Cuando me dirigía al piso de Víctor me tope de lleno en el portal con Diego ―¿Podemos hablar? –A lo que le respondí –ahora no es el momento Diego, creo hemos tenido muchas ocasiones de hacerlo y tu no has querido.
―Lo respeto y lo entiendo –cuando ya se iba sin más, no pude resistir la curiosidad de saber que me iba a decir, puesto que me había pasado un mes tras el para que me diera alguna explicación de porque no quedábamos para vernos personalmente, así que si Víctor tenia que esperar un poco, pues que lo hiciera.
―De acuerdo Diego, dime lo que tengas que decir.
―Ella esta celosa –se refería a su mujer.
―Si esta celosa es porque tu le habrás dado algún motivo, y desde luego no porque nos haya pillado haciendo algo, ¡aun no se lo que es follar contigo Diego!
―Me pillo un mensaje tuyo.
―Creí que los borrabas todos por precaución
―Y así es. Estaba dormido y enganchó el móvil.
―¿Que mensaje fue? Hace más de un mes que no mantenemos ninguna conversación.
―Todo ese tiempo hace.
―¿Ella sabe quien soy?
―No creo, no te conoce.
―Sin embargo para ver los mensajes tuvo que meterse en el chat, donde figura claramente mi foto y mi nombre...
―Pero no sabe quien eres, no te conoce.
―Ahora sí... me sorprende que dada tu profesión te hayan pillado en algo tan tonto como esto, y más sin haber mantenido relaciones sexuales plenas. ―Tengo un grave problema en casa, con ella y toda la familia que se ha enterado.
Y hay saltaron todas las alarmas, no quería que Víctor se enterara.
―También, ¿lo sabe Víctor?
―No, de momento mi mujer y su hermana se ha enterado. Vino a hablar conmigo.
―¿Y que te dijo?
―Quiero solucionarlo, estoy agobiado.
―¿Y como piensas arreglarlo?
―Con las dos.
―Haber Diego, si lo arreglas con tu mujer olvídate de mi, y si lo arreglas conmigo olvídate de tu mujer, las dos no nos vas a tener, por lo menos de mi parte, yo no quiero ser un segundo plato, ni compartirte, ya bastante he aguantado.
―Tengo ganas de morirme
―Lo tienes muy fácil Diego, tu mujer ya se ha enterado de tu infidelidad, te divorcias y ya está, ya tienes un motivo.
―¡Ojala me firmara el divorcio!
―¿Se lo has pedido o lo habéis hablado?
―Estoy en vías de solucionar este problema...
―La solución solo tiene un camino, o quedas bien conmigo o quedas bien con ella. Eres responsable de tus actos, a mi me engatusaste, te metiste en mi vida, me involucraste en la tuya, me confesaste que me amabas, me convenciste para amarte, y ahora que te quiero me dejas... y todo por las apariencias, porque tu no quieres a tu mujer, si la quisieras nunca te hubieras atrevido a entrar en mi vida.
―Eres cruel conmigo...
―¿Y tu que eres Diego? Me has hecho daño.
―Lo siento, yo también estoy sufriendo. Jamás hubiera querido herirte, lo sabes, te quiero.
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Ardo en Deseo
RomanceSara es una mujer luchadora que vive una agonía constante en su vida personal, esto hará que se plantee su vida de nuevo y cambie todo aquello que cree que le perjudica, entrando en un bucle beneficioso para ella al mismo tiempo que peligroso, vivir...