𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

Capítulo 25.

Sebastián.

Desperté, estaba un poco mareado no recuerdo muy bien lo que pasó, solo sé que estaba en el vestidor pero ya no recuerdo nada más.

Una enfermera estaba a un lado cuando abrí los ojos, por lo que alcance a ver estaba checando algo de mis medicamentos. Me dijo que tenía unas visitas y la primer persona que se me vino a la mente fue Valeria pero  no creo que está aquí, estoy seguro que debe de estar con el idiota de César.

Dentro de poco entraron Edson, Bruno y Haret a la habitación me dio mucho gusto verlos.

- ¡Pecas!.- dijo Edson acercándose a saludarme y después se acercaron los otros chicos.- ¿Cómo estás?.
- Me siento un poco mareado pero me alegra mucho verlos.- contesté.
- Sebas qué pinche sustazo nos diste.- dijo Haret.
Nos comenzamos a reír.
- Tiene razón, todos estábamos angustiados.- dijo Bruno.
- Si pero no tanto como Valeria.- le siguió Edson.

Me emocioné al escuchar su nombre pero me emocionó más enterarme de que estuvo aquí.

- ¿Cómo? ¿Valeria estuvo aquí?.- pregunté desencajado.
- Si, ella me acompañó en la ambulancia.- respondió.- Estaba tan preocupada por ti Sebas, esa chica te sigue amando.

No pude ocultar más mi sonrisa, aunque no me gusta que haya tenido que estar aquí por varias horas esperando a que yo sobreviviera, aunque estemos separados quiero darle alegrías no angustias ni tristezas.

- ¿Y dónde está ahora?.- pregunté.
- No lo sé, salió con Sofía hace rato y aún no han regresado.

No puedo creer de lo mucho que me perdí, Edson me contó que Sofía me donó un poco de sangre para la transfusión que me hicieron y voy a estar muy agradecido con ella que no sabría cómo pagárselo.

Estuvimos hablando de otras cosas, me contaron un poco de como terminó el partido, de repente tocan la puerta:

- Pase.- gritó Bruno.

Era ella, era Valeria, me incorporé hasta donde pude porque me dolía un poco la herida. Los ojos comenzaron a brillarme, mi corazón empezó a acelerarse y mi piel se erizó.

- Valeria.- dije.
- Hola.- respondió con una sonrisa, esa hermosa sonrisa. Nos quedamos mirándonos por un rato como dos tontos.

Volver a ver esos hermosos ojos color miel hicieron que me sintiera mejor que nunca, aún estando en una cama de hospital, verla era la mejor cura que puede existir.

- Bueno...pues los dejamos solos.- dijo Edson.- Vámonos muchachos.

Solo moví la cabeza riéndome un poco.

Valeria.

Esperamos a que salieran para retomar nuestra conversación:

- ¿Cómo te sientes Sebas?.- le preguntó.
- Adolorido pero mejor.- dijo.
- Sabes yo... quisiera disculparme contigo por todo lo que paso, no quise escucharte y aparte fuí grosera.
- Vale, esas fotos nunca fueron...- lo interrumpí.
- Lo sé, no me tienes que explicarme nada, me enteré de todo y es por eso que quiero disculparme por no confiar en ti.
- No te preocupes.- contestó.

Me fuí acercando poco a poco hacia el.

- También quiero decirte que tenías razón, salir con César fue un error yo creí que saliendo con el te iba a olvidar pero me equivoqué...es imposible olvidar al amor de tu vida.
- Jamás te haría daño y no me cansaré de decir que eres lo mejor que me ha pasado en la vida.- dijo.

Me incliné hacia el también lo hizo poco a poco hasta que nuestros labios quedaron a centímetros de estar juntos, sentir su respiración chocando con la mía hizo que mi piel se erizara.

- Te extraño Sebastián.- dije.
- Y yo a ti bonita.- cuando me volvió a llamar así lo fue todo, el era el único que podía hacer que me estreméciera al decirme así, nadie más.

No tardó en darme un beso, fue tal vez uno de los más especiales que nos hemos dado. Acaricié su mejilla repleta de aquellas pecas que me enloquecían aún más.

Escuchamos que la enfermera había entrado a la habitación arruinando el momento.

- Ay perdón por interrumpir pero tenemos que hacerle unos últimos estudios.

Nos separamos y ambos no dejábamos de sonreír.

- No se preocupe.- me dirigí a la enfermera.
- ¿Seguirás aquí?.
- Te prometo que no me iré, nunca lo haré.- le dí un beso en la frente.

Me guiñó el ojo y salí de la habitación para que le hicieran los estudios que le habían pedido.

Caminaba por el pasillo y no dejaba de sonreír.
Esta vez todo sería distinto, después de este tierno beso estoy segura que ambos nos arriesgaremos para que lo nuestro funcione y sea lo más preciado y especial que tengamos en nuestra vida.

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Regresó Sebastián😍 si era un poco extraño no verlo ahí.

Espero que les guste.