We are not friends [Brunol]

Sitges

*Narra Bruno*

Pol y yo llevábamos un rato en Sants esperando a que llegasen los demás y, he de reconocer, que estaba un poco nervioso. Había estado toda la mañana dándole vueltas al tema y cuanto más lo pensaba peor me ponía. He estado muchas veces con su familia, pero su padre todavía conseguía que me pusiese nervioso.

- ¿Has cogido el cargador?- preguntó Pol, yo asentí.
- Creo que lo llevo todo. -lo miré. -¿Estás nervioso?
-¿Por qué iba a estarlo?- preguntó sin apartar la mirada del panel informativo.-¿Tu si?
- Igual un poco.- me encogí de hombros.
- Tio, ya lo hemos hablado muchas veces, no te comas la cabeza por mi padre, que es un trozo de pan.
- Si ya, pero no sé... me da miedo decir o hacer algo y cagarla.- Pol negó con la cabeza.
- Si no la has cagado en cuatro años no lo vas a hacer en tres días, deja de rayarte por cosas que no van a pasar.- me colocó la mano en el hombro. - Verás que unidos vais a acabar después de las vacaciones, me vas a acabar pidiendo que vayamos a comer con él todos los fines de semana.- solté una carcajada.
- Tú lo que quieres es librarte de hacer la comida, que ya te conozco.- le di un codazo.- Mira, ya están aquí.

Alfonso venía con un sombrero y unas gafas de sol y Gloria tan guapa como siempre, entre los dos llevaban una maleta en la que perfectamente podría caber mi armario entero.

- Ya está bien que nos veamos las caras ¿no?-le dijo a Pol mientras yo seguía saludando a Gloria. - Que desde que te has independizado nos vemos una vez al mes.
- No seas exagerado papa, quedamos la semana pasada.- negó suavemente con la cabeza y miró hacia la puerta por la que acababan de entrar.- Creía que veníais con Oscar y Oksana.
- Al final no han podido venir, estaban muy liados con los peques.- intervino Gloria. Alfonso se acercó a mí y me dio una palmada en el hombro.
-Vosotros no tengáis prisa ninguna por tener hijos.- me reí.
- Puedes estar tranquilo.- contesté negando con la cabeza.
- Eso espero, porque si a vosotros os veo una vez al mes a Oscar lo veo cada año bisiesto.
- Venga anda...- Pol agarró la maleta.- Vamos para abajo que todavía perdemos el tren.

Durante el trayecto Alfonso nos enseñó el pequeño intinerario que había preparado para nuestra estancia en Sitges, y digo pequeño porque este se resumía en ir a la playa y pasear por la ciudad. Aunque fuesen pocos días se le veía muy ilusionado por poder hacer algo con su familia que llevaba tantísimos años sin poder permitirse. A Pol no se le notaba tan emocionado, pero sabía que también estaba muy feliz de poder hacer algo así finalmente.
Estaba yo un poco en mi mundo cuando por el altavoz sonó el siguiente destino: Sitges.

•••

Pol y yo nos encontrábamos en nuestra habitación del hotel, deshaciendo las maletas y preparándonos para bajar a la playa. Me di la vuelta algo serio y me quedé mirándolo, mientras él seguía metiendo las cosas en el armario.

- ¿A qué te referías exactamente cuando me dijiste que igual nos lo pasaríamos mejor de lo que pensaba?- pregunté, consiguiendo captar su atención.
- ¿Cómo?- dijo alzando la ceja.
- El otro día, en la ducha.- asintió. - Es que no se... igual lo malinterpreté yo un poco pero... ¿es lo que estoy pensado?
- Pues no se Brunete. - sonrío. - ¿En qué estas pensando?
- ¿Te referías a volver a abrir la relación?- alcé los brazos. - Es que ... luego soltaste lo de que aquí hay mucho ambiente gay y se me vino a la cabeza eso.
- Bueno, en aquel momento no lo pensé mucho, fue más lo que me salió para intentar convencerte.- colocó la camisa que aún tenia en la mano. -Pero si a ti te parece bien... podemos volver a abrirla, como en Roma.
- La verdad es que es algo a lo que le he dado muchas vueltas desde que me lo comentaste y a mí si que me apetece.- me apoyé contra el armario. -Pero solo mientras estemos aquí.
- Claro claro.- asintió enérgicamente. -Solo para animar un poco más las vacaciones.

Ambos continuamos colocando la ropa, habíamos quedado con Gloria y Alfonso abajo, dentro de veinte minutos. Saqué el bañador nuevo de la maleta y comencé a aplicarme el bronceador, le pedí ayuda a Pol para que me lo diese en la espalda.

- Pero... ¿hay alguna norma nueva en esto de abrir la relación?- preguntó.
- Pues no lo sé. - me quedé unos segundos pensando.- Supongo que la de siempre, hacerlo estando juntos. ¿Por qué, es que quieres hacer algo diferente?
- Bueno, es que... a ver... - me masajeó los hombros con la crema. - Puede que me apetezca hacerlo con una chica... y no se si a ti te molaria.

Aquello me sentó como un jarro de agua fría, no supe que decir. Obviamente yo ya sabía que Pol seguía siendo bisexual, por lo que su atracción por las mujeres estaba ahí. Aquella era una inseguridad que siempre había estado presente, pero que yo intentaba enterrar. ¿Qué pasa si una mujer le aporta sentimientos o sensaciones que yo no soy capaz de aportarle? ¿Qué pasa si algún día hecha de menos tener sexo con una mujer? ¿Qué pasa si en algún momento le aburro?

- Claro que puedes. -contesté finalmente, intentando mirarlo.- Mientras que no acabemos haciendo otro trio... -rió.
- Tranquilo. -alzó las manos. -Solo nosotros dos.

No podia decirle que no, no podía reprimirlo, por muy poca ilusión que a mí me hiciese. Si decidíamos abrir la relación la abriríamos con todo lo que ello conllevara.