Es físicamente perfecto, forma de vestir como siempre me ha gustado en un hombre, moderno, a la moda, con estilo... y además no podía dedicarse a otra cosa que a esculpir su cuerpo, es monitor de gimnasia, tiene además un gimnasio propio, su nombre como el Dios del amor griego... Eros.
Me pidió amistad a través de una red social, tardé en aceptarla, pues pensé que era otro pesado que quería ligar conmigo, estaba saturada, pero ese día estaba aburrida y decidí hablar con alguien diferente, tampoco había reparado en él, la verdad, al principio vi un chico joven musculitos y ya, otro más a la lista pensé, pero bueno lo acepte, quería saber si podía proporcionarme una conversación diferente a la típica, "hola guapa, ¿Qué tal?", empezaba a odiar esa frase. Y bueno al principio me saludo y tarde en saludarlo unos días, típico también en mí, no lo hacía a propósito, simplemente como he dicho antes, andaba saturada de tanta solicitud de amistad y tantos hombres que querían ligar conmigo.
Finalmente decidí contestarle, pero sin darle la mayor importancia, pues creí que era otro típico chico guapo musculitos que quería sexo conmigo, y realmente a mí el sexo me encanta, y me excito enseguida, y puedo en dos segundos tratar con un hombre y proponerle sexo telefónico y disfrutar, pero también tenia momentos de querer estar sola conmigo misma. Pero obviamente ese verano estaba completamente desatada sexualmente hablando, así que enseguida me calenté con este adonis del amor.
7 septiembre
—Hola, ¿Cómo estas Sara?
—Hola Eros.
—Hola, ¿Cómo estas Sara, que haces?
—Hola, pues en este momento hablar contigo y normalmente me dedico a pintar.
—Pues no está mal eso, yo casi lo mismo que tu estoy haciendo Sara.
—¿Pintas?
—No, pero si trabajo mucho.
8 de septiembre
—Hola bombón, ¿Cómo estás? A ver si nos llevamos bien tu y yo Sara. Tengo 38 años, soy mestizo, madre dominicana y padre brasileño.
—Hola buenas noches Sara.
Estaba tan obsesionada con José Ángel que aún gustándome Eros, lo deje de lado, y no le respondía, no me apetecía más que tener conversaciones con el que me había destrozado la vida en ese momento, incluso teniendo ganas de sexo, seguía sin responder los mensajes de este hombre tan sensual.
9 de septiembre
JOSE ANGEL...
Le envíe una foto mía sexy dándole un beso y no me dijo nada, cuando antes se moría por verme. Le envíe otra foto sexy, y le dije —¿No dices nada? Y entonces le mando un audio diciéndole –cuando yo echo de menos a alguien llamo, le escribo, creo que estas jugando conmigo, es lo que me estás haciendo que piense.
—Esta preciosa en tus fotos.
—Dímelo por audio, sin interferencias –le dije un tanto molesta.
Y me envió un audio –que si que esta muy guapa en tus fotos, que me encanta cada vez que te veo, si lo sabes, es lo que pienso – ¡y otra vez se me derriten las bragas, con esa voz tan grave, masculina y sensual que tiene!
Y ya no me pude resistir a decirle —quiero escucharte siempre, eso y lo que sientes por mí.
—Me escucharas... Sara. Antes y ahora.
—¿Qué sientes por mí? Quiero escucharlo ahora.
Y entonces me envío un audio diciéndome –deseo tenerte al lado mío, deseo tenerte a mi vera, escucharte, sentirte, sentirte mía.
ESTÁS LEYENDO
Ardo en Deseo
RomanceSara es una mujer luchadora que vive una agonía constante en su vida personal, esto hará que se plantee su vida de nuevo y cambie todo aquello que cree que le perjudica, entrando en un bucle beneficioso para ella al mismo tiempo que peligroso, vivir...