Capítulo 20 MI VIDA CORRE UN GRAN PELIGRO

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―He hablado con servicios sociales, Lola esta bien, te asignaran un piso de acogida para ti y la niña, estaréis a salvo mientras tanto no se celebra el juicio..., estarás bien Sara, mientras tanto entrareis a un centro de emergencia...aguardareis allí.

―Tomas nos encontrará y será peor, esta vez no se va a detener, me va a matar.

―No lo permitiré, te protegeré –me dijo Víctor muy preocupado.

El juicio seria rápido según me dijo mi abogada, pero tenía tanto miedo que no podía ni reaccionar, solo quería huir de allí, estaba dispuesta a largarme lejos, incluso Otis me propuso de irme a Nueva York con él y comenzar una nueva vida junto a Lola, pero me faltaba dinero para viajar y comenzar una vida, además que si huía el abogado de Tomas se acogería a ello y me denunciaría por secuestro, me advirtió mi abogada cuando se lo comente, incluso llego a acusarme que yo le arañe la cara para ponerme una denuncia cruzada, y de esa forma no poder obtener la custodia de mi hija, el quería la compartida o la completa y así ahorrarse pasarme una pensión por su hija, ¡todo por dinero!

Tomas salió del calabozo a los dos días tras mi agresión, impusieron una orden de alejamiento mutua, ni él se podía acercar a mi, ni yo podía acercarme a él, yo encantada de no acercarme a él, pero al revés no estaba yo tan convencida, me daba la impresión que me seguía a todas partes. Al existir la denuncia cruzada no pudo la juez evitar que mi hija Lola pudiera visitarla su padre, estábamos en igualdad de condiciones, pero yo no dejaba de ser la víctima, hasta que se probo mediante un parte de lesiones que yo estaba bastante mal parada que un simple arañazo que el se hizo el mismo para culparme a mi, le salio el tiro por la culata, pero mientras no se aclaro esto yo salí muy perjudicada y solo podía ver a Lola a través de la asistenta social, aunque de cierta forma me sentí aliviada al saber que Tomas estaba igual que yo para ver a Lola, y eso me tranquilizaba, por lo menos Lola estaba protegida, era lo que mas me importaba, luego ya tendría tiempo de luchar por su custodia, además de que ella ya tenia edad para decir al juez si quería vivir con la madre o el padre, y me escogió a mi, a partir de ese momento nos fuimos a un piso tutelado.

―Mi niña, aquí no vas a estar a salvo mientras ese salvaje siga suelto. Ya sabes que estoy preparando el viaje para ir a Nueva York, estoy a la espera de que el seguro me de la indemnización, vente conmigo niña, comienza una nueva vida, te lo mereces, Tomas jamás te buscara allí. No te preocupes por el dinero, yo te cubriré hasta que tu comiences a trabajar, allí te ira bien con tus cuadros, ¡Nueva York es la cuna de la cultura americana!

― Lo sé, pero si me marcho a Nueva York me denunciaran por secuestro, eso me ha dicho mi abogada, tengo que esperar a que se celebre el juicio.

―Bueno niña, y ¿cuanto tiempo para que se celebre ese juicio?

―Es un juicio rápido ¿Que te han dicho los del seguro?

―Me cubren el valor de los cuadros, la verdad que entre los tuyos y los de Peter muy bien, el problema que Peter se ha enterado no se como, y me exige que se los pague.

―¿Y que vas a hacer?

―Me iré a Nueva York y me inventaré que el seguro no me ha cubierto nada. No puedo pagarle la cantidad que me pide este hombre.

―¿Y que te dicen los del seguro?

―Les dije que deberían pagarle a Peter sus cuadros porque es una perdida de el, y ellos me dijeron que Peter tenia asegurados sus cuadros, entonces el seguro de Peter se hará cargo, y a mi me pagaran por los daños causados en la galería, pero como fueron tan profesionales que no me destrozaron nada, pues nada, una miseria.

―Te pagan por mis cuadros, usa ese dinero Otis.

―Cariño siento decepcionarte, pero tus cuadros no están valorados lo suficientemente bien para iniciar una nueva vida...

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora