—Está hecho señor.
YoonGi miro a Hyojong quien había entrado a su estudio sin tocar, una sonrisa de medio lado se formó en sus labios, llevó el borde de su vaso contra ellos y le dio largo trago a su bebida clara.
—¿Nadie los vio?—el rubio negó con la cabeza y YoonGi asintió—. Bien, gracias.
Hyojong asintió y giró para abandonar la habitación pero la voz profunda de YoonGi lo detuvo.
—Confío en que esto será un secreto entre nosotros.
—Sabes que así será—sin agregar más salió de la habitación.
—Mmmm…—YoonGi tocaba el borde de sus labios con la yema de su dedo índice en gesto pensativo.
Ya tenía a Irene fuera y lejos del castillo, Sehun nunca iba a encontrarla, no después de hacerla escribir una carta diciendo que se iba del reino con su hijo en el vientre.
Era una buena jugada, eso tendría al general en el borde. No era un secreto que estaba enamorado de la azabache desde hacía años y como esta siempre lo despreció, ahora YoonGi iba por dos pasos delante de Sehun. Había descubierto su traición y tomado una ventaja ante él gracias a la noticia del embarazo de Irene.
Sin duda SeokJin y sus misteriosos dones fueron de más ayuda de la que pensó en un principio. Tal vez sería bueno enviarle algún regalo próximamente, su cumpleaños había sido hace unas semanas así que podría hacerlo pasar por un presente de cumpleaños y no uno de gratitud. Todos sabían que SeokJin tenía el ego y autoestima demasiado elevados, ponerse en deuda con el rey del veneno no le traería nada bueno a YoonGi (a nadie en general), Jin era demasiado inteligente y sobre todo paciente por lo que deberle favores nunca era particularmente bueno.
Suspiró para después darle otro trago a su vaso, puedo sentir la sensación ardiente bajar por su garganta y asentarse en su estómago, por ahora todo se mantendría en orden en el castillo, tenía a Sehun donde lo quería y mantenía a Suran cerca para atraer a Lord Shin, todo iba justo como él lo había pensado, pero no era tonto y sabía que no debía confiarse. Confiar era una debilidad, lo aprendió a las malas y ahora él nunca se confiaba, debía estar completamente seguro de que las cosas irían como él había planeado y sólo así se aseguraba del éxito de sus planes.
Pero siempre debía estar listo para alguna sorpresa y ser precavido para usarla a su favor.
YoonGi no iba a permitir que le siguieran robando y mucho menos que alguien más le hiciera daño a JiMin.
No ahora que su adorable esposo parecía estar tan bien, JiMin lucía feliz, radiante y encantador desde hace poco más de un mes. YoonGi planeaba que siguiera así por mucho tiempo.
—Me pregunto qué estarás haciendo ahora, cariño.
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Rey de Cristal *Yoonmin*
Fiksi PenggemarA un alma pura y un demonio el sol ha unido. La desgracia y la desdicha pavimentan su camino. Dolor y pérdida los marcarán, si no logran el amor encontrar. Ilusiones y promesas rotas los dañarán, y la más brillante joya el hielo perderá. Gotas de...