Otis y Roni quedaron en una cafetería donde solían frecuentar muy a menudo cerca de la galería, Otis fue el primero en llegar, esperó con impaciencia la llegada de su ex novio, se situó en una mesa junto a la ventana —¡el mejor sitio! –le sonrió Roni a la misma vez que estaba un tanto preocupado por si le pillaba los micros.
Otis miró a Roni con deseo y ganas de abrazarlo, pero se contuvo –Hola Roni, estás más delgado, ¿y tus músculos? Aún así estas guapo –Roni sin duda alguna había perdido toda la masa muscular, se había quedado muy delgado, todo porque se había abandonado a las drogas, convirtiéndose en un yonqui, aunque Otis no sabía nada de esto.
—La vida me ha castigado, y todo por dejarte... como tú solías decir, el karma vuelve –dijo Roni un tanto preocupado.
Otis lo observo de arriba abajo mientras Roni aún seguía de pie frente a él y con las manos ocupadas destrozando una servilleta –siéntate, no me gusta hablar con una persona mirando al techo.
—Te he extrañado mucho.
—¡Como diría Sara!, has extrañado la vida que llevabas conmigo de lujos.
—Tienes derecho a castigarme con tus palabras, sé que me he portado mal contigo, y estoy muy arrepentido.
Otis entonces llamo al camarero cortando la conversación, pues aun estaba bastante incrédulo por la situación.
—Está claro que has acudido a mí, porque necesitas mi ayuda, no creo que sigas enamorado de mi, de hecho creo que nunca lo estuviste... realmente Roni lo que te gustaba era la vida que tenias conmigo, porque yo te lo daba todo, he sido muy generoso contigo, mucho más de lo que serás tu jamás aunque vuelvas a nacer un millón de veces más.
—Merezco todo lo que me digas Otis... sí, me encantaba la vida que llevaba contigo, pero si no tuvieras una perra seguiría queriéndote, te lo aseguro.
—Si has venido a pedirme dinero ya te puedes ir, estoy en la ruina, lo he perdido todo, entre los robos de los cuadros, y ese mal nacido de pintor...voy a tener que cerrar la galería e irme de aquí... quizás me vaya a Nueva York, allí me quedan todavía algunos amigos donde recurrir para empezar una nueva vida.
—No he venido a pedirte dinero Otis, ya te lo dije por teléfono, estoy muy arrepentido de mi comportamiento contigo, te he echado de menos todo este tiempo, no he hecho más que pensar en ti, yo tengo algún dinero ahorrado, nos iremos los dos a Nueva York, quiero empezar de nuevo contigo, quiero que me perdones... seré el mejor novio que nunca hayas tenido, dame una oportunidad –Cogiendo las manos de Otis mientras le decía esto.
—Sin duda no has perdido nada de tu palabrería, aunque tengo que reconocer que te veo más sincero que otras veces...sabes que me derrito por ti, aunque sé que sigues mintiéndome, te conozco demasiado bien.
—Te demostraré que te quiero, y que te amo de verdad...
—¡Ahora mismo te follaría! –le dijo Otis mientras se mordía el labio de abajo y miraba a Roni con ojos lascivos.
Roni se levanto de la silla agarrando a Otis, sin soltarle la mano y lo encamino hacia un callejón oscuro que había detrás de la cafetería, y allí desataron toda la tensión sexual acumulada por todo este tiempo sin verse, primero se besaron intensamente mientras Otis metió su mano en el paquete de Roni, el cual ya andaba abultado por la excitación, Roni preocupado porque Otis no encontrara el micro, giro a Otis contra la pared bruscamente, bajándole los pantalones con su peculiar destreza, y bajándose la cremallera, saco su pene erecto lo acerco a la raja de Otis y le acaricio suavemente para después introducirlo con firmeza, este gimió por la excitación –¡métemela cerdo hasta el fondo! –a lo que Roni sin dilación lo volvió a embestir de nuevo con más fuerza todavía hasta que culminaron en una corrida monumental, que fue como Otis describió aquel encuentro con su ex novio.
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Ardo en Deseo
RomanceSara es una mujer luchadora que vive una agonía constante en su vida personal, esto hará que se plantee su vida de nuevo y cambie todo aquello que cree que le perjudica, entrando en un bucle beneficioso para ella al mismo tiempo que peligroso, vivir...