𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

Capítulo 4.

Valeria.

Realmente esperaba que Edson le diera mi número a Sebastián, tenía unas ganas inmensas de conocerlo.
Miraba mi celular una y otra vez con la ilusión de recibir su me urgensaje pero era en vano.

- Hola Vale.- dijo haciendo que brincara del susto.- Ya veo que estás muy distraída.
- ¿Distraída? No, claro que no.- contesté nerviosa.
- Si claro.- no me creyó. Llegó una notificación, revisé mi celular inmediatamente pero eran los molestos mensajes de noticias, aventé mi celular decepcionada.
- ¿No era el mensaje que esperabas?.- dijo mi mamá burlándose.
- No.- respondí desanimada.
- ¿Y se puede saber de quién lo esperas?.
- De un chico.- me miró sorprendida.
- ¿Qué chico?.- la conozco y no iba a dejarme en paz hasta que le dijera de quién se trata.- ¿Cómo se llama?.
- Sebastián.- una sonrisa se dibujó en mi cara.
- Un segundo ¿Sebastián?.- dijo mi mamá preocupada.- ¿Qué no es jugador del Club?.
- Si.- contesté.- pero el es distinto y el día que lo conocí sentí que hubo química.
- Hija, ¿Estás segura que quieres salir con ese chico? Porque si tú papá se entera se pondrá como loco.
- Sebastián es muy distinto a César, se que el no me fallará.

Eso era algo que mi padre debía de entender que no todos los jugadores son como César.
Me llegó el mensaje que tanto estaba esperando, mi corazón se aceleró, mis manos comenzaron a dudar, es increíble la sensación que te ocasiona recibir un mensaje del chico del que quedaste enamorada. Mi mamá se fue burlándose de mí, en cuanto cerró la puerta no tardé en responder su mensaje.

Holaa, Soy Sebastián. Espero que no te moleste que tenga tu número.

- Holaa. No me molesta.

Sebastián.

Antes de enviarle el mensaje lo pensé muchas veces, estuve a punto de arrepentirme pero después recordaba esos hermosos ojos que, no se de dónde, me hicieron sacar todo el valor que tenía guardado.

- Holaa, Soy Sebastián. Espero que no te moleste que tenga tu número.

Holaa. No me molesta.

- ¿Qué tal tu día?.- ‘Es en serio Sebastián, que pregunta tan estúpida’

Estuvo muy bien. Y el tuyo?.💛

- Estuvo bien. Hoy te veías muy linda.😊.

Gracias.🙈

- De nada.- me empecé a poner muy nervioso que ya no sabía que escribirle.
Decidí llamarle a Edson, el es un experto en estás cosas que me daría un buen consejo.
- ¿Qué pasa pecas?.
- Necesito ayuda, me estoy bloqueando.- dije desesperado.
- Tranquilo, ¿Qué le has escrito?
- Le pregunté por su día y le dije que hoy se veía linda.
- Vaya, no estás tan pérdido. Pregúntale algo que quieras conocer de ella. Te está yendo bien, confía en ti.
- Ok, gracias Edson.

Después de hablar con el me sentí un poco más seguro, si quería que ella se fijará en mi tendría que dejar de ser tímido y vea a un chico seguro de si mismo.

- ¿Qué es lo que más te gusta hacer?.

Me gusta viajar, espero ir a todos los rincones del mundo.✈️

Estuvimos platicando por más de dos horas, cada vez que mandaba un mensaje me temblaban los dedos y cada parte de cuerpo, es increíble todos los sentimientos que puede provocar una chica tan linda como ella.

Valeria.

Hablar con Sebas ha sido un sueño, cada mensaje y cada minuto que pasamos hablando me da razones para no parar de hacerlo, podría pasarme todos mis días así.

¿Puedo decirte algo?.

- Claro.💛

Me alegro haberte conocido ese día en el vestidor.🤭

- Yo igual.💛

Agradezco no haber conocido el lugar y encontrarme con Sebastián, aunque sin camisa y hoy más nunca estoy segura de nuestra química.

Sebastián.

Amanecí con una sonrisa en mi rostro, disfruté mucho hablar con ella.

Tomé mi auto para salir a dar una vuelta, en una esquina vi a una chica que me resultó conocida, decidí acercarme un poco para poder verla con claridad, no lo podía creer, era Valeria.
- Hola.- dije bajando la ventanilla del auto.
- Hola.- me sonrió.
- ¿Qué haces?.
- Quería conocer la ciudad, aunque me tomará un poco de tiempo, no conozco las calles.- dijo riéndose.
Se me ocurrió una gran idea, era la oportunidad perfecta para pasar más tiempo con Valeria.
- ¿Te gustaría que sea tu guía?.- sugerí. Me dio una sonrisa, yo estaba nervioso y ansioso por su respuesta.
- Si, me gustaría mucho.- respondió.

Subió al coche, todo dentro de mi se comenzó a acelerar. En ese momento por mi cabeza pasó una cantidad enorme de lugares a los que la podría llevar, mi primera opción fue llevarla a conocer el Ángel de la Independencia.

La veía de reojo, no paraba de ver por la ventana y también me miraba me miraba a mi.
...