We are not friends [Brunol]

"T"

*Narra Pol*

Me encontraba leyendo en la cama cuando llegó Bruno y se colocó junto a mí, apoyando la cabeza en mi hombro para poder ver el libro.

-¿Qué lees? -preguntó.
-Los papeles póstumos del club Pickwick.
-¿Es uno de los que te regaló mi padre?- asentí y nos quedamos un rato en silencio. -Todavía no hemos comentado nada de lo que pasó en el pub. -continuó.
-Estuvo bien.- me ponía de mala ostia que no me dejasen leer tranquilo.
-¿Te gustaría repetirlo?
-No se Bruno... -suspiré. -Ya te dije que no quería estar en una relación abierta.
- Tampoco sería una relación abierta del todo ¿sabes? Solo muy de vez en cuando.
- Ya lo hablaremos si algún día vuelve a surgir.

Bruno se puso serio, resopló y sin decir nada más se tumbó dándome la espalda. Ni un beso, ni buenas noches ni nada, a este le pasaba algo. Me estaba resultando complicado prestar atención a lo que leía. ¿Se habría cansado ya de mí? ¿No era suficiente? ¿Le había gustado el otro más que yo? ¿Estaría enamorado de alguien más? Dejé el libro en la mesita y me crucé de brazos.

- ¿Lo dices porque te gusta otro tío? -pregunté finalmente, él giró la cabeza para poder mirarme.
-A ver... -volvió a sentarse junto a mí. -No es que me "guste"
-¿A que te refieres con eso de que te "guste"?- pregunté imitando el gesto de comillas que acababa de hacer.
-Me refiero a que no estoy enamorado de él, pero me pone mucho. -suspiré un poco más aliviado.
-Bueno, eso es normal.
- ¿A tí te pone alguien? Aparte de mí, obviamente.

Recordé la primera vez que vi a Edu y la tarde en la galería. Es que había sido capaz de empalmarme hablando de una puta escultura romana. He de reconocer que en su momento me sentí un poco mal por Bruno. ¿Pero qué le voy a hacer? Tener novio no ha hecho que me quede ciego y obviamente hay más gente que me atrae.

-Puede...- contesté finalmente.
-¿Edu, verdad? -lo miré un poco flipado.
- Joder ¿Cómo lo sabes?
- He visto que su explicación sobre el David te ha motivado mucho. Es que el cabrón parece un dios griego, o bueno, romano.
-Osea, que a ti también te mola ¿no? -lo miré con una media sonrisa, él asintió.
- Es a lo que quería llegar antes. Si a todos nos parece bien podríamos hacer algo, tipo lo de las colonias.
-Un trío, vamos.- asintió. - ¿Crees que querrá?
- Seguramente. Hace tiempo nos gustábamos y me ha dicho que le pareces muy guapo.
-Vale... pero se lo propones tu.- me guiñó el ojo y se acercó para darme un suave beso.
-Buenas noches cariño.

Volvió a tumbarse dándome la espalda. Me acerqué a él y rodeé su cintura con mi brazo.

-Buenas noches. -le susurré al oído. No tardamos nada en dormirnos.

•••

Me desperté bastante tarde, más que de costumbre. Bruno no estaba en la cama así que tal cual estaba, con unos boxers, salí a buscarlo. Edu y él se encontraban en la cocina, podía escucharlos hablar en italiano desde el otro lado del pasillo, obviamente no entendía una mierda. Estaban sentados en la mesa, desayunando tostadas. Cuando entré Edu se me quedó mirando de arriba a abajo, detuvo la vista unos segundos en mi paquete y volvió a mirarme de abajo a arriba.

-Buenos días.
-Buenos días.- contestaron casi al unísono. Me senté con ellos.
-Te he dejado unas tostadas, por si quieres.- dijo Bruno acercandomelas.
-Perfecto, gracias.- comencé a echarles el aceite.- ¿Qué tienes preparado hoy para nosotros?- pregunté dirigiéndome a Edu.
-Pues había pensado que podemos acabar lo que nos queda por ver esta mañana, comer por ahí y por la tarde lo que vaya surgiendo.

Cuando acabamos de desayunar recogimos un poco y fuimos a nuestra habitación a vestirnos.

-¿Le has comentado ya algo? -le pregunté a Bruno.
-Todavía no. Me esta feo llegar y decirle: oye, es que nos pones mucho ¿quieres hacer un trío?
-Llevas razón.
-Creo que es mejor esperar a que surja solo.