Capítulo 25 LA TRAMPA A OTIS

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Víctor le ofreció el teléfono a Roni para que llamara a Otis –llámalo, si sospecha algo de esto, atente a las consecuencias, ¿lo has entendido? –a lo que Roni asintió con la cabeza sin mediar palabra.

—Hola Otis, soy Roni, ¿Cómo estás? —mirando a Víctor con desconfianza.

—Imagínate Roni, tras ser abandonado por ti, sin darme explicaciones —pon el manos libres –le dijo Víctor a Paco en el oído.

—No sabes cuánto me he arrepentido de todo... lo siento mucho... yo te quiero, no he dejado de hacerlo...—Víctor escribió mientras tanto en una hoja en blanco "QUE SEA MÁS CREIBLE" —mirándolo con cara de pocos amigos.

Otis lo interrumpió un tanto incrédulo mientras hablaban por teléfono –es difícil de creer que aun me sigas queriendo Roni, ¿Cómo pudiste abandonarme de esa forma?

—Estoy en la ciudad, necesito verte... me gustaría hablar contigo.

—Roni no creo que tengamos nada de qué hablar.

—Solo quiero disculparme en persona, necesito hacerlo.

—¿De verdad tienes conciencia Roni?

—Por favor, solo te pido que nos veamos, me disculpare en persona y me iré, te prometo que no voy a interceptar más en tu vida.

Mientras tanto Víctor y Paco se miraban entre ellos expectantes esperando el resultado de esta conversación trampa.

Otis como seguía queriendo a Roni, no le hizo falta muchas más palabras de este y accedió a verse en lal Galería.

—Está bien, pero te concederé tan solo cinco minutos, porque para una disculpa no necesitas más de mi tiempo, soy una zorra muy ocupada.

—De acuerdo cariño, cinco minutos.

Otis al otro lado del teléfono se le escapo una leve sonrisa cuando escucho decir a Roni lo de "cariño".

Roni colgó el teléfono y fue cuando Víctor salto dirigiéndose a Roni —¡procura ser más contundente la próxima vez cuando os veáis, de lo contrario se puede ir todo a la mierda, se supone que sigues enamorado de Otis.

Roni sin responder a Víctor, lo miro con cara de desagrado, luego bajo la mirada al suelo y por lo bajini soltó —Otis jamás confesara, es más listo que todos vosotros juntos –saco una sonrisa, la cual descubrió uno de los dientes negros de Roni, probablemente podrido de chupar cocaína con la boca.

Víctor del mismo cabreo engancho de la pechera a Roni elevándolo unos centímetros del suelo y lo amenazo –más vale que te crea, o te pasaras el resto de tu vida pudriéndote en la cárcel, yo me encargare de que así sea.

Roni entonces reacciono y con miedo asintió con la cabeza diciendo –siii, está bien, suéltame –Paco entonces intervino cogiendo del brazo a su compañero para que lo soltará.

—¡Eres escoria! –le dijo Víctor a Roni con cara de asco y escupiendo al suelo.

Paco apartó a Víctor de Roni hacia un lado de la sala de interrogatorios y le dijo —¿Qué demonios te pasa Víctor? Nunca te he visto así en un interrogatorio, este caso se te esta yendo de las manos.

Haciendo un aspaviento y soltándose de su compañero con dureza salió de la sala muy enfadado y echando pestes —¡maldita sea! –tropezó con su padre en el pasillo, Víctor estaba hecho una verdadera furia, ni se detuvo a hablar con Diego, este lo miro con preocupación –Víctor ¿sucede algo? –a lo que su hijo no le respondió, es como si no lo hubiera escuchado, ni visto.

Diego entonces se tropezó con Paco que llevaba a Roni esposado y le pregunto —¿Qué ha ocurrido con mi hijo?

—Nada raro, ya sabes cómo este caso le esta agobiando a Víctor, y en fin... tu sabes... lo de Sara... ¡no quiero hablar mal de un compañero!

—No te pido que hables mal de nadie Paco, solo te he preguntado porque me he preocupado al verlo salir como un toro de miura, ha pasado por mi lado y ni siquiera me ha saludado, eso es todo...

—Lo siento Diego, no quería decir eso. Hay que ponerle un micro a este tipo, tenemos una misión, el caso de la galería –Paco entonces quiso cambiar de tema porque no quería soltar por su boca lo que opinaba de Sara y Diego, se había enterado de su aventura, y prefirió llevar la conversación hacia otro lado, sabía que si Diego le tiraba de la lengua este la cagaría soltando alguna burrada de las suyas.

—Pásalo a esta habitación, está libre, mandare que traigan los micros y todo el instrumental.

—Gracias Diego, de paso si ves a Víctor dile que estamos en esta sala.

—Sí, no te preocupes, hablare con él.

Una vez dentro de la sala de micros —solo te lo voy a decir una vez Roni, si en algún momento vemos que no haces las cosas según lo previsto, no quiero ni imaginar lo que Víctor será capaz de hacer contigo, así que más vale que sigas al pie de la letra todas nuestras indicaciones.

—Tengo derecho a un abogado –y gritando —¡quiero un puto abogado!

A esto que entra en la sala Víctor, y dirigiéndose con una actitud amenazante hacia Roni, le planta su frente con la de este –tú no tienes derecho a nada, maldito marica, o haces lo que se te ha dicho que hagas, o pasaras tu vida en una cárcel donde a todos los maricas os follan por el culo en las duchas ¡lo vas a pasar de miedo! Igual te rajan el culo.

Roni entonces ya no rechisto más y se dejo poner el micro, accediendo a la petición de los policías.

—Sabes que si llega su abogado, esto se termina.

—Mientras tanto haz que tarde un poco, haber si logramos la dichosa confesión de Otis, dame unas horas antes de llamar a su abogado, por favor Paco, es lo último que te pido.

—Sabes que no depende de mí, si fuera por mí a este le había dado una paliza para que confesara y al otro maricón, ya hubieran confesado de tirón. Pero si tu padre o el comisario se enteran de que no hemos avisado al abogado estamos perdidos, tu y yo. Me la estoy jugando por ti, amigo.

—Lo sé Paco, te juro que si esto no sale bien, diré que ha sido cosa mía, que yo tenía que avisar al abogado y que no lo hice, que se me paso...

Ardo en DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora