Estaba destronada del trono falso que me había construido, mi declive era inminente, de nuevo me vi abandonada por un hombre, ¿Qué les pasa a los tíos? ¡En cuanto follan conmigo se largan! Y eso que lo hago muy bien, si fuera una paleta en este tema lo entendería que salieran corriendo.
Y a esto que metida en mi cama súper deprimida, recibo un mensaje de Jorge.
—Hola bella ¿Cómo estás? ¿Tienes ganas? –foto de polla empalmada.
—No estoy de humor, tengo problemas graves –contando con que eran las doce de la mañana y yo aún metida en la cama y con una tristeza y destrono inmenso, le conté todo lo sucedido con mi marido que me había pedido el divorcio, la desaparición de Eros, y que estaba harta de todo.
—No te das cuenta Sara... tú tienes el poder.
—Cualquiera lo diría, si me vieras en este momento –con un pijama de rayas, tapada hasta el cuello...y con la cara demacrada de tanto llorar.
Menos mal que no deje que Lola me viese así, cada vez que entraba a mi dormitorio disimulaba y le decía que había agarrado un fuerte resfriado.
—Sara eres una mujer bellísima, y tu marido lo sabe, ese es el miedo que tiene, tú tienes el poder de decidir ¿no lo ves?
No lo veía, pero Jorge me hizo recapacitar con estas palabras, pero no me di cuenta realmente de esto hasta que entro Tomas al dormitorio, se sentó en la cama a mi lado y con la cabeza agachada comenzó a decirme –quiero pedirte perdón por lo de ayer... no quiero separarme de ti, yo te quiero.
—Esa es tu forma de querer... pues no quiero que me quieras tanto.
—Sara yo te quiero, se que en algunas ocasiones lo hago mal... pero estoy arrepentido, quiero que me des una oportunidad.
—Exactamente Tomas... ¿de que estas arrepentido? De haberme pegado, haberme insultado... haberme secuestrado...
—De haberte pedido el divorcio ayer.
—¿No te arrepientes del resto?
—Lo hice sin querer... no pretendía hacerte eso... fue una tontería, tú te lo tomas todo muy en serio.
—No puedo creerlo, ¡menos mal que te conozco! Como siempre te disculpas diciendo que es una tontería a todo lo que yo te digo... para mí no es una tontería que me hayas levantado la mano, ni me hayas insultado delante de Lola, todo eso es muy serio Tomas. ¿Cómo quieres que te de una oportunidad sino pides perdón de verdad? –me senté en la cama y lo mire fijamente a la cara mientras Tomas seguía con la cabeza mirando al suelo, y de vez en cuando me miraba con cara de cordero degollado.
—¡Ya... ya...! Quiero que me des una oportunidad Sara... yo te quiero.
—No puedo darte una oportunidad Tomas, yo no siento lo mismo por ti... no te veo arrepentido... no veo que me quieras de verdad... no veo que intentes siquiera conquistarme... ¿Cómo pretendes que te de una oportunidad entonces?
—Me iré de esta casa, buscaré un piso de alquiler...
—Voy a luchar por Lola, una madre cabreada no sabes hasta dónde puede llegar Tomas, yo jamás pretendí quitarte nada, ni pedirte nada, pero si me obligas a algo, mi hija es lo primero y voy a luchar con uñas y dientes por su custodia.
Tomas sabía perfectamente que aún dejándome en la casa familiar no podía mantenerla, ni tampoco a Lola, los cuadros que vendí de forma puntual me servirían para pagar unas deudas acumuladas de un dinero que me prestó mi madre, y ella no era de las que perdonaban una deuda, y luego el poco dinero que me quedaba podría mantenerme un mes o dos a los sumo de comida, luz y agua junto a Lola, después no tenía nada. Primero tendría que buscar trabajo y después divorciarme, había visto en algunas amigas mías separadas su declive, y yo no quería pasar por lo mismo, pidiendo a Caritas, y... no podía hacerle esto a Lola, nunca me lo perdonaría a mí misma. Tomas me tenía bien agarrada, y lo sabía, su cara de lastima solo fue para ablandarme, ya lo conocía demasiados años como para tragármelo.
Sin más palabras por parte de ninguno, Tomas salió de mi dormitorio no sin antes dejarle claro que de ahora en adelante no dormiríamos juntos, que se fuera a otra habitación.
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Ardo en Deseo
RomanceSara es una mujer luchadora que vive una agonía constante en su vida personal, esto hará que se plantee su vida de nuevo y cambie todo aquello que cree que le perjudica, entrando en un bucle beneficioso para ella al mismo tiempo que peligroso, vivir...