...
- Hola Valeria.- dijo la chica, no podía apreciar su rostro con claridad por culpa del foco que estaba arriba de mi e iluminaba con fuerza.
- ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Por qué me tienes aquí?.- pregunté.
- Digamos que te conozco muy bien.- contestó. Esa voz se me hacía bastante familiar.- Además tenemos que arreglar un asunto muy importante...Se fue acercando poco a poco hasta que pude reconocer su rostro... ¡No puede ser!
- ¿Mariana?.
- ¿Que creíste estúpida? ¿Qué me iban a intimidar tus amenazas? Pues te equivocaste, no me voy a rendir hasta conseguir lo que quiero.- me dijo.
- Basta Mariana, déjanos en paz.- contesté.- ¡Sebastián no te quiere!Se acercó furiosa volteándome la cara de una bofetada.
- ¡Y todo es tu culpa! Si jamás te hubieras aparecido en su vida yo lo hubiera recuperado sin problemas.
Verla tan desesperada por conseguir el amor de una chico que no la quiere me da lástima, es una chica hermosa que de seguro tiene a más hombres tras de ella pero no quiere dar cuenta por seguir aferrada a Sebastián.
- Mariana por favor déjanos en paz... déjanos ser felices.
- ¿Tú crees que Sebastián es feliz contigo? El necesita a una mujer que lo satisfaga en cualquier aspecto y por eso yo soy la persona indicada para el... Si supieras lo bien que lo pasábamos juntos.Rodeé los ojos, mi paciencia se estaba terminando completamente.
- ¿Y qué quieres que yo haga? El no quiere estar contigo.- seguí insistiendo.
- Eso se puede cambiar y tú me vas ayudar.
- ¿De qué hablas?.
- Saliendo de aquí vas a ir a terminar con el y convencerlo de que regresé conmigo.
- ¿Qué? ¡Estás loca! Yo no haré eso, lo amo.- dije.
- Pues si lo amas harás lo que te dije o ¿Acaso te gustaría ver qué su carrera se vaya por la borda?.- me preguntó.
- No te estoy entendiendo nada.
- ¡Ay Valeria! Es tan simple... O terminas con el y te alejas para siempre o yo misma me encargó que Sebastián no vuelva a pisar un solo estadio ¿Ahora sí lo entendiste?.- me amenazó.Agaché la cabeza, con todo lo que ha hecho estoy segura que si conseguirá lo que ella dice. Sebastián ama el fútbol y me encanta verlo hacer lo que el ama y no puedo quitarle eso.
Todo lo que estuve pensando en ese momento me llevó a decir, con todo el dolor de mi corazón:
- Bien, terminaré con el.- levanté la mirada.- Pero promete que Sebastián va a seguir jugando si lo hago.
- Te lo prometo, de hecho va a crecer demasiado como futbolista.
- Entonces déjame ir.- dije.Empezó a desatárme para dejarme libre, tomé mis cosas y antes de salir me detuvo apretando mi brazo:
- Ten cuidado si no lo haces o Sebastián saldrá afectado.
Quité mi brazo bruscamente y salí de ese lugar deshecha.
Pedí un taxi para regresar a casa.Sebastián.
Perdí la cuenta de las veces que llamaba a su celular pero todas las ocasiones me mandaba a buzón.
Eran alrededor de las diez de la noche cuando las autoridades llegaron a la casa, pero no sirvió de nada que estuvieran ahí no habían encontrado ningún rastro de dónde podían estar Valeria.
Salí un momento mientras sus padres hablaban con la policía, saqué mi celular pero está vez no llamaría a Valeria ni a Edson, llamé a Mariana porque algo me dice que ella tiene algo que ver.
La llamé, sonaba pero no contestó. Tal vez me equivoqué y es que no puedo evitar pensar en ella cada vez que le pasa algo a Vale.
Siguieron pasado las horas y la desesperación estaba a todo lo que daban.

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𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚
Ficção Adolescente•|| «Aunque la historia no estaba prevista, somos la prueba de que existe amor a primera vista»||•