Capitulo 1 PENETRAME EL ALMA

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Me penetro con tal intensidad que sentí me iba a desvanecer en ese momento, no recordaba la última vez que un hombre metió su miembro dentro de mí, sentí que me rompía en pedazos. No me dolió, estaba muy mojada, así que entro bien, creí tenerlo oxidado de no usarlo durante tanto tiempo transcurrido sin un hombre que me penetrara. Creo que me ayudo el hecho de que diariamente me masturbara con mis dedos y por eso no se me cerró del todo, y que además tengo el orificio de la vagina muy grande.
Esto era otra cosa, carne caliente dentro de mí, necesitaba sentir un orgasmo para que todo el estrés acumulado se vaciara por algún lado de mi cuerpo, me ponía cachonda con algún vídeo porno y en cuestión de diez o quince minutos alcanzaba el climax, al terminar de correrme soñaba que un hombre lo hacía conmigo, lo deseaba, lo anhelaba.
¡Y me he desatado, me he lanzado a vivir mis propias experiencias sexuales con hombres, he abierto la caja de os deseos, he liberado mis prejuicios!
Mi nombre es Sara, tengo cuarenta y dos años, comparto mi vida desde hace veinte años con mi marido Tomás, y una hija de doce años que tenemos en común, Lola. Pinta como una familia perfecta, y a simple vista lo parece, ¡ pero las apariencias engañan!

II MI VIDA SIGUE SIENDO UN CAOS
A pesar de todo creo que era feliz junto a Tomás, no había conocido hombre, así que supongo que me trataba bien, tenía de todo, una casa donde vivir, no me faltaba plato en la mesa, podía comprarme ropa, y a nuestra hija no le faltaba de nada. Sobre el tema sexual, como tampoco había conocido otra cosa, todo aquello que hiciera mi esposo en la intimidad estaba bien, ¡supongo!, puesto que yo no había experimentado nada más, el normalmente me lo hacía los sábados cuando venía de trabajar, hay veces que se tiraba una semana viajando en su camión, dos o tres dias días fuera, el fin de semana lo tenía de relax, y era cuando teníamos relaciones sexuales. Siempre en la cama, yo me subía el camisón hasta la cintura, me la metía, ¡pum, pum fuera!, hacia esos gestos, y ya, unas veces yo me quedaba a medias y el me lo chupa a para que me pudiera correr, y otras veces se quedaba dormido, como me daba vergüenza no me terminaba yo, ¡que podía haberlo hecho!, entonces me aguantaba, permanecía en vela hasta que podía conciliar el sueño, a la mañana siguiente Tomás me despertaba muchas veces incluso de madrugada para meterme la otra vez ¡ pum, pum fuera!, se corría, y yo me quedaba igual.
Hablaba con amigas del tema, aunque tengo que reconocer que me daba mucha vergüenza hablar de esto, pero como había confianza pues algo decía, tuve que desahogarme, puesto que mi vida íntima no era lo que yo esperaba, la verdad siempre he soñado como un hombre me hacía el amor de una forma romántica, y Tomás era todo menos romántico, siempre a saco en nuestras relaciones íntimas, solo le importaba llegar a mi coño; las caricias, los besos, los mimos, no existían en mi vida, para mí tener un orgasmo no era importante, lo verdaderamente importante, era sentirme amada, deseada. Mis amigas decían que yo tenía que hablar con Tomás y que el cambiará su forma de hacerlo, pero nada cambió, incluso me decían que me buscará un amante, cosa que jamás se me había ocurrido, nunca en la vida.
—Seguro que tu marido te pone los cuernos, eres tonta Sara ¡no sé como lo aguantas! –dijo Sole.

—Que tu marido te los ponga no significa que el suyo se los vaya a poner a Sara –dijo Marta. 

—Yo por lo menos lo tengo asumido, que mi marido me los pone, y yo se los pongo a él, ¿Qué pasa? ¡Ahora no estamos hablando de mí!

—Mira, Sara, no seas tonta, Tomas es un hombre que necesita meterla en caliente constantemente, y ¿crees que cuando sale de viaje no parara en algún club de alterne? –dijo Sole.

—Pues seguro, tal y como es Tomas, jajá, a más de una se follara por el camino –dijo Eva.

—Todas parecéis conocer muy bien a mi marido por lo visto, ¿no será que alguna de vosotras deseáis que Tomas os folle? ¿Es eso? ¿O alguna de vosotras ya os lo habéis follado?–dije súper cabreada.

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora