We are not friends [Brunol]

"D"

*Narra Bruno*

Había pasado ya más de un año desde nuestra pequeña crisis, ahora ambos estábamos en tercero de carrera. Teníamos trabajos más o menos estables y nuestra relación estaba mejor que nunca. Pero lo más importante de todo era que hacía ya una semana que nos habíamos mudado a nuestro propio piso.

Era un piso bastante viejo y pequeño, pero poco más se puede pedir con un sueldo de técnico de sonido y de camarero a media jornada. Por lo menos no estaba en mala zona. Pol había sido quien me lo había propuesto, yo obviamente dije que si sin pensármelo dos veces. El piso era de Rai y hacía tiempo que estaba sin alquilar, además nos lo dejó a muy buen precio.

Me encontraba estudiando para el examen de la próxima semana cuando escuché el sonido de unas llaves y acto seguido el de la puerta abriéndose.

- Buenas. - dijo Pol entrando al salón y tirándose contra el antiguo sofá.
- Buenas ¿Que tal la tarde?
- Pffff estoy reventado tío.- se descalzó y se puso más cómodo. -¿Y tú? ¿Tenías examen dentro de poco, no?- asentí.
- El martes que viene, de momento no voy mal.
- Pues genial. - se acercó y me dio un suave beso en la cabeza. -Creo que voy a darme una ducha y me voy a acostar, que mañana tengo que madrugar.
- ¿No vas a cenar? -pregunté apartando unos segundos la vista de los apuntes.
- No se, no tengo mucha hambre.

Se dirigió al baño y escuché como comenzaba a caer el agua. Empecé a imaginarme la escena: Pol desnudo, mojado, enjabonado, el agua corriendo por su cuerpo... me puse muy cachondo. Llevaba ya un par de horas estudiando y mi cabeza había empezado a divagar, a veces no me hacía falta nada para encenderme.

Fui desnudándome por el pasillo, a la mierda historia. Entré sigilosamente al baño, Pol ya se encontraba en la ducha y tenía la música bastante alta. Me metí en la ducha y me coloqué detrás de él rodeando su cintura con mis brazos.

- ¿Te ayudo? -le susurré uniendo aún más nuestros cuerpos.
- ¿Qué pasa con el examen?- preguntó volviendo ligeramente la cabeza.
- La revolución rusa puede esperar. -fui bajando la mano hasta llegar a su entrepierna.
- ¿Ah si?
- Si, tengo cosas mejores que hacer.

Agarré su miembro y comencé a masturbarlo, mientras dejaba suaves besos por su cuello y parte de los hombros. Con la otra mano acariciaba sus abdominales y sus pectorales, sabía que eso le ponía a mil.

Pol se dio la vuelta y comenzamos a besarnos mientras el agua caía débilmente por nuestros cuerpos. Cogió nuestras erecciones y las juntó para masturbarnos a los dos a la vez. Enredé mis dedos en su pelo y un suave gemido salió de mis labios, Pol me miró con una sonrisa pícara y volvió a besarme.

- Necesitaba esto.- dijo aún masturbandonos.
- Yo también.- contesté casi inaudiblemente.

Me dio la vuelta y empezó a dejar suaves besos en mi cuello y en mi hombros mientras me agarraba suavemente por las caderas. Me pegué a la pared, sabía que necesitaría apoyarme en algo para lo que estaba a punto de venir. Notaba como jugueteaba con su erección, la acercaba, hacia como que iba a meterla, se alejaba, metía solo la punta...

- Pol, hazlo ya joder.
- Ni si quiera te he metido los dedos y no tenemos lubricante.
- Podré soportarlo, tampoco es que sea la primera vez. Usa saliva o lo que sea, pero no me cortes el rollo. -contesté un poco de mala ostia.
-Vale vale.

Volví a sentirlo pegado a mi espalda y poco a poco fue metiéndose en mi interior. Cuando llegó al final se quedó quieto y colocó las manos suavemente en mi cintura, mientras me besaba el cuello. Comenzó a moverse con un suave vaivén y a medida que aumentaban mis gemidos también aumentaba el ritmo de sus envestidas.El sonido de nuestros cuerpos chocando se mezclaba con la canción de C. Tangana que sonaba de fondo.

Pol volvió a masturbarme, esta vez más intensamente, sabía que estaba a punto de correrse. Gimió y noté como acababa en mi interior, continuó unos segundos antes de salir. Me di la vuelta para finalmente volver a estar cara a cara y poder besarnos. Lentamente fue bajando por mi cuello, pecho y abdomen hasta quedarse de rodillas. Se la metió en la boca y comenzó a chuparmela como nunca.

- Joder Pol... - dije con un hilo de voz.
- Córrete en mi boca. - enredé los dedos en su pelo para acompañar sus movimientos.

¿Y quien era yo para decirle que no? Un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo y ,entre gemidos, terminé. Miré hacia abajo y vi a Pol aún de rodillas, creo que esa siempre seria una de mis imágenes favoritas.