El viaje al pasado de Severus Snape II

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¡Feliz Cumpleaños Kokoro271!

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—¿Qué diablos te sucede con Severus?—Preguntó Petunia al entrar en la habitación de su hermana pelirroja, el rostro de la chica estaba fruncido, molesta el comportamiento de su hermana hacia el niño que para ella era un hermano.

—No me sucede, nada—Le dijo Lily sin despejar la vista del libro que leía, falta poco para que las clases iniciaran y su deseo era continuar con la excelencia académica con la que habia iniciado.

— ¿No?—replico Petunia observándole fijamente—Pareciera que lo odias, Lily, yo no soy tonta ¡Me empujaste! Y de paso ni le saludaste, ¿estas molesta con él?—Pregunto— ¿Te ha hecho algo malo?

Lily cerro el libro con fuerza— ¡Ya deja tu preguntadera!—Le grito a su hermana, poniéndose de pie— ¡No te importa! ¡Es mi vida, no la tuya!—Le recordó.

—Es cierto, no es mi vida, pero Severus es MI amigo, tal vez no el tuyo—Le dijo sin quitarle la vista, Petunia sentía su rostro arder— ¿Acaso te molesto verlo con aquel chico?—pregunto sin más.

El rostro de la pelirroja ardió al escuchar aquello— ¡Claro que no! ¡Cállate!

— ¡No me callare!—Replico Petunia. —No soy una adulta pero tampoco soy una niña, ¿Es ese el chico al que siempre le mandas cartas?—Pregunto, Lily no respondió, su silencio fue la respuesta para la chica—Ya veo, estas celosa.

— ¿Y-yo?—Las orejas de Lily enrojecieron al igual que su cabello— ¿De severus? No seas ridícula, Petunia.

— ¿Ridícula?—Petunia soltó una risita negando al escucharla—La única ridícula eres tú, Lily, ese chico ni siquiera te responde, y tu estas celosa de Severus, Lily, ¡De nuestro amigo! Del chico que se quedaba antes con nosotras en navidad.

Los labios de Lily temblaron al escuchar eso—No estoy celosa, ¡No lo estoy! ¡Deja de molestarme!

Petunia soltó un largo suspiro al escuchar aquello, se dio vuelta para salir de la habitación pero antes de hacerlo hablo— ¿Recuerdas... recuerdas ese libro que compramos para saber los misterios y costumbres del mundo mágico?—exclamo en voz alta—hablan de cosas fascinantes, y algunas bastante... fuera de lo común. —La chica trago ruidoso—Para mí... hay cosas que aún me parece descabelladas, cosas que... me asustan pero... que hacen parte de ese mundo—Petunia decidió voltearse para ver los ojos verdes de Lily—Y si te molesta, ver a Severus con ese chico, estas en el lugar equivocado.

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Las mejillas de Sirius estaban sonrojadas, ya era la hora de despedirse, saco de su bolsillo un pequeño cofrecito. Y se lo entrego a Severus el cual miraba la cajita forrada con terciopelo color verde con interés—e-este es... el regalo de mi madre—expreso Sirius al pelilargo. —espero y te guste.

Severus abrió la cajita, al principio pensó que era un anillo pero luego descubrió que era una cadena, tenía una piedra de color negro, y esta era de oro—Wow... Gracias, Sir—murmuro Severus, seguramente era carísima. Aunque no entendía el porqué de aquel regalo, se acercó al ahora Slytherin y le abrazo, dándole un beso en la mejilla—Dale la gracias a tu mamá... No... Se hubiera molestado.

Las orejas de Sirius estaban rojas al igual que su rostro—S-se lo diré—le afirmo, entonces agarro una de sus manos y la llevo hasta sus labios para dejar un beso sobre sus nudillos—G-gracias por... salir conmigo.

—Gracias a ti...—Severus le sonrió—Por invitarme.

Sirius se marchó del caldero chorreante, y Severus suspiro al quedar solo, —Adiós Tom—Murmuro despidiéndose del dueño, Tom le hizo un guiño. Saldría de allí y buscaría un autobús que pasara cerca de casa.