CAPITULO 23 RONI VUELVE

67 4 0
                                    


—Voy a solicitar el traslado.

—¿Es por ella verdad?

—Sí, no puedo concebir... ¿Cómo pudiste hacerme esto? –muy enfadado dando un golpe en la mesa de la cocina.

—Fue antes de que la conocieras, cuando tú estabas con ella, apenas hablábamos.

—¿Y mama? ¿Cómo has podido hacerle esto?... es imperdonable...no puedo ni mirarte a la cara, ¡por el amor de Dios, eres mi padre! Os lleváis ¿Cuánto, veinte años?

—El amor es impredecible, me obsesione con ella, yo quiero a tu madre, Sara fue un simple entretenimiento.

Víctor levanto el dedo de forma acusatoria hacia su padre diciéndole —No te atrevas a culpar a Sara de esto, ni a tratarla como a una cualquiera... ¿un entretenimiento? ¿Eso ha sido Sara para ti? ¿Has sido capaz de hacer daño a esta familia por un mero capricho padre? ¿Es eso? ¡Contesta!

—En su momento creí estar enamorado, pero realmente es tu madre de la cual estoy loco por ella, nos iba regular y yo me desahogue con Sara, fue algo fugaz, sin importancia... ni nos hemos acostado, me la chupo un día y ya está, eso fue todo.

—¿Eso fue todo Diego? Esa mujer metió tu pene en su boca, y tú lo permitiste –salto Magda metiéndose en la conversación, muy compungida saliendo de la cocina sin esperar una respuesta de nadie.

—He hablado con el capitán, la semana próxima me iré, ya me han concedido el traslado a Madrid, terminare el caso que hay entremedias de la Galería de Arte ... no me llevara más de un par de días en terminar el caso.

—Piénsalo hijo, Madrid es una ciudad donde hay mucho peligro, aquí en Murcia todo es más tranquilo, no tienes por qué coincidir con ella, incluso puedo pedir la jubilación anticipada, y que te quedes aquí, así no coincidiremos en la Comisaría si no quieres que nos veamos, pero por lo menos sabre que estas cerca.

—¿Serias capaz de eso? Creí que eras demasiado egoísta, que solo pensabas en ti.

—Sabes que no es así, si sería capaz de eso, quiero que te quedes hijo, tu madre se va a llevar un gran disgusto.

—Mi madre ya se lo ha llevado contigo.

—Sí, pero ahora le añades esto y la matas.

—Si le pasa algo a mama solo tú eres el responsable, no me cargues ahora con esa responsabilidad que solo a ti te pertenece. Tengo que ir a trabajar, han enganchado a Roni, y tengo que interrogarlo.

Diego y Víctor se fueron juntos a la comisaría en distintos vehículos.

Una vez en comisaría, aguardaba Roni muy nervioso en la sala de interrogatorios. Había perdido mucho peso, toda la masa muscular se había quedado en puro hueso, estaba demacrado, ya no era el mismo de antes, parecía un vagabundo, aunque seguía manteniendo un cierto atractivo, eso no lo había perdido del todo.

Víctor entro a la sala de interrogatorios donde esperaba un compañero a la espera de ser interrogado, una mesa rectangular de madera separaba a Roni de Víctor, este se sentó frente al reo.

—¿Quieres un café... un cigarrillo...un vaso de agua?

Roni no hacía más que temblar, y asintió con la cabeza cuando Víctor le dijo lo del café y el cigarro.

—¿Cuánto dinero te llevaste de la Galería?

Roni se echo a reír a carcajadas de forma que el humo del cigarrillo le dio por toser y casi se ahoga, bebió un trago del café y lo escupió rápidamente pues se quemó la lengua —en la galería jamás había dinero, solo obras de arte...¡si se pueden llamar así! ¡Eran pura mierda!...

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora