We are not friends [Brunol]

La conversación

*Narra Bruno*

Había pasado ya alrededor de media hora desde que me fui de casa de Pol. Aún seguía muerto de vergüenza. Seguro que ese momento no se le olvidaría a Oscar en la vida, y obviamente, a nosotros tampoco.

Pol cada vez aceptaba más su sexualidad, ya no decía mierdas de esas como que le daba morbo, que solo le había pasado conmigo, bla, bla, bla... Pero tampoco creo que tuviese pensado contárselo a su hermano (y mucho menos a su padre).

Y luego está ese mensaje, ese puto mensaje. La conversación pendiente.

Yo: Mañana puedes quedar?
Pol: Creo que si
Yo: Pues ya me diras si pasa a ser PUEDO QUEDAR
Pol: Es PUEDO QUEDAR
Pol: Pero siempre queda mejor decir creo
Pol: Te da un rollo mas interesante
Pol: Y da intriga
Yo: Ok

•••

He quedado con Pol en 15 minutos. ¿Qué me pongo? Vamos a tener una cita, creo; ¿qué se pone alguien para una cita? Tampoco quiero arreglarme demasiado y que se piense que me he emocionado porque vamos a tener una cita, creo. Pero, ¿y si él se arregla y yo no? A la mierda, lo primero que pille. Como si Pol fuese a preocuparse por como voy vestido.

Me dirigí a la parada de metro más cercana a mi casa, habíamos quedado en el parque ( nuestro parque ) que se encuentra junto a la academia de danza.

Aquella noche me había costado conciliar el sueño, estaba muy nervioso por lo que pudiese pasar. No quería joder lo que teníamos. Una parte de mí tenía esperanzas, pero la otra pensaba que él solo me quería para follar, era entonces cuando me deprimía y me rallaba. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un mensaje de Pol.

Pol: Ya estoy
Yo: Dos minutos.

En cuanto bajé del metro empecé a correr hacia el banco en el que seguramente se encontrase Pol, pero tampoco mucho no quería llegar sudado.

Cuando lo vi me sonrió y me hizo un gesto con la cabeza en forma de saludo. Le devolví la sonrisa y me senté junto a él.

- ¿Qué tal con tu hermano?
-Bueno, bien. Todavía me siento un poco incómodo cuando estoy con él.
-Ya... normal. ¿Qué te dijo?
- Nada, le dió un poco igual, pero me dijo que para la próxima echásemos el cerrojo.- sonreí.
-Hombre, pues claro, después del susto...
- A partir de ahora quedamos en tu casa, por si acaso.
- Me parece correcto.
- Y hablando del otro día... Creo que todavía te debo una respuesta, ¿no?- . Asentí y me quedé mirándolo expectante.- La verdad es que yo también había empezado a pensar en ello. Pero no quería joder las cosas contigo. Sabes que soy una mierda en las relaciones de pareja, acabo haciéndoles daño . A ti ya te hice daño en su momento y no quiero que sufras más por mi culpa.

No puede ser ¿Habíamos estado todo este tiempo así por esa mierda?

- Tú no sabes como van a salir las cosas.
-Si, lo sé. Siempre es lo mismo.- resoplé y puse los ojos en blanco.
-¿Tú me quieres?
- Joder tío, pues claro que te quiero.
- Pues ya está. Deja de ir de víctima y de pensar tanto en el futuro. No sabes si me vas a hacer daño, si te lo voy a hacer yo a ti, si vamos a casarnos o si mañana va a caernos un meteorito. - Pol sonrió.- Así que podemos intentarlo, y ya vamos viendo. ¿Vale?
- Vale.

Me acerqué a él y nos besamos suavemente. Sus labios nunca me habían sabido tan bien, puede que fuese la felicidad del momento. ¿Quien iba a decirme a mí hace un par de años que sería el novio de Pol Rubio?