A un alma pura y un demonio el sol ha unido.
La desgracia y la desdicha pavimentan su camino.
Dolor y pérdida los marcarán, si no logran el amor encontrar.
Ilusiones y promesas rotas los dañarán, y la más brillante joya el hielo perderá.
Gotas de...
Les recomiendo reproducir el vídeo mientras leen el capítulo, ayuda a crear más ambiente.
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Despertó en medio de la noche, miró a su alrededor pero todo estaba en tanta calma que no parecía real, la habitación se encontraba oscura, sólo ligeramente iluminada por las llamas provenientes de la chimenea que ayudaban a mantener el interior de la amplia habitación cálido y así asegurar un buen sueño para las dos personas que lo acompañaban.
Tenn y Ying estaban echados sobre el suelo a los pies de las ventanas que se habían convertido en su lugar predilecto de descanso, saber de la presencia de los animales lo ayudó a relajarse nuevamente sobre el colchón, sintió la cama removerse a su lado y como un dormido JiMin lo rodeaba con sus brazos y posaba la cabeza sobre su pecho.
Apretó a su esposo entre sus brazos y suspirando volvió a cerrar los ojos para así lograr dormir un par de horas más, o eso fue lo que trato de hacer hasta que un suave murmullo se abrió paso en el silencio de la noche, otro murmullo seguido de un agudo llanto anunciaron la hora de comida de su hijo.
JiMin se removió apenas escuchó el llanto pero lo detuvo para colocarse él en pie y caminar hasta la pequeña cuna que estaba a unos pasos de la cama. Removió el dosel de forma delicada revelando así al pequeño bebé que se removió ansioso sobre las suaves mantas y pieles.
Lo tomo con delicadeza sosteniendo su cabeza y de forma suave lo llevó contra su pecho compartiendo su calor con el pequeño y frágil cuerpo.
Myeong apenas tenía cuatro semanas de haber nacido pero su cuerpo ya parecía saber lo horarios de su hijo a la perfección, la hora de comida del bebé fue la razón de su extraño despertar en la madrugada. Era difícil adaptarse a las noches en vela, pero era algo que aceptaba con gusto pues era durante la noche cuando más tiempo podía compartir con su hijo, entre juntas con el consejo o reuniones con sus asesores, visitar los huertos y revisar las provisiones en las zonas de caza apenas tenía tiempo de cenar con JiMin y pasar un par de horas con su hijo antes de caer dormido en la cama.
Además el clima en el reino estaba volviendo a enfriar, el invierno nuevamente se acercaba y con ello las peores temperaturas. Por lo que sacar a Myeong de la habitación por mucho tiempo no era lo posible, su hijo sólo había sido presentado al pueblo una semana después de su nacimiento y esa era la única ocasión en la que lo habían expuesto al frío del exterior, aún así el bebé iba cubierto por varias mantas y una pesada piel de oso para proteger su delicado cuerpo del helado clima.
Algo triste sobre su reino es que por más que se esforzará en dar abrigo y alimento a su gente, había familias que simplemente no podían costearse pieles lo suficientemente buenas como para soportar el helado viento y el descenso tan abrupto de temperatura durante las noches.