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Elizabeth Pompadour bostezo con fuerza cuando salió de su habitación, Ángel aun dormía, Stephan igual y su hijo Severus dentro de poco despertaría, es más, ya iba en camino a despertarlo. Cruzo el pasillo hasta la habitación de su hijo y abrió levemente la puerta.

—Sev amor, despierta, hoy iremos a...—La mujer ahogo una especie de chillido al ver un cuerpo mas en la cama, el rostro de la mujer enrojeció y entonces decidió entrar con cuidado y cerrar la puerta tras ella.—James, cariño, despierta—Pidió la rubia removiendo el cuerpo del chico de cabello cortó.—¡Despierta!

El pequeño gritó hizo despertar a los dos ocupantes de la cama, Severus se llevó la mano a la cabeza al sentirse desorientado mientras tanto el rostro de James enrojeció al verse descubierto. Se había quedado dormido mientras cuidaba a Severus y...—S-señora—Tartamudeo y bajo de la cama agarrando su cepillo traslador—Yo...

—Esperó que no hayan hecho cosas indebidas—murmuró está a ambos, Severus ladeo el rostro para observar a James y luego para mirar a su madre—¿No las hicieron, verdad?

James nego rápidamente—Por supuesto que no, S-señora Eli—Las orejas del chico estaban rojas—I-iré a mi casa... mis papas pueden notar que no estoy.

Elizabeth suspiro—que no se vuelva a repetir esto, chicos, si hubiese sido Ángel y no yo, ahora mismo James estarías en un gran problema—Le regaño.—Márchate

James asintió, le dio una mirada a Severus como si quisiera saber lo ocurrido la noche pasada con Voldermort, pero obviamente no podían hablar en ese momento. El de lentes se marchó dejando al pelilargo solo con su madre.

—Sev, se que te gusta mucho James pero no es debido que pasen las noches juntos, aunque no estén haciendo cosas.. mayores—murmuró esta.—Se puede malinterpretar, ya sabes lo exagerado que es tu padre.

Severus asintió, percibiendo varias punzadas de dolor en su cabeza—Si, lo siento, mamá.—le expresó inocente de los pensamientos de su hijo. Estaba vivo, vivo... el lord No.. no lo había matado.

Elizabeth sonrió y beso la mejilla de su hijo—Ve a darte un baño, hoy tendremos un día ajetreado por lo de tu viaje ¿Vale?

Severus asintió nuevamente y fue dejado sólo. Sonrió a pesar de las punzadas que sentía, no recordaba lo que había sucedido después de abrir su mente al Lord ¿Se había desmayado? no lo sabia, no podía recordarlo, observó su abrazo y subió su manga con miedo, pero no había ninguna marca allí. Bajo de la cama y buscó su túnica de color negro y rebusco sus bolsillos en busca de algo pero no encontró nada, mordió sus labios con fuerza, y regresó a su mesita de noche, abrió el cajón de esta. Las cartas que había escrito el día de ayer le dieron la bienvenida, junto a su esfera comunicadora.

¿Hablaste con él?

Preguntó a James, quedándose allí de pie por casi cinco minutos hasta que recibió una respuesta.

Te ayudará

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Varias semanas después....

James observó dos de las pociones que Evans había logrado conseguir. Dentro de dos días zarparía el barco que llevaría a los 16 estudiantes escogidos a participar en el torneo de la sabiduría, tragó ruidoso mientras sentía la mirada atenta de Remus y Lily sobre él.

—Las dos posiciones te darán la facultad de transformarte en un animal.—comenzó a explicar la pelirroja.—pero una de ellas... te transformará con el que tienes afinidad, y la otra... te convertirá en uno en específico. –Continuó explicando—puedes escoger la primera pero esta el riesgo de que termines convirtiéndote en un animal que no sirva para el viajé en cambió la otra te dará la facultad de convertirte en un gato, serás un animago, no registrado en el Ministerio, cerdo.

El viaje al pasado de Severus Snape IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora