- 14 -

13.2K 1.4K 297
                                    

— ¿Qué diablos quieres ahora?—Exclamo Severus al ver a Eileen al pie de la puerta, estaba listo para dormir. Y si bien la comida que le habia preparado horas atrás tuvo buenísima aquello no significara que su resentimiento por ella disminuyera.

—Solo... quiero hablar contigo, Sev—Murmuro está entrando a la habitación. El rostro de Severus se frunció con brusquedad—quería hablar contigo sobre... lo que hizo Lily.

—Pues hablar contigo es algo que no deseo—Le contesto viéndole—Así que... ¿Podrías irte? Me encuentro bastante cansado.

Eileen soltó un suspiro y se acercó hasta su hijo, tomando asiento en la orilla de la cama en la cual estaba recostado—No puedo creer que ella hubiera hecho tan horrible—Siguió está ignorándole—Era tu mejor amiga.

—Y tú eras mi madre—Contesto Severus resignado, la mujer al parecer no se marcharía—Las personas que más quieres son las que más te decepcionan, Eileen.

La mujer asintió, aquellas palabras obviamente eran de reproche—Te quiero demasiado, Severus.

El chico rio con fuerza al escucharla—Dime un chiste mejor.

—Enserio... Severus, yo... ¿Q-que tengo que hacer para que perdones?—Murmuro la mujer viéndole, sus ojos estaban humedecidos—Yo...realmente estoy arrepentida y...

—Deja de hablar, para de hacerlo—Exclamo Severus observándola, si bien, odiar no era lo que sentía por su madre, el resentimiento que le abandonara a pesar de que todo lo que sucedería fuera para bien, le dolía. Le dolía aun demasiado, en ocasiones no sabía cómo sentirte al respecto, si feliz, o triste ¿Cómo hubiera sido su vida si su madre le hubiera llevado con él? Nunca lo sabría—Lo echo hecho esta, Eileen.

La mujer asintió nuevamente compartiendo el sentimiento de dolor junto a su hijo mayor. — ¿Sabes...? Hoy es el cumpleaños de tu padre—Le comento, pocas eran las veces de las que hablaba de tibias—era....

—Un ser despreciable—Finalizo Severus, y si bien pudo completar la oración con "igual que tu" no lo hizo. Eileen habia sufrido (aunque aquello fue algo que ella misma se habia permitido) pero ahora... sabía que era una mujer feliz.

Eileen suspiro, se acarició el vientre mientras recordaba sus momentos vividos con este. Si bien, el meterse con tibias habia sido un capricho para molestar a sus padres, realmente se habia enamorado de él—Ahora... está descansando en paz.

—Lo dudo—Respondió el chico mordaz—pero si crees eso... lo está.

La pelinegra sonrió, el carácter de Tobías era parecido al de su padre, y ambos lo habia heredero Severus—Él te quería... No lo demostraba pero...

— ¿No tienes que regresar a tu casa?—La interrumpió Severus. Hablar sobre su padre era una de las cosas que más odiaba. Buen, malo. Nunca lo sabría. El tibias que el conoció, su padre, fue una persona que borro los sentimientos de su propio corazón. La única cosa importante para él era el alcohol.

Eileen sonrió con tristeza, se colocó de pie y se acercó a la cabecera de la cama para inclinarse con cuidado y depositar un beso en la frente de su hijo, algunas lágrimas cayeron sobre el rostro de este—Mamá, te ama demasiado, amor. —Le recordó, le arropo con las cobijas y se volteo para salir de los habitación—Dulces sueños.

Severus cerró los ojos cuando escucho como la puerta era cerrada. Llevo su mano hasta su rostro y sus dedos sintieron la humedad de las lágrimas de Eileen Prince.

****************

—El ministro ha obrado a favor nuestra, Mi Lord. La comunidad mágica está bastante contenta, el instituto mágico para los Squib fue una buena idea, señor—Mulciber alago al hombre y este sonrió—al parecer, trataran de hacer varitas que se alimenten de la luz solar para que estos puedan realizar hechizos simples.

El viaje al pasado de Severus Snape IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora