𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

Capítulo 38.

Valeria.

Anoche no pude dormir, no dejaba de preguntarme varias veces si había sentido algo con el beso de Haret, se que sucedió porque ambos estábamos tomando demasiado y ya no teníamos uso de razón o al menos eso creí al principio pero la forma en la que me beso me hizo creer otra cosa.

Saliendo de la universidad tenía planeado ir a Coapa para platicar con el, preguntarle que si ese beso significó algo para el.

Cuando llegué no estaban en la cancha entrenando lo cual se me hizo extraño, así que mejor decidí ir a buscarlo al vestidor. Entré y grité su nombre pero nadie me contestó, se escuchaba ruido en las regaderas y supuse que estaba ahí, me acerqué y volví a gritar su nombre:

- ¡Haret!.

De repente salió Sebastián envuelto en una toalla, nos miramos por un rato aquel momento me hizo recordar la vez que nos conocimos, fue algo parecido.

- Lo siento, pensé que eras Haret.- dije.
- No, salimos antes hoy y se fueron a comer.- respondió serio.

Me sentí mal porque los chicos eran bastante unidos, hacían todo juntos y está vez dejaron a un lado a Sebastián.

- Bueno será mejor que le llame, adiós.- salí de las regaderas cuando escuché que me gritó.
- ¡Espera, Valeria!.- me detuve.- ¿Qué pasa entre ustedes?.
- Na... nada.
- ¿Nada? ¿Y el beso que se dieron anoche?.- preguntó.

No puedo contestarle eso porque ni siquiera yo sé que fue lo que sentí.

- Bonita necesito saber si sentiste algo.- me dijo.
- ¿Para qué quieres saber? Tú ya estás con Mariana.
- Estoy con ella porque tú me lo pediste y aún no entiendo por qué.
- ¡Creí que ibas a oponerte más! Pero no fue así, al día siguiente ya estabas con ella.- le reclamé.- O me vas a negar que esa misma noche que terminamos te acostaste con ella.

Agachó la mirada, cerré los ojos aguantándome las ganas de llorar.

- No me cambies el tema aún no respondes mi pregunta.- insistió.- ¿Sentiste algo?.
- Si...- contesté.- Sebastián, tu y yo nunca vamos a poder estar juntos.

Salí del vestidor y comencé a llorar, si tan solo el supiera que estoy alejándome de él porque no quiero arruinar su sueño.

Saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y busqué a Haret en mis contactos, realmente necesito hablar con el.

La primera vez no me contestó, intenté de nuevo y volvió a ocurrir lo mismo. Me rendí y mejor pedí un taxi para que me llevara a casa.

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Al llegar a casa mi abuela estaba en la sala tejiendo un poco, es muy buena con eso: el año pasado me tejió un gorro porque se acercaba la temporada de invierno y la quedé fascinada con el gorrito.

- Hola abue.- la saludé y me senté a su lado.
- Hola Vale.- me saludó de vuelta.
- ¿Y mis papás?.
- Salieron a comer, tu papá llegó temprano y se fueron.- respondió.

Me agradó que mis padres hayan ido a comer juntos, hacia tiempo que no pasaban un rato ellos dos solos.

- ¿Vienes de Coapa, verdad?.- me preguntó.
- Si.
- ¿Y viste a Sebastián?.- alzó las cejas.- ¿Cómo vas con el? No he visto que salgan juntos.
- Abue... Sebastián y yo ya no estamos juntos.
- ¿Por qué?.

Le conté la razón porque habíamos terminado, desde que Mariana planeó el secuestro pero apenas le dije eso y me interrumpió:

- ¿Qué? ¿Por qué no dijiste nada ese día?.
- ¿Para qué? Esa chica es tan astuta que se hubiera librado de la policía fácilmente.