Capítulo 7 LUJURIA EN ESTADO PURO. II parte Lujuria

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Eros insistía conmigo, todos estos días recibía unos buenos días, buenas tardes, buenas noches, estaba totalmente pendiente de mi, incluso en los descansos de su trabajo se ponía en contacto conmigo aunque fuese solo para decirme hola, luego igual no me hablaba en todo el día, pero al día siguiente se disculpaba diciéndome que se había quedado dormido, o había salido tarde de trabajar, cosa que a mí me daba igual, pues no tenia compromiso alguno con Eros para que me diera esas explicaciones, aunque tengo que confesar que me gustaba que me las diese.

 Yo seguía con mi ofuscación de José Ángel y sus no respuestas, pasando un poco de Eros, tenía muchas ganas de echar un polvo, estaba excitada, pero mi esperanza de volver a quedar con José Ángel hizo que perdiera opciones de hacerlo con Eros o cualquier otro que me lo propusiera.

Y para colmo Tomas estaba más irascible que nunca. Yo estaba que explotaba. Tampoco sabía nada de Teo, me follo, mal follada, y desapareció en combate, no supe de él, lo vi un día en la calle con su mujer, me hizo la vista gorda, yo lo mire fijamente pues no me avergonzaba de nada, sé perfectamente que me observaba... me vio. Y ahí se quedo la cosa, no me llamaba, ni me escribía, nada de nada, tampoco quise decirle nada más, creo que mi último mensaje quedo claro todo, y ya tenía suficiente con el plantón de José Ángel y su puto comportamiento como para preocuparme de Teo, un tío con pareja que no hace más que ponerle los cuernos a su mujer cada vez que podía ¡paso de este tío, no quiero más complicaciones en mi lista!

Y por si fuera poco Jorge insistía en follar conmigo, yo me limitaba al teléfono para desahogarme sexualmente, aunque últimamente no hacía nada tampoco con él, estaba totalmente desarmada por la actitud de José Ángel, estaba más bien destrozada, y no quería nada con nadie.

 Eros entonces me ofreció su número de teléfono para hablar por whatsapp, y poder quedar, aún así le daba largas para no tener que citarme con él. Manteníamos conversaciones algo subidas de tono, porque soy una mujer ardiente y necesito nutrirme de eso, pero no llegaba a más. Hasta que explote y me corrí en una de esas conversaciones, el me enseño su pene, ¡y madre mía, 25 centímetros! ¿Dónde me iba yo a meter eso?


16 de septiembre

Tras unos días de silencio por parte de los dos, no aguante y le mande un audio recitándole un poema, y le dije –te quiero ―¡idiota de mi, absurda enamorada!

Y por fin me contesto José Ángel –Y yo a ti –no se digno siquiera a repetir la palabra mágica "te quiero"

—¿Quieres verme?

—Sabes que sí.

—¿Y porque no has venido José Ángel?

—Porque no he podido ―¡vaya una puta respuesta!

—Voy a Murcia, dame la dirección del hotel y cumpliremos esa fantasía de la ducha.

Me mandó la ubicación del hotel.

Y le dije –te amo a lo que él me contesto –mi vida... te quiero –y como una verdadera idiota, mis bragas volvieron a mojarse y mi cuerpo a estremecerse por este hombre.

 18 de septiembre

Me envió una tarjeta muy bonita de buenos días, yo le respondí con buenos días y un beso, y le dije que no podía ir al hotel, me entró el cague a pesar de estar deseando cumplir esa fantasía con José Ángel, era lo que quería, lo que anhelaba. Desde que me dejó plantada no lo había vuelto a ver, era la oportunidad perfecta para reencontrarnos, que me diera las explicaciones pertinentes, nuestro encuentro de volver a saborearnos... ¿que me paso? Algo en mi interior me dijo, no confíes, no vayas, porque te vas a dar otro costalazo de boca ¿intuición femenina? ¿Alerta cobra?... No lo se, pero algo en mi interior me dijo ―¡cuidado, peligro! Así que finalmente invente una excusa para no ir.

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora