Adhara llevaba nueve uñas rotas y contando, mientras continuaba moviendo los ladrillos de su lugar. Uno pensaría que, luego de horas, ya debería haber aprendido la manera correcta de hacerlo, pero aparentemente era demasiado tonta para tal tarea.
Ni siquiera podía decir que estaba orgullosa de su obra, pues la cantidad de cemento puesto entre cada ladrillos no se parecía ni un poco, y eso había provocado que las filas comenzaran a estar desniveladas y que hubiese pequeños espacios huecos, que obviamente se había encargado de rellenar con aún más cemento.
— Esa pared da pena.
No es como si la crítica pudiera hacer algo para detenerla, pero la persona que juzgaba su trabajo era merecedora de que se diese vuelta para enfrentarlo, preparada para lanzarle un ladrillo en el rostro.
— Estás a dos pasos de estar en mi zona de disparos— advirtió la mujer, aunque lo único que sus palabras lograron fue que, en vez de acercarse hacia la pared, el chico se dirigiera hacia los últimos ladrillos en el césped.
— No puedes trabajar sin sol, y la luz del farol más cercano no ayuda en nada.
— ¿Puedes ver esto?— intentó lanzar el ladrillo en su dirección, pero estaba lo suficientemente lejos como para que este solo cayera miserablemente al suelo.— Mala idea, ¿qué tal esto?— aunque no quisiera, tuvo que conformarse con hacer un gesto obsceno con sus manos para demostrar mi ofensa.
— ¿Desde qué hora estás aquí?— cuestionó Blake, ignorando los intentos de la mujer por herirlo de gravedad.— Los pieles claras ya están cerrando el día y tu sigues haciendo esa penosa pared.
— Dile a los pieles claras que se vayan a dormir de una vez por todas— bufó con obviedad, regresando a su tarea con mucho más esmero del que había tenido antes de notar que estaba siendo observada.
— Necesitas una escalera.
— Necesito silencio y tranquilidad— corrigió, no viendo problema en continuar poniéndose en puntas de pie.
— Debes descansar— insistió Blake, esforzándose poco en quitar el ladrillo que la mujer sostenía
— Lían me dirá cuando la pared esté terminada— sonó tan convencida de eso como lo estaba, no perdiendo un segundo y alejándose del chico para volver a cargar un par de ladrillos más cerca de la pared.
— Él ni siquiera está aquí— observó el menor, cortando el camino de su acompañante como si no se tomara en serio la amenaza de tirar a sus pies lo que llevaba.
— Porque tu hermano le dijo que se fuera— informó en un susurro, como si fuese un secreto que el mayor haría todo lo que pudiera para molestarla.— Y hasta que tu hermano no vaya hacia la granja y traiga a Lían de la mano, continuaré con esto.
— Solo...— soltó un suspiro demasiado largo.
Adhara consideró una victoria cuando el chico se alejó sin más, pero una rápida mirada en su dirección le hizo ver que solo se había dirigido a hablar con el grupo de pieles claras más cercano, para luego volver a ella con actitud de rendición.
— ¿Haciendo que tus amigos hagan el trabajo? Inaceptable— criticó la mujer, inmediatamente molesta al verle doblar sus mangas para comenzar a cargar ladrillos.— No puedes robarme el crédito de esto, lo hice yo.
— ¿Por qué querría robarme el crédito de una pared que va a caerse?
Sin embargo, Adhara no pudo decir nada más mientras el chico se apresuraba a continuar el trabajo en donde lo había dejado. Y luego de pocos segundos, pudo darse cuenta de lo mucho que extrañaba estar quieta y con sus brazos hacia abajo, permitiéndole juzgar el estado de las ampollas reventadas en las palmas de sus manos.
— Sabes que los dos estuvimos mal, ¿cierto?— habló Blake luego de un largo silencio.
— ¿Qué quieres de mí?— pese a creer que estaba apunto de tener un descanso, el dolor de cabeza que venía con la voz de su cuñado parecía imparable.— Sabes mi razón para hacer esto, y si mi razón no vuelve pronto tal vez vuelva a tener un berrinche.
— ¿No crees que a Lían le agradaría que hicieras algo bueno por todos los de su clase?— no dispuesta a seguir con su moralismo, Adhara solo guardó silencio.— ¿Por qué demonios Lían querría reconstruir este lugar? De todas formas vive bajo tus faldas, en tu habitación.
— Ahora veo que fue una mala idea preguntarle a Pierre que podría querer Lían...
— Lían fue el más entusiasmado por empezar a hacerlo— corrigió, como si fuese impensable algo contrario.— Porque él realmente quería hacer algo por el resto de los pieles claras.
— ¿Intentas decirme que Lían es una buena persona? Gracias, ya lo había notado— rodó los ojos.— La dinámica de nuestra pareja se basa en que él tiene toda la bondad, mientras yo tengo todo lo que necesitamos para vivir.
— Necesitas bondad para vivir...— intentó decir, provocando una arcada en la mujer a media oración.
— ¿Qué podrías saber tu de bondad?— soltó un bufido ante el habitante más descortés de la casa intentando darle lecciones.
— ¿Por qué insisten en esto?
Adhara se arrepintió de desear no seguir oyendo la voz de Blake, pues el hecho de que esta se hubiese detenido solo por la interrupción de Patrick era peor.
— Hice una pared y tu hermano intenta robarme el crédito— informó la mujer, ignorando lo enojado que se veía.— Ahora cualquiera que se acerque creerá que él armó todo mientras yo estaba parada.
— ¡Todos dentro de la casa han estado viéndote cargar ladrillos como una piel clara!— se quejó el mayor, y en cierta manera Adhara tomó aquel dato como reconfortante.— El servicio de la cocina está escandalizado, Zaniah frunce el ceño cada vez que mira por la ventana, ¡¿por qué esto sigue siendo tan importante para ustedes?!
— No grites— la mujer arrugó la nariz con desagrado, odiando el tono en el que le estaban hablando.— Y para responder la pregunta, no molesté a absolutamente nadie mientras lo construía. A nadie dentro de la casa y a ningún piel clara. Y eso es mucho más que suficiente para dejar en claro que puedo terminar de remodelar el resto también, por mi cuenta.
— ¿Piensas hacer todo por tu propia cuenta?— Patrick se rio de su idea, tomando cada una de sus palabras como una broma e ignorando abismalmente la mirada de su cuñada.
— También estoy aquí...— murmuró Blake, sin siquiera voltear a ver a su hermano.
— ¿Saben qué? ¡Adelante! Solo esperaré a que rompan la siguiente pared para luego cansarse de su propio proyecto.
— Lían dijo que necesitamos los planos originales— habló Adhara, deteniendo la retirada dramática del hombre tras desafiarlos de esa manera.
— Están en mi oficina— señaló, dejándole el paso para caminar frente a él.
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¡Hola!
Nuevo capítulo :D y la redención de Adhara me resulta extraña.
Gracias por detenerse, espero que les guste y que disfruten de su lectura.
Lucie.
♡ En otro punto, si gustan pasen por mis otras historias :D Una trata sobre híbridos, la otra es un fanfic de Harry Potter y la otra es un One-Shot de la banda Seventeen, por si les interesa. bai.♡
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Pieles Claras
RomanceAdhara no se consideraba una mala persona, era la sociedad quien había planteado la idea de esclavitud muchos años antes de que ella naciera. A ella solo le quedaba cumplir con su rol.