizar todavía más, y me moví como una loba en celo, el me penetro encima del sofá, luego la saco y me llevo enganchada en su cintura empotrándome contra la mesa de reuniones y volvió a penetrarme de una forma más brusca y placentera, nos movíamos con más rapidez, los vaivenes eran más constantes y rápidos, su lengua la deslizaba por entre medias de mis pechos, hasta que no pude más y grite al alcanzar un orgasmo, tras de mí gimió él, y supe que también lo había logrado.

Tras finalizar Roni y yo nos arreglamos la vestimenta y bajamos juntos al salón de la exposición donde Otis estaba mas que encantado hablando con Peter, nos acercamos a él ―hueles a sexo Sara.

―Tienes un novio muy persuasivo, creí que era gay.

―Los gays son maricones perdidos todos, preferí a este que le va todo.

―Sabias que me lo iba a follar... eres un cabronazo Otis...

―Después de lo de Eros necesitabas echar un polvo, estabas muy irascible cariño... y como tu no quieres tríos... pues...

Nunca había probado hacerlo con dos tíos, aunque tengo que confesar que era algo pendiente en mi vida, siempre me excitaba viendo porno de tríos.

Lo más triste de esta noche fue que ninguno de mis amantes apareció, me lo podía imaginar. Lo bueno es que vendí casi todos los cuadros, un éxito más en mi carrera, un fracaso más en mi corazón, y un polvo nuevo. 

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora