Capítulo 34

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—¡Debes calmarte, maldición!.

YoonGi lo miró pero hizo caso omiso de sus palabras y siguió caminando en círculos por toda la sala. Entendía a su primo, JiMin se había ido hace horas con Xenzu, estaba oscuro afuera y seguramente sumamente frío pues la nieve caía con fuerza. 

—Soobin tiene razón, no tiene sentido alterarnos si no hay nada que podamos hacer o cambiar—él asintió ante las palabras de Solar que pese a lucir realmente preocupada mantenía la calma, no como su primo. 

—¿Cómo pueden actuar de esta forma?—cuestionó YoonGi en medio de su crisis nerviosa—. Que no les importa JiMin, lleva horas fuera, escucharon a Hyojong.

—Sabemos lo grave de la situación, JiMin huyó del castillo bajo los efectos del polen rojo—mojó sus labios—, su actuar con los sirvientes fue cruel, Tenn y Ying también fueron afectados pero ponernos histéricos como tú no ayudará a que regrese antes. 

—Es cierto, además se ha ido con Xenzu por lo que tenemos certeza de que se encuentra seguro—vio a la rubia acomodar su cabello con manos temblorosa—. Es cuestión de tiempo para que regrese. 

Soobin miro a las mujeres dentro de la sala, ambas mostraban rostros llenos de preocupación y cansancio, se sentía mal por ellas pues de cierta forma ambas se sentían culpables. Luego estaba su primo, tenía el cabello despeinado de tanto pasar sus manos por el, su rostro era una máscara perpetua de dolor y desesperación, sus manos le temblaban y no parecía poder estar quieto. 

Entendía su sentir, estar preocupados era lo más normal pero también era un error, la preocupación y el miedo opacaban el buen juicio. Él, por otro lado prefería ser el único en mantener total calma ante la situación, era analítico y una persona realmente lógica por lo que no podía permitirse preocuparse. 

¿Quería a JiMin? Mucho

¿Estaba preocupado? Claro 

¿Estaba muerto de miedo y temía por la vida del doncel? No 

Soobin tenía claro dos puntos muy importantes para saber el actuar que debían seguir tras la huida de JiMin. 

Primero; JiMin había escapado con Xenzu quien lo mantendrá seguro y buscaria un sitio donde el clima no afecte tanto al peli plateado, también sería quien trajera a JiMin de vuelta al castillo y teniendo en cuenta el tamaño del dragón, Xenzu y JiMin podrían estar demasiado lejos por lo que enviar un grupo de búsqueda era inútil. Mantener la calma y descansar sería lo correcto, dudaba que JiMin volviera está noche al castillo. 

Segundo; lo dicho por Hyojong había sido claro y por lo que había escuchado de la gente del castillo, su primo y las damas de JiMin, no había duda alguna de que alguien había dado al doncel el polen rojo, el cual ayudaba a potencializar, de mala manera, los dones de la familia Min, dado que los dones de JiMin eran distintos no sabía como reaccionaria ante el polen. Podrían aumentar de alguna forma sus dones o por otro lado provocar estragos en la mente de JiMin. 

Y dado la forma en la que Ying y Tenn habían actuado tras la huida de JiMin suponía que lo más probable era el segundo escenario. Recordaba que cuando su tío usaba el polen en ocasiones había sufrido delirios y sumado a la ira incontrolable terminaba atacando a quien se le cruzará en el camino. Algo parecido a lo que había hecho JiMin. 

El polen aún tardaría un par de horas en perder su efecto y con suerte JiMin recobraria la cordura y volvería al castillo por la mañana. Eso es justo lo que ya les había dicho a los mayores que parecían morir de la angustia dentro de la sala. 

Pero había un detalle que aún no les decía, Hyojong le había dado la carta que JiMin le había arrojado. Naturalmente la leyó tratando de entender que podría decir aquella hoja para alterar tanto al consorte o que podría haber leído JiMin bajo los efectos del polen. Tristemente, la leyera JiMin o alucinara el contenido, ambos hubieran tenido el mismo resultado, un rey indignado presa del dolor y la irá. 

Rey de Cristal  *Yoonmin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora