We are not friends [Brunol]

Cafés con leche

*Narra Pol*

Bruno y yo fuimos a tomar algo al Cafè Cometa cuando acabó la clase de danza. Siempre que iba a verlo acabábamos allí. Era un lugar muy acogedor y tenían unos sandwiches buenísimos. Pedimos dos cafés con leche y un sandwich especial para compartir.

Pude notar que Bruno todavía estaba un poco rallado, llevaba como un minuto moviendo el café con la mirada perdida. Coloqué mi mano sobre la suya y le hice una suave caricia, haciendo que me mirara y me dedicara un sonrisa.

- ¿Estás muy rallado por lo de danza?- pregunté.
-La verdad es que si.- suspiró.- No quiero joderle la actuación a mis compañeros. Se que ellos han trabajado muy duro para que salga todo bien.
- Tú también has trabajado duro.
- No Pol, no he hecho una mierda. -Respondió dejando de mover el café. -Durante el confinamiento no he practicado y me he saltado varias clases.
- Pero todavía tienes tiempo para mejorar. Yo te he estado viendo y, aunque no entienda mucho, creo que no se te daba nada mal.
- ¿Te acuerdas del chico ese que nos hemos cruzado a la salida?- preguntó tras darle un sorbo a el café.
- ¿Al que le molas?
- ¿Por qué piensas eso? Si solo lo has visto tres segundos.
- Joder Bruno. Le he molado a mucha gente, eso se nota. Además, te ha giñado un ojo. - Bruno negó con la cabeza.
-Bueno, a lo que iba, resulta que va a ser mi "profesor particular"
- ¿Pues muy bien, no? Así puedes practicar más.
- Si, supongo. -partió el sandwich especial por la mitad y cogió un trozo. - Creo que ya no me apasiona la danza tanto como antes.
- ¿Por qué? -pregunté cogiendo la otra mitad.
- Antes hubiese sido incapaz de saltarme clases o de llegar tarde. Ahora parece que tengo más ganas de que me llame mi abuela para ayudarla en el teatro que de bailar.
- Pero eso es normal, nuestros gustos cambian y no pasa nada. Igual ahora has encontrado tu verdadera vocación.
- ¿Entonces estoy estudiando historia para nada? -dijo entre risas.
- Pues nunca se sabe Brunete... -contesté encogiéndome de hombros.

Nos acabamos los cafés y el Sandwich y pedimos la cuenta. Miré la hora en el móvil, joder, llevábamos allí más de una hora. Era increíble lo rápido que se me pasaba el tiempo cuando estaba con Bruno.

- Oye, antes de que se me olvide, ha dicho mi padre que te podrías quedar algún día a cenar. Tiene ganas de conocer más a su yerno.- dije.
-Ufff... que corte, no?- contestó rascándose la cabeza.-Pero vale. Mañana por ejemplo me viene bien.
-Mañana va a hacer Gloria una de las especialidades de la casa, así que perfecto. Y tú por mi padre no te preocupes, que si veo que empieza a pasarse un poco lo corto enseguida.

Agarramos las cosas y nos dirigimos a la academia, donde había dejado aparcada la moto. Bruno fue todo el camino embobando con el móvil. He de reconocer que me jodía que la gente hiciese eso, si estás con alguien habla con esa persona, no uses el puto teléfono. Lo dejé pasar los cinco minutos que tardamos en llegar. Tampoco quería que pensase que era un controlador o un celoso, que se mosquea por el simple echo de verlo hablar con alguien. Cuando fui a darle el casco de la moto y no me hizo ni caso porque seguía embobado dejé de contenerme. Hice un silbido para llamar su atención.

- ¿ A pasado algo o qué? -pregunté.
- Me ha hablado Marcos. Dice que si podemos quedar mañana por la tarde.
- ¿Y qué le has dicho?
- Que si, pero que tengo que irme temprano porque tengo cena.- dijo con una sonrisa cogiendo finalmente el casco y dándome un beso en la mejilla.