Capítulo 36

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Se removió en la cama buscando una posición más cómoda para él, pero sobre todo para su espalda, gruñó con molestia pues llevaba días sin poder dormir más de un par de horas de corrido. Acaricio su prominente barriga, un suave golpe llegó a la palma de su mano, esa era la principal razón para buscar una posición más cómoda. 

Su bebé se movía demasiado, estaba de ocho meses y con el peso adicional de su barriga dormir se había vuelto una tarea casi imposible, si es que no lo hacía sentado. Orinar también se había convertido en una pesadilla, no podían pasar más de un par de horas sin que necesitará vaciar su vejiga, los pies le dolían horrores y habia dias en los que los tenía tan hinchados que no le entraban los zapatos.

El embarazo se había vuelto un poco más difícil después del sexto mes, pero sabía que valía la pena pues su pequeño bebé estaría con ellos pronto. 

La noticia del embarazo había sido anunciada al pueblo apenas el mes anterior, por lo que todos en Vinterdod estaban realmente felices por él y YoonGi. 

YoonGi, bueno las cosas con YoonGi iban para mejor desde que regresó de su huida improvisada del castillo, ambos habían hablado, aclarado todo entre ellos y los sentimiento de ambos. JiMin estaba al tanto de todo lo relaciona a Suran, Irene y So-yeon. No había nada sobre YoonGi que JiMin no conociera ahora. 

También JiMin había hablado sobre sus inseguridades por los sentimientos del mayor, al principio el azabache había pensado que ese miedo era debido a sus acciones o algo por el estilo, pero la verdad es que no era eso, sólo que JiMin temía que YoonGi volviera a su actitud del principio pese a parecer que todo estaba bien entre ambos. YoonGi le juro que eso no pasaría y él había decidido creerle.  

También trataron el tema del respeto por parte de la gente en Vinterdod, no el pueblo, ellos parecían amar demasiado a JiMin. No, el problema no era el pueblo, el problema eran algunas de las familias ricas que creían podían pasar sobre la autoridad de JiMin y algunas de las personas en el castillo. Por eso varias cosas habían cambiado en esos meses. 

YoonGi había decidido asignar algunas de las tareas a JiMin, además de las que ya realizaba, como lo eran las visitas al orfanato y algunos viajes cortos a unos pocos huertos donde se cosechan verduras, ahora JiMin era quién se encargaba de pasar algunas horas por la tarde en el salón del trono escuchando los pedidos o demandas de los habitantes y tratando de solucionar conflictos entre comerciantes, una actividad que sin duda le gustaba y lo hacía lucir aún más importante en el reino y castillo.

Su esposo lo había nombrado como su representante en las reuniones con los consejeros para manejar el dinero del reino, ya que esos viejos hombres parecían ser especialistas en despilfarrar el oro de su pueblo en festividades y celebraciones absurdas. 

Por esa misma razón había declinado la idea de hacer un celebración por el anuncio de su embarazo y en su lugar propuso la construcción de una nueva finca donde criar cabras para la obtención de leche y queso; y también serviría para albergar a varios ciervos que después serían sacrificados para obtener carne. 

Todo parecía marchar con calma y él se había dejado envolver por ella, pese a saber que era efímera y que los tiempos más difíciles se acercaban cada vez más. 

Sintió un par de manos grandes acariciar su vientre de forma suave y un beso de labios fríos  sobre su hombro destapado. 

—¿No puedes dormir?

Sonrió contra la suave superficie de su almohada, amaba la voz ronca que tenía YoonGi por las mañanas.  

—No, creo que lo mejor será levantarme y tomar un baño— sintió otro beso suave contra su hombro—. Igual no falta demasiado para que ambos debamos levantarnos y comenzar las tareas del día. 

Rey de Cristal  *Yoonmin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora