A un alma pura y un demonio el sol ha unido.
La desgracia y la desdicha pavimentan su camino.
Dolor y pérdida los marcarán, si no logran el amor encontrar.
Ilusiones y promesas rotas los dañarán, y la más brillante joya el hielo perderá.
Gotas de...
JiMin suspiro a su lado cuando cruzaron la muralla que delimita el territorio de Skinnende Gull, sonrió feliz. Tal vez estos días lejos del reino le ayudarían a despejar la mente para que a su regreso pudiera encontrar una mejor forma de solucionar los problemas que lo esperaban en casa.
—¿Podríamos parar en el templo solar?—pregunto con esperanza, JiMin.
YoonGi lo miró y asintió—. ¿Quieres parar e ir a rezar?
JiMin lo miro confundido para después reír negando con la cabeza. —No voy al templo a rezar—dijo divertido.
—Entonces, ¿Qué es lo que haces ahí?
—En ocasiones sólo voy a estudiar los viejos escritos de han dejado las reinas—respondió pensativo—. Pero realmente voy a ver a alguien.
YoonGi pudo sentir una molestia incómoda en la boca de su estómago—. ¿Será que puedo saber de quién se trata?.
JiMin parecía dudoso, desvió la mirada de los ojos de YoonGi, lo que sólo aumentó su molestia
—Podría mostrarte—JiMin lo miro a los ojos, la duda brillando en los ojos lilas—. Recuerdo que cuando nos conocimos dijiste que tendríamos una vida para que te hablará de Skinnende Gull, pero realmente no es una historia muy larga, podríamos aprovechar ahora.
YoonGi asintió, estaba un poco confundido con la actitud de JiMin. Toco tres veces el techo del carruaje y este se detuvo, él se bajo.
—¿Majestad?—pregunto uno de las guardias de JiMin.
—Mi esposo y yo iremos al templo Solar—informó, el hombre asintió—. ¿Podrían llevar a mi primo y las damas de mi esposo al palacio de oro?.
Vio al guardia dar órdenes y los hombres se dividieron en dos grupos, el carruaje con Soobin y las chicas comenzó a moverse en dirección al palacio, cuando sus hombres pasaron frente a él les dio órdenes de seguir hasta el palacio.
Regreso al interior del carruaje justo en el momento en que Ying y Tenn llegaron corriendo.
—Sigan a las chicas— ordenó JiMin y ambos animales emprendieron la carrera detrás del carruaje.
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El recorrido hasta el templo fue silencioso, JiMin estaba nervioso, no sabía como reaccionaria YoonGi después de lo que iba a mostrarle.
Días antes del viaje había enviado una carta a JungKook y otra al sumo sacerdote con MonMon, el búho que SeokJin le había enviado, el animalito tardó dos dias en regresar con una respuesta. El sumo sacerdote había aclaró sus dudas y le había sugerido que le mostrara la verdad del templo a YoonGi, dijo que tendría todo preparado y el templo estaría listo para la visita de JiMin y su esposo.
Cuando llegaron frente al templo y vio a YoonGi bajar del carruaje y tenderle una de sus manos se sintió aún más nervioso, sabía que su mano sudaba pero el azabache no mencionó ese detalle y sólo la sostuvo en un firme apretón, caminaron de la mano hasta estar frente a las puertas del templo, dos de sus guardias fueron los encargados de abrirlas para ellos.
