Rey de Cristal *Yoonmin*

Capítulo 17

Al parecer llegar a Vinterdod y continuar con la búsqueda de Lord Shin era la excusa perfecta para que YoonGi volviera al comportamiento de sus primeros días en Vinterdod. Una vez más era distante y frío, ya no hablaban por la noches ni en los desayunos, sus comidas eran nuevamente silenciosas.

JiMin quería hacer algo para cambiarlo pero el hecho de que los chismes en el castillo sobre la estadía de Suran se habían vuelto más fuertes durante su ausencia, lo tenían molesto porque nuevamente el mayor no hacía nada para callarlos. Suran estaba cruzando una línea y él no iba a permitir que esto continuará.

—... ella se encargó de decirle a todos los trabajadores del castillo y varios guardias que debían mover sus cosas al ala este por que debía estar cerca del rey YoonGi—contaba Heechul con una taza de té en una de sus manos y agitaba la contraria por el aire—. Como el rey nunca la echó del castillo, ni le ha puesto un alto en varias de sus actitudes, nadie se negó al pedido, tanto HyunA como yo intentamos detener a Suran pero como entenderá, no logramos hacer mucho.

JiMin apretó los labios y negó con la cabeza, ¿por qué YoonGi permitía eso?, es que el azabache realmente no lo respetaba aunque fuera un poco. Sólo llevaba tres semanas desde que habían regresado y JiMin ya era la burla de todos en el castillo, pues con el pueblo la historia era completamente diferente. La gente de Vinterdod parecía haberle tomado un gran cariño y se mostraban siempre alegres y honrados cuando JiMin bajaba para ir al orfanato o para simplemente hablar con la gente y saber sus necesidades.

—Si estuviéramos en Skinnende Gull ella estaría siendo juzgada bajo el fuego real por tratar de tomarse libertades que no le corresponden—opinó Hwasa con molestia—. YoonGi a su lado, esperando por su propio castigo.

JiMin chasqueo la lengua, su amiga tenía razón, de estar en Skinnende Gull, Suran y YoonGi serían acusados por no honrar y respetar a la corona y serían juzgados bajo el fuego dorado, de ser inocentes no les pasaría nada pero si eran culpables arderian vivos.

—Pero no lo estamos—bufo, JiMin. Apretó los labios pensando en todas las posibilidades de castigar a Suran si estuvieran en su reino.

—Por desgracia es así—respondió HyunA—. Estamos en Vinterdod y bajo nuestras leyes y costumbres el rey tiene derecho a mantener una o varias concubinas—explicó con pesar.

Heechul negó con una mueca y dejó su taza de té en la mesita de centro—. Son viejas costumbres pero deberían tomar medidas en contra de la falta de respeto que suelen sufrir los consortes, si van a hacerlo por lo menos los reyes deberían darle el lugar que se merecen a sus esposas o esposos—negó tomando una pequeña galleta de mantequilla—. El rey debería enviar a Suran a la villa del bosque.

JiMin dejó de mirar su plato de avena para ver a su sastre. —¿La villa del bosque?

—El abuelo del rey mandó a construir un pequeño palacio en las orillas del bosque, esa propiedad fue destinada para albergar a las concubinas del rey—respondió HyunA, ella conocía esa historia pues una de sus tías había sido tomada como concubina del rey Taeyang así que su madre le había explicado a donde sería llevada su tía—. Eso fue después de que uno de los donceles que mantenía en su harem, intentara matar a su esposa.

JiMin sintió que su estómago se revolvía pero no dijo nada pues desde el día anterior se había estado sintiendo de la misma manera pero no quería preocupar a nadie por un simple malestar estomacal, confiaba que la avena y el té que había pedido que le trajeran lo harían sentir mejor.

—Si de mí dependiera simplemente las echaría del castillo—respondió JiMin dándole un sorbo a su té.

—¿Cómo?—preguntó Heechul un poco desconcertado por la declaración del doncel.