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 Adhara se había tomado en serio su promesa de dejar de babear por lo impresionante de la casa, pero la bodega de alcohol era una maravilla de diversidad y valor. Pero claro, los chicos estaban lo suficientemente acostumbrados a todo eso como para elegir sin mucho esfuerzo una botella, destaparla y comenzar a pasarla entre sí.

 Ese hábito de que todos la observaran no se detuvo sino hasta después de que ella hubiese dado un largo trago, pues solo después de empezar a pasarse la botella entre sí dejó de sentirse fuera de lugar. 

— Entonces, eso de Litha...— a Adhara le hubiese gustado que Riker no se estuviera dirigiendo a ella en esos momentos.

— Y ahora el niño me hará preguntas a mí— se quejó, lo suficientemente audible para que los otros dos voltearan.— Tu lo mencionaste, explícalo con señas y colores.

— Neil fue el que dijo que hablaría de eso— Blake se desentendió de toda responsabilidad, pero al nombrado solo le pareció divertido.

— Escúchame, hermanito— se acomodó los lentes y aclaró su garganta, al tiempo que pasaba su brazo por los hombros del menor— Lo explicaré brevemente, debes estar atento— Riker asintió con la cabeza rápidamente.— ¿Recuerdas Litha? Eso que te explican en la escuela, sobre el gran fenómeno que iluminó al mundo y eliminó toda maldad, ¿sabes de qué hablo?

— Sé que es Litha, pero nunca oí de una fiesta.

— El sol merece ser celebrado, por supuesto. El verano, la vida...— el suspiro de Neil sonó como si estuviera enamorado de la idea.— Así que durante una fecha, que suele cambiar cada año, se forman varios grupos de pervertidos alrededor del mundo para celebrar... la vida.

— Son malditas orgías.

 El acto poético de Neil fue cortado por la simpleza de esa oración por parte de Blake, quien ya estaba cansado de que su hermano no llegara a nada.

— Es un evento sagrado en el que se busca canalizar la mejor de las energías de tantas personas como sean posible, todo para Litha— explicó Adhara, intentando hacerlo sonar menos horrorífico.— Pero a decir verdad, ya nadie va a rezar.

— Nuestra nueva madre me sorprende— comentó burlonamente el mayor.— Orgías en las festividades, circulando por prostíbulos de pieles claras, ¿Hay algo que no hayas hecho?

— Enorgullecer a mi madre.

— ¿No íbamos a hacer un recorrido por la casa?— preguntó Riker, cuestionando el camino hacia afuera al que sus hermanos le guiaban.

— Eso es aburrido, iremos al bosque— dijo Neil, como si fuera algo obvio.

— Mañana me aseguraré de mostrarte la casa— aseguró el menor.

— Por supuesto que lo hará, él es el bueno— se burló Neil, mientras cortaba una rama del primer árbol que veía.

— Neil es el tonto— se unió Blake, viéndole golpear todos los árboles con su nueva rama.

— Blake, por su parte, es el niño emo. Escucha música clásica, dibuja y escribe poesía en sus tiempos libres.

— No estoy seguro de si estás burlándote o presumiendo su productividad— comentó Riker, riendo.

— Todos sabemos que Blake es asombroso y que será el único que haga algo bueno con su vida, pero aún así es el peor cliché que existe.

— Todos sabemos que el único que no logrará nada en su vida serás tú— atacó Blake, haciendo que su hermano lo empujara levemente.

— Con Adhara aquí, tal vez haya dos desperdicios de aire en la casa— Neil pasó su brazo alrededor de los hombros de la nombrada.

— Volviendo al tema de esas fiestas— se apresuró a decir Riker, intentado que su voz no flaqueara.

— ¿Curioso al respecto, pequeño saltamontes?— sus dos hermanos se encargaron de burlarse de él por mucho rato.

— Cortando el chiste— habló Blake, siendo serio nuevamente.— Se supone que es una fiesta para agradecer al sol por todo su trabajo, le pagas con energía, la energía se consigue en el acto sexual. Lo que obtienes es una gran cantidad de personas revolcándose entre sí, con la excusa de que aman el planeta— explicó, con la voz más asqueada que pudo sacar.

— Es un gran evento, realmente— corrigió la mujer, intentado salvar la reputación de dicha fiesta.— Puede ser que en el pasado haya sido más significativa, pero aún hay un buen significado en una festividad destinada a pasarla bien.

— Si lo haces sonar así, conseguirás que Riker tenga una erección— advirtió Neil.— Y ya llegamos aquí, queridos.

El mayor se encargó de mover una rama lo suficiente para que todos pudieran ver una especie de lago escondido tras una barrera de arbustos y árboles bajos.

— Podríamos congelarnos si nos metemos en medio de la noche en el lago fantasma, pero eso no le quita su encanto— defendió el del medio, sentándose en la orilla.

— ¿Y en esas fiestas...?— volvió a comenzar el menor.

— Haz todas tus preguntas de una vez— Blake parecía ya fastidiado.

— ¿Adhara y tú...?— y los tres se apresuraron a evitar que terminara la oración.

— ¿Para qué quieres saber eso, pequeño pervertido?— Neil continuó con sus burlas.

— Para nada— negó el otro chico, chasqueando la lengua.— Te explicaré una cosa, y será lo último que salga de mi boca respecto a la fiesta. No es un día en el que te debas de fijar en la gente, ni mucho menos algo de lo que debas hablar en un día normal. Me equivoqué al comentarlo, pero solo vino a mi mente que ya había oído esa manera de discutir en el pasado, solo que no pude unir el rostro de la dulce hermana de Zanh con aquella mujer que vi hace mucho tiempo en una de mis primeras Litha.

— Si mi familia se entera de que voy a esos lugares, me echarían de casa— advirtió Adhara, esperando contar con su silencio.— Y si Zaniah sabe algo, correrá a la falda de mamá a contárselo.

— Sabemos lo encantadora que es tu hermana— ironizó el mayor.— Lo bueno de todo esto es que, si tú le dices a Patrick que robamos de su alcohol, nosotros le decimos a Zaniah que eres una especie de ninfómana.

— No soy nada de eso— corrigió, dándole una mala mirada.— Me gusta probar puntos: Litha no es una mala fiesta, las pieles claras son tan buenos como cualquiera, etcétera.

— ¿Pieles claras?— bufó Neil.— Voy a tomar eso como un fetiche personal, solo para no considerarte una idiota.

— De por sí las pieles claras son explotados con trabajo manual, pero llevarlo a un campo completamente diferente es algo asqueroso— atacó Blake, mirándole fijamente por primera vez.— Ir a prostíbulos solo sirve para alentar la explotación sexual de gente inocente.

— Las pieles claras y las pieles oscuras tienen su orden, está en la historia.

— No porque sucede desde hace mucho tiempo significa que está bien.

— Y nosotros deberíamos dejar de hablar de esto— intervino Riker, interponiéndose entre el nuevo intercambio de ideas.

— Pero si recién se ponía interesante— se quejó Neil, haciendo un puchero.— Vamos, par de defensores, tenemos mejores cosas de las que hablar.

Durante lo que restaba de su estadía en la orilla del lago, Blake no volvió a dirigírsele directamente, Neil siguió con sus bromas tontas y Riker continuó siendo el más amable de todos. Era demasiado tarde cuando por fin todos decidieron volver a la casa.

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¡Hola!

Intento presentar a cada hermano de la mejor manera que puedo. Gracias por detenerse, y espero que disfruten su lectura.

Lucie.

Pieles ClarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora