Rey de Cristal *Yoonmin*

Capítulo 40

—Va a hablar ahora o sólo me hará perder mi tiempo en cuyo caso… 

Dejó la frase al aire mientras señalaba a Jisoo con la espada aún cubierta de sangre. 

—Solo me tome un minuto para dejarlo disfrutar de los sentimientos que pueda sentir por el pequeño JiMin—aclaro con calma—. Dudo que puedan seguir ahí después de lo que voy a contarle. 

Y contaba realmente con ello, más de una vez escuchó que Min YoonGi era un hombre rencoroso que no aceptaba ningún tipo de traición o mentira. Que los dioses se apiadaran de JiMin pues con lo que diría quedaría tan mal ante los ojos del rey que esperaba fuera este mismo quien lo matara. 

—¡Habla de una vez! 

Dio un pequeño salto en su lugar debido al grito del rey pero recuperó su postura y lo miró con una sonrisa en los labios. 

—Creo que hay algo que debo explicar antes de llegar a lo realmente importante—le dio otro trago a su Copa de vino—. La familia Park está rodeada de misterio pero hace no mucho fui capaz de verla bajo una nueva luz, luz que dejó en claro varias dudas que guardaba respeto a esta y sobre todo a Park Hanni. 

YoonGi la miraba fastidiado y tamborileaba los dedos con desesperación sobre la mesa. 

—Siempre me pregunté porqué la siempre orgullosa Park Hanni había decidido casar a su único hijo contigo, bueno no se si lo sabes pero la familia Park y la familia real Kim son las únicas en Rikegisk que mantenían la sangre tan pura como les fue posible—la mirada aburrida no cambió en ningún momento—. Los Jeon también lo hicieron para la familia Park y los Kim siempre fueron un paso más allá, usted lo sabe, ¿no es así? 

YoonGi chasqueo la lengua—. Los Kim practicaron incesto en algunas ocasiones y las Park no tomaban maridos que no fueran nacidos en su reino, entre más antigua la familia mejor. 

—Así es—asintió satisfecha—. Sabe cual fue mi sorpresa al enterarme que JiMin se casaría con usted—bebió otro trago de vino—, pero lo he pensado y llegado a una conclusión, Hanni te eligió porque de todos los reinos en Rikegisk, Vinterdod es el único que podría hacerles frente, el único con la capacidad de quitar a los Park del poder, después de mas demil años, años mas años menos, podrían eliminar a una de las casas y familias más antiguas en la historia de Rikegisk—una pequeña sonrisa en sus labios—. Lo hizo antes con Beogym, se casó con el heredero Jeon y evitó que el pueblo de Brigton se levantará en su contra y ahora a sido su turno. 

—¿En eso te basas para declarar que mi matrimonio es una farsa?—alzó sus cejas, la mirada divertida la confundió—, no crees que llegas un poco tarde, eso es algo que pensé apenas termine de leer la carta donde se me ofrecía la mano de JiMin. 

Cuando lo vio apretar la empuñadura de la espada y hacer amago de levantarse decidió retomar la conversación. 

—Tu hijo—apuntó—. Crees que el matrimonio es lo único que planeaban obtener, ¿la certeza de que no atacaras su reino? no claro que no, Hanni buscaba algo más, algo que su familia lleva años queriendo recuperar. 

—¿Pero qué dices?—por primera vez YoonGi mostró una reacción más además del aburrimiento, desconcierto. 

—Escuche lo que se dice de tu hijo, los ojos más hermoso que los cinco reinos jamás hayan visto—lo miro directo a los ojos, con seriedad—. ¿Son lilas no es así?, pero no son como los de JiMin, son diferentes, más hermosos, más exóticos, todo debido a las pequeñas motas rojizas que brillan en ellos. 

—¿Y eso qué? es mi hijo, claro que tendría los ojos rojizos al nacer. 

—Exacto majestad, es justo con eso con lo que contaba Park Hanni, en algunos meses o tal vez un año el rey Kim TaeHyung dará a luz a un niño o niña con los ojos grises como el acero con algunas motas de oro en ellos y sabe que es lo que eso significa.